Peter Rodríguez en su casa. Photo Linda Wilson

Peter Rodríguez no era de los que dejaban que lo imposible se interpusiera en su camino. Cuando no había clases para cultivar sus talentos artísticos, aprendía por sí mismo. Y cuando descubrió que ningún museo entiendía, valoraba, ni mostraba la expresión estética de los latinos, Rodríguez tomó una vez más cartas en el asunto y creó uno.

Hijo de padres mexicanos que escaparon de la Revolución Mexicana, Rodríguez fundó el Museo Mexicano de San Francisco en 1975 —la fecha de apertura coincidió el 65º aniversario de aquella revolución.
En muchos sentidos, el museo fue el primero en su tipo.

“Yo solía ir a exposiciones en el Museo de Arte Moderno y me di cuenta de que no había artistas con apellidos hispanos”, dijo Rodríguez en una entrevista en el 2004 con Nora Wagner de los Archivos de la Institución Smithsonian de Arte Programa de Historia Oral de América. “Yo dije, ‘Bueno, la única manera que vamos a cambiar esa situación es crear nuestro propio museo’, que realmente me llevó a hacer eso. Y sentí que hasta que no exhibieramos nuestro propio arte y la gente que apreciamos, no íbamos a ser capaces de salir adelante”.

Nacido en Stockton, California, en 1926, Rodríguez —cumplirá 88 a finales de este mes— comenzó a mostrar un talento artístico natural en la escuela primaria. Finalmente encontró su vocación en el arte abstracto, con uso de aceites y acrílicos.

Antes de 1954, Rodríguez nunca había visitado la patria de sus padres. Durante su primer viaje a la ciudad natal de su madre, Guadalajara, la belleza de las iglesias coloniales le asombraron. Regresó a México por lo menos cuarenta veces más, exponiéndose a las obras de Diego Rivera y Frida Kahlo. Las experiencias de estos dos grandes artistas, influirían en su trabajo y en su punto de vista artístico para el resto de su vida.

Peter Rodriguez con su cuñada en North Beach en los años 50. Photo por Raul Rodriguez. Foto Courtesy Peter Rodriguez

“Peter es un visionario”, dijo Miguel Bustos, quien se unió a la junta directiva del Museo Mexicano el diciembre pasado. “Él valoraba el arte latino antes de que fuera el último grito de la moda. Reconoció la belleza de nuestro arte y se la mostró al mundo. Estaba seguro de que nuestro arte contaría nuestra historia en todos los colores que nos hacen únicos. Peter tuvo esta vision antes de que alguien más lo hiciera”.

Rodríguez se mudó a San Francisco en 1969 y rápidamente se unió a los esfuerzos para establecer la Galería de la Raza. En ese momento ya había comenzado a conceptualizar la idea de un museo que mostrara el trabajo de artistas mexicanos y chicanos.

Pero encontró muy poco apoyo para iniciar su idea entre los museos ya establecidos. Y la aceptación de esta misma idea tampoco fue mejor recibida entre la comunidad latina, donde algunas personas sentían que la idea era elitista. Finalmente, fue respaldado por la Fundación de San Francisco, que le concedió una donación de $50.000. Rodríguez se desempeñó como director del museo hasta 1984.
Era importante para Rodríguez que el museo representara el espectro completo de la estética mexicana, incluyendo el arte popular de los pueblos, la influencia colonial española y la obra de artistas contemporáneos mexicanos y chicanos.

“Invitó a los artistas mexicanos desconocidos a los EEUU para promover su trabajo”, dijo Bustos. “Los artistas invitados le obsequiaban sus obras de arte. Él creía en ellos antes de que ellos creyeran en sí mismos”.

Y no sólo ayudó a los artistas mexicanos.

A principios de los años 80, Rodríguez se hizo amigo de Linda Wilson, una residente veterana del Distrito de la Misión que ha servido como fotógrafa, documentalista y curadora de numerosas agencias.

Wilson le invitó a unirse a ella en un intercambio de artistas entre San Francisco y Checoslovaquia en 1991.

“Peter fue el artista más viejo del grupo, pero se las arregló para ir a bailar todas las noches y aprender más sobre Praga que el resto de nosotros”, dijo Wilson. “Él era un hombre que estaba constantemente educándose a sí mismo. Incluso aprendió algunas palabras checas. Él era una fuerza de la naturaleza”.

Rodríguez fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson hace ya varios años. Tarjetas de cumpleaños y buenos deseos para Peter pueden ser enviados a: Mexican Museum at Fort Mason Center, 2 Marina Blvd. Building D., San Francisco, CA 94123.

Para saber más sobre la historia de El Museo Mexicano, lee el perfil compañero Museo Mexicano de El Tecolote.

— Traducido por Yezel Rosales