Manifestantes frente al autobús de Apple. Foto Dan Hirsch, Courtesy Mission Local

En respuesta a las recientes protestas de los autobuses de Google, el alcalde Ed Lee ofreció una conferencia de prensa el 6 de enero para presentar los planes de la ciudad para el manejo de los problemas relacionados con el uso de las paradas de MUNI por los autobuses de enlace de alta tecnología de lujo.

Junto con representantes de MUNI, así como de Genentech, Google, Apple, Facebook, el Transporte Inteligente de Bauer, y el Consejo del Área de la Bahía, la estrategia propuesta por el alcalde Lee consisten en gravar con una remuneración por el uso diario, limitar el acceso a sólo 200 de las 2.500 paradas del MUNI, y gravar a cada empresa con una cuota basada según la parada, por día, lo que podría significar hasta $100,000 al año por empresa.

El anuncio de la adopción de nuevas medidas sobre el uso de la lanzadera de las paradas de autobús de la ciudad se
produjo después de dos meses de protestas dirigidas a los autobuses de Google en San Francisco y Oakland. Cientos
de manifestantes salieron a la calle con pancartas anti-autobús, bloqueando los autobuses para que no pudieran utilizar las paradas.

El tono general de las protestas pasó de un simple ondear carteles a una confrontación total, que terminó con un autobús con una ventana rota, así como un impostor, que pretendía ser un empleado de Google, gritando agresivamente a la multitud con la intención de crear un video viral de la penosa puesta en escena.

Para los manifestantes, parece que su trabajo ha dado resultado haciendo que el alcalde Ed Lee tome nota y aborde la
situación.

“San Francisco necesita un sistema de transporte de categoría mundial confiable, seguro y asequible”, dijo Lee.
“Este acuerdo ayudará a la Ciudad a llevar a cabo los beneficios asociados al servicio de transporte de cercanías, como mantener miles de carros fuera de las carreteras y la prevención de los atascos, al mismo tiempo que asegura que las empresas pagan su cuota justa y que no se retrasa nuestro sistema de transporte público”.

Para Roberto Hernández, cofundador de Nuestra Misión: No Desalojo, una organización sin ánimo de lucro, que jugó un papel clave en las recientes protestas, la propuesta del alcalde Lee se queda corta a la hora de tratar los problemas reales.

“El punto que este plan aún tiene que abordar es la congestión, que ha sido el problema desde el principio”, dijo Hernández. “¿Cómo se supone que esas multas van a detener el atasco que dificulta a los residentes locales para ir a trabajar? Cualquier persona que esté en la mañana en las calles 24 y Misión puede ver claramente el caos que esto está creando. Ese es el problema”.

Una cosa en la que están de acuerdo ambos lados del debate, es que mantener los carros fuera de las calles es en definitiva lo mejor para el Área de la Bahía. Para las personas que protestan por los servicios de transporte, los autobuses en sí mismos no son vistos como el problema, es cómo éstos representan, a pesar de todo, otra fase de la
gran tecnología que hace la vida difícil a los residentes más antiguos de la Misión.

“Es injusto para (organizaciones como) Google aprovecharse de las paradas de autobús de la ciudad que se han hecho para las personas que las necesitan”, dijo Alma Herrera-Pazimo, representante de Loco Bloco, una organización para las artes y la construcción de comunidades radicada en la Misión. “Apoyamos (Alcalde Ed) el plan de Lee siempre que el dinero que venga de esos pagos se emplee para ayudar a aquellos en el área que necesitan ayuda para el transporte”.

Las autoridades municipales insisten en que el nuevo programa está haciendo precisamente eso.

“Este nuevo (plan) piloto SFMTA saca más carros de la carretera, reduce los retrasos del MUNI, y beneficia al medio ambiente y a todos los residentes a la hora de moverse y viajar fuera de San Francisco”, dijo el presidente de la Junta de Concejales David Chiu. “Al asociar empresas del Área de la Bahía con el servicio de transporte de cercanías, estamos trabajando para mejorar toda nuestra red de transporte, hacer crecer la economía y crear una ciudad más habitable y vibrante para todos.”

Para Hernández, sin embargo, si los autobúses siguen utilizando los mismos lugares y congestionan los centros de las
ciudades, entonces Nuestra Misión: No Desalojos todavía tiene trabajo que hacer.

“La ciudad necesita crear un núcleo para los autobuses de enlace de alta tecnología que sea su propia área lejos de las líneas de MUNI. Un lugar donde las personas puedan estacionar sus bicicletas y tener un lugar para usar wi-fi mientras esperan. Incluso podían vender comida y café y ganar dinero”, dijo Hernández. “Estas personas ya están recibiendo un viaje en autobús de lujo para trabajar, ¿debería el resto de la ciudad verse obligada a sufrir también? No es justo”.