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Cerca de cien manifestantes marcharon por la calle 24 para luego dar vuelta hacia la calle South Van Ness el 16 de abril, después de que residentes del Distrito de la Misión celebraron una conferencia de prensa en la esquina de las calles 24 y Bryant, pidiendo una “Zona libre de desalojos”.

El plan propuesto protegería a las familias del Distrito de la Misión y a residentes contra posibles desalojos, pidiendo a los propietarios vender sus propiedades a organizaciones sin fines de lucro locales, en lugar de ofrecerlas a promotores inmobiliarios. El área incluida en esta “Zona Libre de Desalojos” comprende desde la calle 20 hasta la César Chávez, y desde South Van Ness hasta la calle Potrero, un área que ha sido gravemente afectada por la ola de aburguesamiento. El código postal 94110, que comprende el Distrito de la Misión, vió casi cincuenta peticiones de desalojo durante los primeros dos meses de este año, según la Alianza de Californianos por la Comunidad (ACCE, por sus siglas en inglés).

Illustration Gustavo Reyes

ACCE coorganizó el evento junto con la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA), con inquilinos que están luchando contra el desalojo y otros miembros de la comunidad. Miembros del personal de David Campos, Supervisor del Distrito 9, también estuvieron presentes.

Escoltados por una fuerte presencia policíaca, los manifestantes se reunieron en las calles 22 y South Van Ness frente al edificio donde Carlos Gutiérrez ha vivido por 35 años. Su familia ha estado ahí por tres generaciones.

Gutiérrez, quien trabaja en una organización sin fines de lucro que sirve a los jóvenes en la ciudad, se sorprendió al ver un letrero anunciando que la propiedad donde vive está en venta.

“Queremos que este edificio se mantenga asequible”, dijo Gutiérrez. “Hemos temido el desalojo desde que pusieron el letrero”.

La familia de Gutiérrez quisiera que la propiedad se venda a una organización sin fines de lucro.

“Queremos que los encargados de las pólizas contribuyan más a estos fondos”, dijo. “He visto muchos cambios, muchas personas han sido desplazadas, incluyendo varias generaciones y familias. La mayoría de los compradores solo están especulando; es pura codicia. Las personas que compran las propiedades ni siquiera viven aquí”.

Marti Sousanis, quien ha vivido en San Francisco por más de cincuenta años, compartió sus experiencias durante la protesta. Fue desalojada de su hogar previo hace ocho años.
Una periodista y escritora, Sousanis está bajo amenaza de desalojo una vez más.

“Mi hogar no solo es mi hogar, es donde trabajo. Si pierdo mi hogar, pierdo mi negocio, mi forma de vida”, dijo. “El propietario sigue aumentando la renta para poder seguir al precio del mercado. Él solo quiere vender el edificio. No me alcanza para quedarme, ni me alcanza para irme”.