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Desde que el histórico edificio Redstone, ubicado en el 2944 de la calle 16 (cerca de South Van Ness) se puso a la venta en 2018, la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA) ha estado en negociaciones con su propietario para adquirirlo.

A pesar del desafío financiero, MEDA, una organización que asiste a familias latinas de la Misión de bajos y moderados ingresos, se ha dedicado a mantener el edificio en manos de los inquilinos que lo ocupan actualmente.

“MEDA, una organización sin fines de lucro, está buscando una estrategia de financiamiento para comprar el edificio Redstone y mantener a todos los inquilinos actuales ofreciéndoles rentas asequibles”, dijo en un comunicado la Directora de Bienes Raíces Comunitarios de MEDA, Karoleen Feng. “Sin embargo, el precio de venta actual del propietario no coincide ni con nuestros objetivos de anti-desplazamiento ni con nuestro plan de financiamiento”.

El inmueble tiene una larga y valiosa historia en la comunidad de la Misión, principalmente brindando apoyo a quienes defienden los derechos de los trabajadores. Con tres pisos y 50 mil pies cuadrados, anteriormente conocido como el Templo Laboral Redstone, ha sido un centro de trabajo desde que se inauguró en 1915. Durante décadas, su principal inquilino fue el Consejo Laboral de San Francisco. El edificio albergaba 22 oficinas sindicales y numerosas salas de reuniones. Hoy en día, muchos de sus inquilinos proporcionan recursos esenciales para algunas de las comunidades más desatendidas de la ciudad.

“Somos realmente uno de los últimos lugares de su tipo. No hay otro lugar como este en la ciudad, al menos no con nuestra capacidad”, dijo Gary Gregerson, presidente de la Redstone Labor Temple Association. “Es realmente el corazón de la organización comunitaria en este momento”.

Se ha especulado que uno de los gigantes de oficinas con sede en la ciudad de Nueva York, WeWork, se encuentra en la lista de posibles compradores. Si el edificio se vende a una empresa como esta, será el final de su historia como un lugar de reunión para los miembros de la comunidad, la mayoría (si no todos) de los cuales tendrían que mudarse a otro lugar, probablemente fuera de San Francisco.

Karl Kramer, quien es el codirector de la campaña de la Coalición de Salarios Dignos de San Francisco, dice que muchos de los antiguos inquilinos que se han mudado recientemente del edificio, no pueden encontrar espacios disponibles en la ciudad.

“Lo que hemos visto es que varias de las organizaciones que solían estar aquí y se mudaron, no han podido encontrar un espacio en San Francisco”, dijo Kramer. “Se han mudado a Oakland”.

Jessy D’Santos, directora de El/la Para TransLatinas, un programa ubicado en el Edificio Redstone que brinda servicios a las latinas transgénero, dice que el edificio y su ubicación son esenciales. La accesibilidad de la ubicación del edificio hace que sea más fácil para que el programa pueda llegar a las personas a quienes quieren ayudar.

“Hemos estado aquí durante 13 años, por lo que es importante que nos quedemos. Tenemos personas que provienen de otros condados incluso otros estados en busca de los recursos que ofrecemos aquí”, dijo D’Santos. “Si perdemos este espacio, a la [comunidad] transgénero se le pondrá en una mala situación”.

Kramer cree que el impacto que el Edificio Redstone ha tenido en los temas sociales en San Francisco durante el último siglo no se exageran. En un Distrito de la Misión cada vez más gentrificado, el edificio es uno de los últimos cuyos miembros de la comunidad mantienen la cultura y hacen que el vecindario sea tan único.

“[Básicamente ha sido un bastión de organización, de justicia social y económica”, dijo Kramer, y agregó que si se vendiera, “sería una pérdida para la Misión y para el movimiento progresista en la ciudad”.

Los inquilinos de Redstone tendrán que esperar al menos hasta marzo, cuando se reanuden las negociaciones, para averiguar a quién le será adjudicado. La venta se ha retrasado antes, lo que da a los inquilinos un respiro. Pero están observando cuidadosamente, desde una distancia segura, el progreso de la situación, mientras que MEDA maneja las negociaciones.