Mural de Bernal Heights Sucursal de la Biblioteca Pública, originalmente pintado en 1982, está en extrema necesidad de la restauración. Foto por Timothy Drescher

 

En todas las discusiones con respecto al destino del mural de la Biblioteca Bernal Heights, muy poco tiempo se ha dedicado a la discusión del contenido visual del arte original. El Tecolote ha tratado de proveer tanta información como sea posible sobre el mural original, pintado por Arch William, pero alguna de esta información ha sido difícil de obtener.

La fachada del lado de la calle Cortland muestra una imagen de Víctor Jara, un activista político chileno y cantante que fué asesinado  en el golpe de estado militar que terminó la administración del democráticamente elegido presidente marxista Salvador Allende. Jara es una leyenda musical y un símbolo de resistencia política a través de la canción, pero su imagen no aparece en ninguno de los nuevos diseños del mural.

También en el lado del mural que dá hacia la calle Cortland, hay una imagen de la cantante Roberta Flack y letras de una canción por la cantante Holly Near, quien es mejor conocida por su canción “It could have been me”, (“Pudo haber sido yo”) conmemorando la masacre de la universidad estatal Kent.
Tres pirámides, egipcia, mexicana y san franciscana (la pirámide TransAmerica) representando el paso del tiempo y la continuidad de la cultura -han desaparecido por causa de una renovación que agregará una rampa para sillas de ruedas y una puerta de acceso para usuarios con discapacidades.

El lado de la calle Moultree muestra imágenes de mujeres trabajadoras ocupadas en trabajo cultural, educativo y político. Cuando el mural fue pintado, las mujeres aún estaban ganando aceptación en el mundo laboral y las ahora comunes imágenes de mujeres con carreras tenían un significado revolucionario. Ninguna de estas mujeres aparecen en el arte propuesto para el mural de reemplazo.

También del lado Moultree hay un retrato de Arturo Durán, un joven de la vecindad cuya trágica muerte estuvo enraizada y fue simbólica de las tensiones entre jóvenes latinos y filipinos. Conmemorar su muerte fue una parte particularmente importante del proyecto para la gente joven que ayudó a pintar el mural.

El lado sur del edificio muestra la progresión de Bernal Heights, desde la gente Ohlone, sus habitantes originales, hasta el momento en que la pieza fue pintada.

El mural, a pesar de rumores contrarios, fue aprovado por la Comisión de Artes de San Francisco y la Comisión de la Biblioteca cuando fue pintado en 1982.