Ciertamente le tomó bastante a Cesar Chávez cosechar finalmente el reconocimiento que se merecía en este país. Pero el hecho de que Rubén Salazar, un contemporáneo suyo, siga siendo, en gran parte, desconocido fuera de los programas universitarios de Estudios de Raza, da fe de lo que falta por recorrer antes de que las experiencias de estadounidenses no anglosajones sean verdaderamente integradas en la conciencia histórica y colectiva de este país.

Rubén Salazar: El Hombre en el Centro (Man in the Middle), un nuevo documental que se estrena en San Francisco gracias al esfuerzo del colectivo de cinéfilos latinos locales Colectivo Cine Errante, da un paso importante en la dirección correcta.

Salazar fue un periodista destacado que había estado reportando la creciente e irrestricta brutalidad policial contra los latinos en Los Ángeles cuando le quitó la vida un cartucho de gas lacrimógeno de 10 pulgadas de punta, capaz de perforar la madera contrachapada de 7 pulgadas desde una distancia de 100 metros, que fue disparado a su cabeza por uno de los mejores oficiales de Los Ángeles.

Era el 29 de agosto de 1970, el día de la marcha Moratoria Nacional Chicana, la mayor manifestación en la historia de Los Ángeles, en la que decenas de miles de estadounidenses de origen mexicano salieron a protestar por las tasas desproporcionadamente altas de víctimas de la guerra de Vietnam entre sus comunidades.

Nacido en Juárez en 1928 y criado en El Paso, Salazar se convirtió en el único reportero mexico-estadounidense entre los 100 más fuertes de la sala de redacción del diario Los Angeles Times. A finales de 1960, tenía su propia columna en el periódico, se desempeñó como director de noticias en español de la KMEX-TV y, se había convertido en un cronista importante del pujante movimiento Chicano.

La policía de Los Ángeles le había advertido varias veces en las semanas anteriores a su muerte que “dejara de agitar a los mexicanos” con su cobertura de violencia policial, montajes y asesinatos extra-judiciales de los latinos.

En ese día fatídico, Salazar estaba cubriendo la Moratoria y caminando por el bulevar Whittier con el reportero de KMEX, Guillermo Restrepo, cuando se dio cuenta de que eran perseguidos. Se metieron al bar Silver Dollar, pidieron una cerveza y, cuando menos pensaron, los ayudantes del sheriff habían bloqueado la entrada, se negaron a permitir que nadie entrara o saliera, y luego lanzaron gases lacrimógenos en el establecimiento. Salazar no logró salir con vida.

El productor de documentales y director Phillip Rodríguez, utilizó archivos de filmaciones, fotografías antiguas y entrevistas con colegas, familiares, amigos de Salazar y otras personas claves, para reconstruir la historia de Rubén Salazar.

Con la ayuda del Fondo Mexicano Americano de Defensa Legal y Educación (MALDEF por sus siglas en inglés), Rodríguez demandó al Departamento de policía de Los Ángeles y al Departamento de Justicia de los EEUU, y fue capaz de obtener copias, por primera vez, de las evidencias de la investigación interna de la policía de Los Ángeles sobre la muerte de Salazar, gran parte de la cual aparece en el documental junto a las fotografías del movimiento independiente de periodistas del periódico La Raza.

Pero el documental de Rodríguez no sólo trata del legado periodístico de Salazar y su sospechosa muerte. También es la historia de la evolución de un hombre mexico-americano que de ser un defensor de la integración racial o cultural (assimilationist) pasó a ser un chicano, lo cual es paralelo a la llegada a la mayoría de edad de una nueva identidad forjada a partir de la experiencia histórica concreta de un pueblo que ha estado a horcajadas en la frontera de México y América para convertirse en algo más.

Rubén Salazar: El hombre en el Centro (Man in the Middle) ha sido recogida por la PBS (Public Broadcasting Service), pero el público de San Francisco tendrá la oportunidad de verla por primera vez, en la pantalla grande, el sábado, 26 de abril, a las 7 pm, en el Teatro Roxie, ubicado en el número 3117 de la Calle 16 en San Francisco. el costo de entrada será de $10 Para mayores informes, llamar al (415) 863-1087.

—Traducción Verónica Henao Posada