Gustavo Montoya; Niño con Sandia, 1957; Boy with watermelon; Mexico; Oil on canvas; Gift of David Tillery; 1986/29.3. Photo Courtesy Mexican Museum

La nueva exhibición en el Museo Mexicano de Fort Mason incluirá piezas en multimedia, desde fotografía hasta escultura, y muestra místicos retratos a través de casi 30 piezas que representan una amplia gama de expresión cultural latina, desde el arte prehispánico hasta el arte chicano.

“Caras/Cuentos” busca provocar diálogo sobre identidad latina en una sociedad culturalmente fragmentada.

“Si no nos conocemos a nosotros mismos, ¿cómo enfrentaremos al mundo real?” preguntó David de la Torre, curador adjunto de artes visuales para el Museo Mexicano.

Poner la identidad propia contra la del artista puede estimular así como desaprobar, ya sea contra el arte religioso prehispánico o el arte chicano contemporáneo.

“La Inmaculada Concepción”, una escultura del siglo XVII tallada en madera de la Bendita Virgen María, rígida y gastada por el tiempo, con ojos de vidrio, saluda a los visitantes al entrar a la exhibición. Pero a la estatua le falta su corona y se ve más masculina que su supuesto sujeto, el mensaje original del escultor distorsionado.

Los símbolos e imágenes de religión, cultura antigua y guerra—todas bien representadas en la exhibición—están inextricablemente enlazadas a la identidad cultural latina, asegurándose que ningún sentimiento de división se haga en la galería.

El tema de las máscaras es promovido por la “Máscara” de Rufino Tamayo, la cual utiliza una técnica de mixógrafo que coloca objetos en medio del papel y de un bloque utilizado para hacer el grabado, creando una imagen ligeramente distorsionada; sus colores brillantes atraen al observador, pero la confrontadora máscara negra nos repele. Su tamaño hace de esta pieza un ícono de la exhibición.

Salvador Garcia; Ralph Maradiaga, 1986; Mexico; Seriegraph on paper. Photo Courtesy Mexican Museum

La exhibición también explora la dinámica de los chicanos y los mexicoamericanos, personificados por “Young Fool”, un autorretrato de Carlos Almaraz, un pintor de Los Angeles que murió a causa de complicaciones de SIDA durante la década de los 80s.

El alto retrato es como un espejo y tiene un impresionante efecto en la exhibición: crea la sensación de ser objeto de burla. La pieza intimida e intriga con su sujeto, un bufón, aparentemente burlándose del observador. El efecto de incomodidad que crea la pieza permanece por largo tiempo después de haberla observado.

La exhibición también hace un uso fascinante de los contrastes, ya sea en detalles tan pequeños como los colores de las paredes detrás de las piezas en exhibición, o los objetivos temáticos de las varias secciones.

En una esquina, las pinturas en óleo “Niño con Sandía” por Gustavo Montoya y “Don Juanito” de Emigdio Vasquez, comparten un estilo del medio ambiente afectando al sujeto, pero muestran un joven en “Niño” y un hombre gastado en “Don”. Su efecto intelectual es fascinante: todos tenemos una apariencia diferente, pero compartimos la misma lucha.

La exhibición continúa hasta el 6 de enero de 2013. El Museo Mexicano—localizado en el centro Fort Mason, edificio D, en el Boulevard Marina y calle Buchanan—abre sus puertas de miércoles a domingo de 12 p.m. a 4 p.m. Admisión gratuita. Para más información, llame al (415) 202-9700