*Nota del Editor: Grady Duggan es estudiante de periodismo, de la clase Medios de Comunicación Comunitarios. Impartida por el profesor Jon Funabiki, la clase es una colaboración con El Tecolote.

La pandemia COVID-19 le ha cambiado el mundo a todos, para algunos más que otros. Ciertas comunidades han sido impactadas en mayor medida, como la de personas con discapacidades que debe lidiar con un carga extra de desafíos. Mientras que la vida se ha ralentizado en las últimas semanas, el esfuerzo en torno a las personas con discapacidad no ha hecho más que aumentar.

“En todo caso, la COVID-19 nos ha tenido más ocupados de lo que estuviéramos en esta época del año”, dijo Carrie England, Directora General del Consejo Estatal de Vida Independiente (SILC, por sus siglas en inglés). Según explica, los codiciados servicios de los que han dependido las personas con discapacidades se han alterado más que nunca: “La COVID-19 ha impactado a la comunidad de discapacitados de muchas maneras. No creo poder referir todo. Ha impactado la forma en que viven, trabajan y juegan. En cómo obtienen servicios, dónde los obtienen y ha interrumpido su atención médica”.

Desde que el coronavirus se ha propagado en el estado de California desde principios de marzo, el racionamiento de los respiradores ha sido el más alto de todos los tiempos, y esta cuestión no es nueva para muchas personas con discapacidades.

Ligia Andrade Zúñiga, vicepresidenta del Centro para la Independencia de Individuos con Discapacidades. Cortesía: Ligia Andrade Zúñiga

“Una de las preocupaciones de nuestra comunidad era el racionamiento médico” —dijo Ligia Zúñiga, la vicepresidenta del Centro para la Independencia de los Individuos con Discapacidades—, “mucha gente requiere ventiladores para respirar normalmente en su vida cotidiana. Por lo tanto, cuando hay escasez de ese tipo de equipos, se pide a la gente que renuncie a sus equipos o que done cualquiera no utilizado”. 

Sin embargo, con todo lo que está pasando, Zúñiga no sabía el número exacto de personas a las que se les pidió entregar su equipo, si es que lo hacían. No se puede negar que el coronavirus ha sido problemático, y ha descubierto ciertas preocupaciones dentro de nuestra sociedad. 

La organización Disability Rights California lo expresó en su carta al Gobernador Gavin Newsom a finales de abril: “La pandemia de COVID-19 ha expuesto las disparidades raciales y económicas en el acceso a la atención médica, la tecnología, los empleos, la comunicación y los servicios sociales”, se lee en la carta. “Estas disparidades se cruzan con la discapacidad, perjudicando doblemente a los adultos y niños con discapacidades de las comunidades de inmigrantes, comunidades de color y familias pobres”. 

Esto ha sido evidente en las cifras publicadas por los condados locales. En el condado de Santa Clara, el condado más grande del área de la bahía, los casos por la COVID-19 están inclinados hacia las minorías. Al 16 de mayo, el 39 por ciento de los casos son latinos, al igual que el 33 por ciento de las defunciones en el condado. Zúñiga señaló que tales números podrían deberse a un montón de escenarios que todos llevan a la opresión hacia las minorías.

“Podría tener algo que ver con, ya sabes, las opresiones sistémicas de la gente de color cuando se trata de una atención médica inadecuada… cuando se trata de la documentación, como si se trata de alguien que es indocumentado y ha estado trabajando por bajo la mesa, no va a calificar (para la atención médica)”, dijo. “Además, algunas personas tienen miedo de pedir ayuda porque no quieren comprometer su estatus migratorio”. Si están tratando de obtener su ciudadanía o algo así porque la administración Trump ha dicho que cualquiera que esté obteniendo o que reciba cualquier tipo de ayuda del gobierno ya no calificará para obtener su ciudadanía. Así que, eso es preocupante, especialmente ahora mismo”.

La pandemia del coronavirus  ha sacado a la luz una gran cantidad de cuestiones para la comunidad con discapacidades, pero podría haber razones para creer que esto podría conducir a un progreso en el futuro. 

Cuando se le preguntó si esto podría conducir a una mayor concientización hacia esta comunidad después de la pandemia, England mostró optimismo de que podrían salir algunos resultados positivos de estas órdenes de confinamiento impuestas con el fin de frenar la propagación del virus: “Las personas con discapacidades han argumentado durante décadas que el teletrabajo como una adaptación, funcionaría”, explicó y agregó: “Las empresas han retrocedido en contra de esto. Ahora que todos estamos teletrabajando, esto puede ofrecer oportunidades para que las personas con discapacidad trabajen desde casa sin el importante retroceso recibido anteriormente. Esperamos que las oportunidades de teletrabajo para las personas con discapacidad continúen una vez que la pandemia se resuelva”.

La COVID-19 ha alterado la forma en que todo el mundo lleva su vida, pero Zúñiga e England parecen coincidir en que la gestión correcta podría conducir a un futuro mejor para las personas con discapacidades.