Después de 16 horas de una mediación a menudo polémica, el comité encargado de decidir el destino del mural de la biblioteca de Bernal Heights ha llegado a un acuerdo.

El mural, pintado en 1982 por Arch Williams y Carlos Alcalá con la ayuda de 25 jóvenes del barrio de Bernal Heights, será retirado. Se creará un nuevo mural, con temas de diversidad social y de unidad de lucha, que será diseñado con un material que requiera de poco cuidado.

Mauricio Vela, miembro del ‘Comité para salvar el mural de la biblioteca de Bernal Heights’, firmó el acuerdo final, diciendo que es cautelosamente optimista sobre el plan de restauración y nuevo diseño.

“Cuando comenzamos esta campaña, era para restaurar y actualizar. No somos estúpidos, cabezas duras que pensamos que la vida se detuvo en 1982”, dijo. “Siempre hemos dicho, vamos a restaurarlo y vamos a actualizarlo con nuevas imágenes de gays, lesbianas, transexuales, familias de razas mixta… con lo que sea. Eso es parte del proceso de participación de la comunidad en el diseño”.

El comité se formó cuando la Comisión de la Biblioteca y la Comisión de Artes de la alcaldía se negaron a tomar una decisión sobre lo que veían como un tema potencialmente divisorio y candente en la comunidad.

“Cuando la gente descubrió que se trataba de una cuestión candente dentro de una comunidad muy unida, ni la Comisión de Arte ni la Comisión de la Biblioteca querían dividirnos más aún”. Así que ambos dijeron, “si ustedes van a mediación con un moderador, háganos saber sus resultados y planificaremos conforme a sus recomendaciones”, dijo Darcy Lee, dueña de Heartfelt, una tienda de regalos en la avenida Cortland, y presidenta de la Alianza de Negocios de Bernal. Lee ha estado involucrada en el proceso de mediación desde su inicio.

Lee y otros residentes de Bernal Heights se decantaron desde el comienzo por la vía de eliminar el mural por completo y devolver a la biblioteca su apariencia original de 1930.

“El mural no se cuidó durante los 30 años desde que se construyó. Ha perdido color y está en mal estado, y el dinero asignado a la biblioteca no era suficiente para volverlo a su estado de gloria original”, dijo Lee. “Debido a que en el interior de la biblioteca cada detalle se restauró con tanto esmero, pensé que el mural no contribuía a su belleza.”

Sin embargo, a raíz de su interacción con Vela y otros partidarios de restaurar el mural, se dió cuenta del gran significado que tiene para muchos en el barrio.

“He cambiado de forma de pensar. La gente que quería salvar el mural realmente me mostró lo importante que es”, dijo. “Lo que decidimos fue que tal vez podríamos preservar los elementos más bellos y ponerlos de nuevo en la biblioteca en un medio más sustentable como es el azulejo pintado, que supongo resiste más en la intemperie”.

Aunque la decisión de la comisión no es vinculante, la Comisión de Arte de la alcaldía dará prioridad a la recomendación a la hora de emprender la renovación del mural. Muchos detalles —incluyendo los artistas que lo pintarán, el medio específico y las imágenes que aparecerán— se decidirán en un foro público.

Vela dijo que le gustaría ver algo más vinculante que garantizase la conservación de imágenes y temas importantes, sugiriendo la posibilidad de redactar una carta presentando la recomendación aprobada al supervisor David Campos y al alcalde Gavin Newsom.

“No nos oponemos a retirarlo, sólo queremos asegurarnos de que nuestras imágenes estén ahí”, dijo Vela. “Respetaríamos las líneas arquitectónicas, pero queremos nuestras imágenes en el edificio. Hemos crecido también”.

Muchos antiguos residentes de Bernal Heights se empeñan en ver su historia cultural conservada en el nuevo mural, pero también quieren que refleje las dificultades económicas que han afectado a sus residentes, obligando a algunos a mudarse.

“Debería ser un reflejo de nuestros sufrimientos, las cosas por las que hemos tenido que pasar en nuestra comunidad. Muchos de nosotros hemos estado luchando para vivir y permanecer en la comunidad”, dijo Fernando Salazar, profesor de una escuela local y residente de Bernal Heights de toda la vida.

Un elemento particular del antiguo mural argumentado con pasión por los defensores del mural es la parte que conmemora a Arturo Durán, un joven de 16 años de edad de Bernal Heights que fue asesinado a balazos el 16 de enero de 1980. El tiroteo generó tensiones en el barrio porque el asaltante de Durán era filipino.

“Eso tuvo un costo muy grande, no sólo en el barrio de Bernal Heights, sino en la comunidad de la Misión, porque él tenía muchos amigos allí”, dijo Teresa Chávez, residente de toda la vida de Bernal Heights y parte de la campaña para salvar el mural. “Originó mucha tensión, y fue difícil, porque había cantidad de filipinos, negros y latinos creciendo aquí, y puso mucha tensión en nuestras amistades. Pero eso era parte de lo que representa la conmemoración a él… representa la unidad y la lucha”.

Lee no podía decir con certeza lo que contendría o no el nuevo mural, ya que será la Comisión de Artes la que decida en espera de un foro público, pero está de acuerdo en que la imagen conmemorativa de Durán es clave y estaba “muy emocionada” por el acuerdo y el proceso de diseño.

“No hubo ganadores, el llegar a un acuerdo fue más importante que ganar o perder”, dijo Lee. “El presente mural será eliminado como requerimiento, pero el nuevo artista tiene que incorporar elementos clave del mural original en la nueva obra de arte. Así que, sin duda, se utilizarán las imágenes del antiguo mural”.

Vela fue más reservado en su entusiasmo e hizo hincapié en que él ve que el trabajo en la comunidad apenas está comenzando.

“Todavía hay mucho trabajo para asegurar que las imágenes cruciales del actual mural retornen. La selección del artista y el proceso de diseño donde participe la comunidad comenzará en abril, la gente tiene que estar atenta y participar”, dijo. “Este es un síntoma del desplazamiento comunitario y aburguesamiento de nuestro barrio, se trata de una lucha de clases y razas en el barrio, y en este momento ésta es la controversia que refleja esa lucha”.

­—Traducción Manuel Dueñas