City College de San Francisco’s Ocean campus. Photo Santiago Mejia

En un movimiento que es más tardío que redentor, la agencia de acreditación que por los últimos dos años ha acosado al City College de San Francisco con amenazas de clausura para el 31 de julio, parece haberse retractado, al menos por el momento.

El CCSF —una de las instituciones educativas más grandes en el estado— estaba a sólo dos meses de que su acreditación expirara y de cerrar sus puertas. El 11 de junio, la Comisión para la Acreditación de Colegios Comunitarios (ACCJC, por sus siglas en inglés) propuso un nuevo plan para la “restauración” de la acreditación. De ser aprobada por el Departamento de

Educación de los EEUU y por el colegio, el plan otorgaría al CCSF dos años para finalizar sus problemas de acreditación y permitir que sus puertas permanezcan abiertas.

El anuncio ha dejado a algunos contentos, algunos preocupados
y a muchos sintiendo las dos cosas.

“En cierto modo son excelentes noticias, porque le da a la gente la confianza de que el City College va a continuar abierto y acreditado por un futuro cercano”, dijo Wendy Kaufmyn, miembro de la Coalición Salvar CCSF, un grupo que ha peleado con la Comisión debido a sus amenazas de desacreditación. “Pero lo que me preocupa… es que continuamos bajo la lupa por los siguientes dos años. Continuamos en una posición donde ellos tratan de moldearnos a la visión de lo que ellos quieren, la cual no es la visión de un comunitario abierto y accesible”.

Kaufmyn, quien ha dado clases de ingeniería en el CCSF por los últimos 31 años, no es la única que tiene dudas sobre la propuesta.

“Tener más tiempo no es algo malo, no estamos en contra de eso. Pero tenemos serias preocupaciones”, dijo Timothy Killikelly, presidente de AFT 2121, la unión de los profesores del CCSF. “En cierta forma, suena como una manera [del ACCJC] de quitarse la presión de encima creando un proceso que ofrece más tiempo”.

En el 2013, un año después de que la ACCJC presentara las “muestras de causa” (el segundo castigo más alto antes de una desacreditación) en contra del CCSF, el Abogado de la Ciudad, Dennis Herrera, y la Federación de Profesores de California (CFT), y el AFT 2121 presentaron demandas por separado en contra de la Comisión.

Manifestantes muestran su apoyo durante la marcha Save CCSF, 13 de julio 2013. Photo Shane Menez

La principal preocupación de Killikelly sobre la propuesta de la ACCJC es sobre el lenguaje concerniente a lo que sucederá cuando el periodo de los dos años se haya cumplido.

“Si después de este periodo la institución no ha cumplido con los todos estándares de acreditación… la anterior orden de terminación será activada sin ninguna oportunidad de apelar”, dice la propuesta.

“Parece que el colegio cedería cualquier derecho a una revisión o alguna apelación y su habilidad de ir a corte”, dijo Killikelly.

También señaló un artículo de opinión escrito por Sherrill Amador y Steven Kinsella, presidente y vice-presidente de la ACCJC, respectivamente. Amador y Kinsella escribieron en la edición del 12 de abril del San Francisco Chronicle que “el colegio se llevaría hasta cuatro años para recuperarse completamente”.

“Si eso es cierto, y el colegio toma ese rumbo… va a ser muy problemático”, dijo Killikelly.

Las demandas presentadas por Herrera, el CFT y la AFT 2121 junto con múltiples protestas y mítines han ganado un gran apoyo del colegio en su lucha contra la Comisión.

Pero la sanción y la amenaza de desacreditación que fue presentada el pasado de junio han hecho daño: las inscripciones en el CCSF han bajado por lo menos unos 25,000 durante los últimos dos años. Un colegio comunitario que alguna vez se jactó con números superiores a los 100,000, ahora tiene un cuerpo estudiantil de cerca de 77,000.

“Esos estudiantes se han ido”, dijo Edgar Torres, presidente de Estudios Latinos y Latino Americanos en el CCSF. “Nadie habla de los daños colaterales”.

Pero Torres concuerda que hay algo positivo en la propuesta de la Comisión.

“La mejor parte de esto es que, espero, no veremos otro decline en las inscripciones en julio”, dijo Torres. “Estoy muy contento de que ya podemos empezar a trabajar y a reconstruirlo”.

— Traducido por Carmen Ruiz