Estudiantes y profesores se reunieron en el campus de Ocean del City College de San Francisco el 15 de noviembre mostrando su oposición a la fusión de los estudios de diversidad. Students and faculty members rallied at City College of San Francisco’s Ocean campus on Nov. 15 against the consolidation of diversity studies programs. Photo Shane Menez

Los estudiantes y profesores que el 15 de noviembre se reunieron en el campus Ocean del City College de San Francisco (CCSF) para participar en la manifestación en contra de la fusión de los programas de estudios de diversidad, han demostrado que la lucha de la universidad no es sólo por su acreditación y financiamiento, sino también por proteger los derechos civiles.

Una multitud de cerca de 200 estudiantes y profesores mostraron su apoyo para dar continuidad a los departamentos de diversidad del campus con canciones, porras y baile. El día del evento también incluyó una marcha a cargo de estudiantes que asisten a la Universidad Estatal de San Francisco, quienes se dirigieron hacia la Plaza RAM del CCSF como un acto de solidaridad entre las dos escuelas.

“No existe base académica alguna para que sucedan estas fusiones”, dijo Kitty Liu, estudiante del CCSF involucrada en la organización de la marcha. Comparó el recorte de las clases de estudios de la diversidad del CCSF con la ley HB 2281 en Arizona. “La situación es comparable porque creemos que hay un esfuerzo concertado que aprovecha la crisis económica para atacar y deshacerse de los estudios étnicos”.

Con el fin de cumplir con las exigencias establecidas por la Comisión de Acreditación para Colegios Comunitarios respecto a ser más redituable, la Junta de Síndicos del CCSF votó el mes pasado a favor de la fusión de los grupos de departamentos, así como de la reorganización de la estructura administrativa y del rol tradicional del director de cada facultad.

En julio, la Comisión de Acreditación dio a conocer un informe en el que cita 14 violaciones que el colegio está obligado a corregir antes del 15 de marzo de 2013, a fin de conservar su acreditación.

“El plan es eliminar casi todas las sillas [puestos] departamentales para adoptar un sistema en el que existan varios departamentos a cargo de un mismo presidente o decano —reducir de 52 a siete sillas”, dijo Elisabeth Arruda, directora de Estudios de la Mujer. “Para mí, no se trata de perder mi trabajo —es importante contar con un miembro de la facultad que conozca la disciplina, a los estudiantes y pueda articular las necesidades de la facultad”.

En la actualidad, el programa de Estudios de la Diversidad consta de nueve departamentos, cada uno encabezado por un jefe de departamento: Estudios Afroamericanos, Estudios de Latinos/as, Estudios Asiáticos, Estudios Asiáticos Americanos, Estudios Interdisciplinarios, Estudios Laborales y de la Comunidad, Estudios LGBT, Estudios de las Filipinas y Estudios de la Mujer.

Los estudiantes y profesores temen que en caso de que la administración siga adelante con esta fusión, las clases que atienden las necesidades de diversas comunidades del Área de la Bahía se verán reducidas drásticamente —y que algunos departamentos desaparecerán.

“La discusión que tuvimos en la última reunión de la junta concluyó que los departamentos de diversidad se quedaran intactos, pero la realidad es que de no ser redituables desaparecerán”, dijo Edgar Torres, presidente de Estudios Latinoamericanos y Estudios de Latinos/as.

Muchos de los estudiantes participantes de la manifestación refirieron una escisión entre la comunidad universitaria y la administración.

“No recibimos mucho apoyo de la administración —creo que en realidad sienten temor de lo que estamos tratando de hacer”, dijo Liu.

Pese a que durante las últimas elecciones de noviembre la aprobación de dos medidas que ofrecen mayor financiamiento a la educación pública podría verse como un paso fuera de la crisis de acreditación, estudiantes y profesores coinciden en que esta batalla se dirige hacia una privatización de la educación pública a nivel nacional.

“Estamos uniendo los puntos y preguntando a quién escucha ahora nuestra administración”, dijo Shanell Williams, presidente del comité estudiantil del campus Ocean del CCSF. “Queda claro que hay una cierta visión que [los estudiantes] no comparten —hay otros intereses implicados en nuestra escuela.”

Williams encabeza la Coalición para salvar el City College, un grupo de estudiantes que se formó en respuesta al informe de acreditación de julio pasado, que trabaja para ofrecer a los estudiantes elementos que les permitan luchar a favor de la acreditación de su escuela.

“La mayoría de las cosas se mueven de abajo hacia arriba y, en última instancia, los estudiantes tienen más poder”, dijo Torres, quien planea participar informando a sus estudiantes para asegurarse tomen las decisiones adecuadas para su futuro. “Estoy totalmente convencido de que nuestros estudiantes van a corregir las cosas que hemos hecho”.

— Traducción Juan De Anda