Connie Rivera, owner of Mixcoatl Arts and Crafts, and beneficiary of the ALAS program. Photo Verónica Henao

Con asombro y tristeza, vecinos del distrito de la Misión recibieron la noticia del cierre de Women’s Initiative (WI), una organización que a través del programa ALAS (Alternativas para Latinas en Autosuficiencia) apoyaba a latinas de escasos recursos a iniciar sus propios negocios en el área de la bahía.

“Perdimos financiación, pasamos de 5 millones de dólares a 3 millones de dólares en dos años”, explicó Danielle Franklin, Directora Ejecutiva de WI.

Esta crisis económica llevó a Women’s Initiative a suspender sus operaciones desde el pasado 5 de abril.

El pasado 21 de mayo, ‘Women’s Initiative’, organización que acoge el programa Alternativas para Latinas en Auto Suficiencia (ALAS), anunció su decisión de cerrar y transferir sus programas y servicios a otra organización sin fines de lucro, ‘Renaissance Entrepreneurship Center’, que ayuda a hombres y mujeres en el área de la bahía a desarrollar habilidades para comenzar negocios.

“Se perdió una gran organización”, dijo Connie Rivera, beneficiaria del programa ALAS y dueña del negocio de artesanías Mixcoatl Arts and Crafts que viene operando en la calle 24 desde hace casi diez años.

En 1988, Paulette Meyer fundó Women’s Initiative, al descubrir las pocas posibilidades económicas que tenían las mujeres en las comunidades. La idea era ayudar a las mujeres a no sentirse tan vulnerables, a subir la autoestima y crear sus propias oportunidades laborales.

“Después de tomar el curso me sentí capaz, y (sentí) que podía tener una tienda”, declaró Rivera. “Fue una de las cosas lindas que me ha pasado en la vida. (Y) no sólo a mi, sino (también) a mi familia”.

ALAS ofrecía capacitación en gestión integral empresarial, acceso a seminarios, asesorías personalizadas, tutorías y oportunidad de hacer contactos en tres sedes.

Guisell Osorio, dueña del negocio de catering y restaurante Sabores del Sur, recuerda con cariño su paso por el programa ALAS. “No puedo dejar de pensar en la palabra que significa ALAS y que no me de emoción”, dijo con lágrimas en los ojos.

“No importaba si tenías papeles o no, no importaba que no hablaras inglés, ALAS era increíble. Era la alternativa para muchas latinas”, agregó Osorio.

“El programa de ALAS supuestamente era hacer tu plan de negocios, pero realmente empoderaba a la mujer”, comentó Osorio. “Hay gente que nunca había tenido una graduación en su vida, que no sabía escribir y se graduaron de ALAS”.

La organización le apostó a un modelo de microcrédito para que las mujeres pudieran empezar sus negocios a través de alianzas con bancos y con otras organizaciones financieras.

“Lo bonito de esa organización, es que pudimos conseguir varios préstamos; cuando un banco no se lo daba a una persona de bajos recursos y sin historia crediticia”, expresó Rivera.

Desde que comenzó ALAS, alrededor de 13.000 empresarias latinas se beneficiaron del programa en tres sedes: San Francisco, Oakland y New York.

“Gracias a ALAS estoy donde estoy”, dijo Rivera. “La organización transforma vidas y yo soy una de ellas”.

En estos momentos WI y Renaissance se encuentran trabajando en la transición de los programas y servicios. Y Renaissance, ha expresado su intención de continuar con el trabajo de WI.