El estudiante del City College Otto Pippenger está tomando acciones legales en contra de la Ciudad y Condado y el Distrito del Colegio Comunitario de San Francisco por uso excesivo de fuerza durante una manifestación el pasado 13 de marzo. Foto Bridgid Skiba

Los dos estudiantes del City College de San Francisco (CCSF) que resultaron heridos y detenidos durante una protesta el pasado 13 de marzo en el campus de Ocean, están tomando acciones legales en contra de la Ciudad, el Condado y el Distrito de Colegios Comunitarios de San Francisco.

Su demanda judicial fue anunciada el pasado 27 de mayo, durante una conferencia de prensa convocada por el Gremio Nacional de Abogados (NLG, por sus siglas en inglés) y la Coalición para Salvar el CCSF.

“La Coalición para Salvar el CCSF se puso en contacto con NLG para buscar asesoría jurídica; Otto [Pippenger] y Dimitrios [Philliou] se comunicaron conmigo para hablar sobre su situación”, dijo Rachel Lederman de NLG. “Estamos planeando presentar una demanda judicial conforme la Ciudad, Condado y el Distrito de Colegios Comunitarios tengan tiempo para actuar sobre los reclamos de responsabilidad civil del gobierno que les presentamos a cada una de ellas, paso inicial que debíamos tomar antes de presentar una demanda en los tribunales”.

Pippenger, de 20, y Philliou, de 21, participaban en una protesta exigiendo la renuncia de Robert Agrella, fiduciario designado por el estado de California para el CCSF, y revertir una política nueva que obligaría a los estudiantes a pagar la matrícula antes del primer día de clase.

La protesta sucedió en el contexto de la amenaza que existe por parte de la Comisión de Acreditación de Junior Colleges de California (ACCJC) para suspender la acreditación del CCSF el 31 de julio de este año.

Pippenger, quien está realizando estudios relacionados con el sindicalismo, asistió a la protesta como complemento a una de sus clases.

La protesta que reunió a unos 150 estudiantes, maestros y trabajadores de la escuela, finalizó frente al Conlan Hall, el edificio administrativo de la escuela. El Departamento de Policía de San Francisco Community College District (SFCCDPD) negó la entrada de los manifestantes al edificio que suele estar abierto al público.

Cerca de 15 estudiantes, incluyendo a Pippenger y Philliou, ingresaron forzosamente en el edificio.

El Departamento de Policía de San Francisco apareció entonces para ayudar al SFCCDPD.

Dimitrios Philliou, estudiante del City College, es llevado por la ambulancia después de que policías lo rociaron con gas pimienta por allanamiento durante la protesta el jueves 13 de marzo. Foto Santiago Mejia

Fue entonces que estalló un forcejeo entre manifestantes y policías en el que los agentes rompieron ambas muñecas a Pippenger, y lo golpearon en la parte posterior de la cabeza, aplastándola contra el piso.

Pippenger fue llevado a la oficina de Fabienne McPhail Napels, Vicecanciller para el Desarrollo de Estudiantes, donde pidió llamar a su madre; tanto ella como la policía le negaron su petición. Karen Sagino, ex-presidenta del Senado Académico y actual bibliotecaria del City College, llamó a la madre de Pippenger con su teléfono celular.

Por otro lado, Philliou fue arrojado al suelo por dos oficiales del SFCCDPD, conforme al comunicado de prensa, “ahogándolo, poniendo la rodilla en su pierna que se estaba recuperando de una operación, retorciéndole el brazo y usando fuerza excesiva sobre él”. También lo rociaron con gas pimienta “por todo su cuerpo, incluyendo su área genital, lo que le causó aún más dolor”.

Ambos estudiantes fueron acusados de delito menor por resistirse a la autoridad, esto conforme al Departamento del Sheriff de San Francisco, razón por la cual fueron detenidos en la cárcel del Condado de San Francisco. Philliou fue liberado alrededor de las 1:30 de la mañana, mientras que Pippenger estuvo preso hasta casi las 6 de la mañana por demora en la verificación de sus antecedentes.

El reclamo judicial argumenta que se violaron los derechos constitucionales de los dos estudiantes al ser sujetos de fuerza excesiva o arbitraria, arrestados sin razón justificada y, limitados sus derechos a la libertad de expresión, reunión y asociación.

—Traducción Alfonso Agirre