“Walking under the Sun” video installation by Diana Fonserca. Photo Lulu Orozco

El concepto de movimiento circular está siendo explorado por siete artistas cubanas contemporáneas por medio de una exposición titulada ‘Circular Motion: Subverting Circumscription’, que consiste en una instalación de video que toca la esencia de la materialización de nuestros propios cuerpos.

La exposición, ubicada en la Meridian Gallery en San Francisco, busca romper con ciertos estereotipos existentes en torno a Cuba, a la vez que aplaudir la capacidad de jóvenes artistas para transmitir tanto emociones individuales y colectivas, como aspectos sociales, políticos, económicos e históricos de la sociedad cubana.

Al entrar en la galería, una impresionante imagen de la artista Jeanette Chávez, recibe a los visitantes. La interacción entre esta poderosa imagen titulada ‘Self-Censorship’ y el espectador se ve constantemente interrumpida por la presencia de Susana Pilar Delahante Matiezo, cuyo video se proyecta frente a la obra de Chávez.

La silueta de Matiezo puede ser vista corriendo desnuda por tres paneles blancos —cuyos pasos acompañan a su presencia, volviéndose una especie de fantasma en la galería.

‘The Foundry’, un video de seis minutos de duración, fue filmado en una casa de estudiantes en Montreal. El edificio fue una fábrica de fundición de metales durante la Segunda Guerra Mundial, que producía artillería para la guerra, como resultado de las malas condiciones de trabajo, mucha gente murió en este sitio, explicó Matiezo.

Respecto al significado del video, Matiezo, quien actualmente reside en Alemania, explica: “El ambiente imperante en el lugar resultaba extraño y el video una reacción inmediata, carente de todo concepto previamente concebido”. “El movimiento se relaciona con la manera en que estaba tratando de adaptarme a la situación, pero al final no funcionó. Comienza con una determinada manera de caminar para luego comenzar a deformarse y deformarse”.

“Esta pieza estaba en mi cabeza y no sabía qué hacer con ella”, dijo Sheeka Arbunthno, curadora de arte radicada en San Francisco. “Volví de Cuba y me puse a buscar en portafolios [artísticos]… Empecé a observar esta circularidad. Me di cuenta de la similitud en cada pieza, cuenta del movimiento circular, de si era continuo como una emoción o no, yo quería jugar con él”.

Así es como la idea del movimiento circular inicia con la pieza de Matiezo, que Arbuthno califica como “significativa”.

“[The Foundry] se creó en el instante”, dijo Arbuthno. “Ella no pensaba en la obra, en mi opinión muestra la profundidad que tiene como artista para reaccionar ante un espacio y lograr una pieza como esta”.

La idea de movimiento y comunicación pueden estar justamente representados en el autorretrato de Chávez en el cual ata su lengua. La imagen evoca el poder que tiene la voz, y de la capacidad para hablar por uno mismo. Chávez ha descrito su pieza ‘Self -Censorship’ como “mi Monalisa” —video que le ha abierto muchas oportunidades como artista.

‘Self-Censorship’, fue filmado en La Habana después de la censura a una exposición de arte universitario en la cual Chávez tuvo que hablar durante un minuto ante una cámara.

“Después de ese incidente, me pregunto: ¿Por qué la idea de la censura existe a un nivel general?”, dijo Chávez, quien se encuentra estudiando en Frankfurt. “[Self-Censorship] no es poético sino muy directo. Las personas son manipuladas por esta historia del poder y se sumergen en la sumisión. La idea de la ilusión siempre falla, no existe debido a los comportamientos restringidos”.

La economía de la caña de azúcar y el boxeo, son retratados en ‘Clots’ por Adriana Arronte Rodríguez quien vive en La Habana. Desde un cuadrilátero la artista entra en un conflicto físico entre su cuerpo y enormes losas de caramelos.

“[Clots] refleja, históricamente hablando, la impulsiva y poco diplomática personalidad de la sociedad cubana, la cual se mezcla con su afecto (ahí su relación con el caramelo). Creo que refleja, desde una forma subjetiva, las relaciones sociales de mi país [Cuba]”, dijo Rodríguez.

Mientras esta pieza muestra aspectos de la sociedad cubana, otras simplemente comenzaron como una emoción individual que se convirtió en un sentimiento colectivo. Marialena Orozco camina por una alfombra de 40 metros de largo en su obra ‘Path’, que hace una “referencia simbólica al paso de la vida”.

“Caminamos a través de ella llenos de incertidumbres, siendo observados por los demás como una puerta de entrada, frágiles y vulnerables”, explica Orozco, cuyo video fue filmado en Canadá, y ahora vive en La Habana.

Ninguno de estos artistas ha estado alguna vez en los EEUU, sin embargo, su arte ha llegado a San Francisco. Gracias a la globalización y los nuevos medios de comunicación, fue posible enviaran sus trabajos a Arbuthno y contribuir generosamente a la realización de este artículo.

“Todos estos artistas se consideran residentes de Cuba” dijo Arbuthno. “Ellos no han emigrado, aunque dos de estas piezas fueron hechas en Canadá, en dos momentos diferentes; [las] otras dos artistas se encuentran actualmente estudiando en Alemania. Los artistas ocupan una posición única en Cuba”.
La muestra se exhibirá hasta el 24 de noviembre en la Meridian Gallery localizada en el 535 de la Powell Street, de martes a sábado de 11 am a 5 pm.

—Traducción Allison Alvizuri