El New Mission Theater es un edificio que los activistas locales de vivienda estaban esperando convertir en vivienda de bajo costo. Foto del archivo de El Tecolote.

California todavía está aturdida por el impacto de la caída del mercado de la vivienda —con un desempleo de dos dígitos y un déficit de 25,4 mil millones de dólares— y el recién electo gobernador Jerry Brown, ha propuesto recortes más profundos como solución.

Para los residentes latinos que todavía quedan en la Misión —los que no han logrado ser desplazados por las oficinas ‘dot-com’ o aún no han sido desplazados de sus casas por la aparición de propiedades con rentas altas— esto significaría casi seguro que habrán menos fondos para viviendas asequibles en un momento que la ciudad se está convirtiendo cada vez menos accesible para los inmigrantes y las familias trabajadoras.

Mientras que el resto de California experimenta un aumento en la población latina, en San Francisco es cada vez menor, en vista a la reducción de servicios y el aumento de alquiler.

El precio promedio del alquiler de un apartamento de un dormitorio en San Francisco pasó de $1.258 en 2010 a $1.757 en 2011, según Rentjungle.com, un sitio web que monitorea listados de apartamentos en todo el país.

El Departamento de Finanzas de California declaró en un informe publicado el año pasado un aumento de casi 6 por ciento en el número de latinos que residen en todo el estado en el periodo del 2000 hasta el 2008. Algunos condados han experimentado aumentos mucho más dramáticos —el Condado Imperial es ahora 78% latino—, pero el mismo informe mostró que en San Francisco, no se ha produciendo tal aumento.

Según el proyecto del periódico New York Times ‘Mapping America’, el barrio de la Misión sigue siendo aproximadamente la mitad latino, con una ligera reducción respecto a años anteriores.

“Creo que el problema más grande es que la ciudad no es asequible para las familias trabajadoras”, dijo David Campos, supervisor del distrito 9. “Se vuelve más difícil financiar proyectos, especialmente proyectos de vivienda a bajo costo. El financiamiento no ha estado allí… se necesitan fondos públicos para hacer esos proyectos.”

Agregó que algunos proyectos que podrían dar un nuevo impulso a la Misión serán casi imposibles de continuar en virtud de la crisis financiera del presupuesto.

“En diferentes momentos hemos explorado la idea de hacer del edificio del ‘Mission Theater’ un proyecto de vivienda asequible”, pero sin financiación, dijo, no es posible.

Nick Pagoulatos, activista afiliado a las organizaciones ‘Servicios Comunitarios de la Calle Dolores’ y ‘Coalición contra el Desplazamiento en la Misión’, se refirió a proyectos como el de la construcción de un parque y viviendas en el antiguo estacionamiento de la Comisión de Servicios Públicos localizado en las calles 17 y Shotwell, que han sido aprobados pero no se llevan a cabo por falta de fondos.

“Tenemos un lote de tierra en el que en teoría podríamos comenzar a construir inmediatamente, pero debido a la falta de fondos para viviendas asequibles, no podemos avanzar el proyecto hasta acumular fondos”, dijo. “Hay otros lugares… en la calle 20 y Misión, el Hotel Sierra —que todavía están parados.”

Kevin Kitchingham, director de vivienda del ‘Centro del Barrio Bernal Heights’, dice que la escasez de fondos para viviendas asequibles comenzó alrededor de 2007, cuando el banco Citibank canceló cerca de $6 mil millones en préstamos.

Y cuando el mercado de la vivienda estornuda, la vivienda asequible se enferma de pulmonía.

“En el sistema actual gran cantidad de las viviendas asequibles que se construyen están vinculadas a la producción”, dijo Kitchingham. “Si no hay producción, entonces la alcaldía no recibe fondos. Si no entran fondos, no hay dinero para cerrar la brecha de financiamiento para vivienda.”

La Agencia de Reurbanización de San Francisco y la Oficina de Vivienda del Alcalde (MOH por sus siglas en inglés) son responsables de la mayoría del financiamiento a nivel de ciudad para el desarrollo de viviendas asequibles.

El director del MOH, Doug Zapatero, dijo que el efecto que la caída del mercado ha tenido en materia de vivienda asequible es innegable.

“Hay literalmente más de diez mil unidades que no se pueden mover, ya que no han podido recibir capital privado”, dijo. “El congelamiento en los mercados financieros, y la evaluación a condominios, en particular, realmente ha frenado el desarrollo… en los últimos dos años, no hemos tenido los flujos de caja positivos. De hecho, hemos devuelto”.

Sin embargo, se apresuró a añadir que la preocupación más grande que afronta la vivienda asequible es la crisis presupuestaria del estado.

“El gran problema realmente no es el que nos ha estado molestando durante los últimos dos años, es el que está en frente de nosotros que es realmente aterrador… hay alrededor de 5,2 mil millones de dólares disponibles al año en todo el estado, y el 20 por ciento, por ley, está obligado a pasar a fondos para vivienda asequible y ‘mod’, y eso es realmente el núcleo que amenaza la vivienda asequible, en general, en esta ciudad, si esos fondos desaparecen a nivel estatal, no hay manera de salvarlos a nivel local.

El supervisor Campos piensa que sería desastroso para la Misión y para la ciudad de San Francisco.

“A menos que se creen viviendas asequibles, una gran cantidad de personas que llaman a San Francisco su hogar no podrán quedarse aquí”, dijo. “Creo que si queremos mantener gente trabajadora, especialmente a sus familias en la ciudad, tenemos que crear viviendas a precios razonables… y no veo que el mercado libre esté haciendo eso por sí mismo.”

Kitchingham dijo que la crisis financiera ha dado lugar a una mayor competencia por los fondos para vivienda asequible, lo que deja a los promotores inmobiliarios más pequeños con vínculos más estrechos con la comunidad en desventaja.

“Los pequeños promotores tienen dificultad en competir con un socio mayoritario… tienen que jugar un papel subordinado a los grandes promotores inmobiliarios”, dijo. “Entonces tienes que depender de los grandes para seguir, así que entran en acuerdos perdiendo dinero, y eso les impide mantener las luces encendidas dónde se encuentren.”

“Hay una diferencia entre los promotores inmobiliarios de barrio como nosotros y agencias más grandes”, dijo Pagoulatos. “Ellos no son impulsados por la comunidad, y no tienen la conexión directa con la comunidad que grupos más pequeños tienen”.

—Traducción Manuel Dueñas