Tres mujeres que fueron parte de un reciente panel de la Corte Comunitaria, charlar brevemente después del proceso. Photo Melanie Cruz, Courtesy Mission Local

El Fiscal de Distrito George Gascón estableció los Tribunales de Barrio de San Francisco, como una alternativa de bajo costo al fuertemente sobrecargado sistema de tribunales penales, tales como la prostitución y las pintadas.

La asistente del Fiscal de Distrito Rebecca Prozan, dijo que los atrasos en los tribunales penales son tan grandes que las cosas rutinarias llevan un tiempo excesivo para su resolución.

“[Un caso de asesinato que] solía tomar seis meses, ahora toma hasta tres años,” dijo ella. “Las investigaciones muestran que la rápida resolución de incidentes reduce la tasa de reincidencia.”

El programa funciona incorporando a miembros locales de los barrios en el proceso de administrar justicia; se asigna un fiscal a una comisaría de policía local y árbitros asistentes de la comunidad local, los cuales se sientan en un jurado que juzga a las personas acusadas de delitos menores.
Un caso típico de delito menor normalmente cuesta enjuiciarlo alrededor de $1.500, pero bajo el programa de tribunales de barrio, ese costo se ha reducido a $300 por caso.

Al acusado de delitos menores, tales como una falta o infracción, se le da opción de entrar ellos mismos en el sistema de Tribunales de Barrio o que su caso sea juzgado a través de los tribunales penales centrales, un proceso largo que lleva la posibilidad de castigos más severos que aquellos que ofrecen generalmente los Tribunales de Barrio.

El expediente del los acusados se revisan entonces para ver si satisfacen los requisitos para el Tribunal de la Comunidad: el delito del que están acusados no puede ser de naturaleza violenta y deben ser delincuentes noveles y no estar ni en libertad condicional o bajo palabra.

Si se encuentra que la persona es culpable, se le suele aplicar castigos leves, como 100 horas de servicio comunitario limpiando las pintadas o siendo voluntario para la comunidad, y está obligado a asistir a cursos de gestión o de tratamiento para el abuso de sustancias. También se puede esperar que paguen a un fondo de restitución para proyectos de limpieza de la comunidad local.

Desde que empezó el programa, se han tratado de 10 a 15 casos por semana en los distritos de la Misión y Bayview, y se ha triplicado el número de jueces.

Gaynoranne Siataga de 34 años, es una de los miembros del jurado en los tribunales del Distrito de la Misión, y ha vivido en San Francisco toda su vida.

“He sido una pandillera durante mucho tiempo,” dijo Siataga.

Quería salir de la vida de pandillera y se vio involucrada haciendo trabajo comunitario, que eventualmente la involucró con el Programa de Tribunales de Barrio. Siente que el programa une a la Misión.

“Porque somos de la comunidad, no intimida [a los acusados] demasiado,” dijo ella. “Somos gente normal.”

El dinero para cubrir los costos del programa de los Tribunales de Barrio viene del fondo general del Fiscal de Distrito de San Francisco (SFDA en sus siglas en inglés), y la ley de Programas de Resolución de Disputas (DRPA en sus siglas en inglés).

“Es una ley estatal que permite a los condados usar una porción de la recaudación de honorarios por presentación de documentos en demandas civiles para financiar programas alternativos de resolución de disputas,” dijo Prozan.

Gascón planea expandir el programa a las comisarías del Norte y el Parque, y, eventualmente, la ciudad entera estará cubierta en los próximos 12 meses.

El programa busca siempre nuevos jueces. Si está interesado, mande un email a Jackson.GEE@SFgov.or, o llame al (415) 575-6328.

—Traducción Emilio Ramón