El juez de la Suprema Corte, Curtis Karnow (derecha), escucha al Canciller de Colegios Comunitarios, Brice Harris quien testifica durante el juicio de acreditación del City College el 27 de octubre. Foto James Fanucchi

Por J.B. Evans

Después de meses de especulación y debate, el futuro del City College de San Francisco (CCSF) pronto será más claro cuando el juicio de la Ciudad en contra de la Comisión de Acreditación para los Colegios de Comunidad (ACCJC, por sus siglas en inglés) decida si el CCSF conserva su acreditación o debe someterse a un largo proceso de restauración.

El abogado de la Ciudad, Dennis Herrera, presentó una demanda civil el año pasado contra la ACCJC, que en 2012 consideró al CCSF deficiente según estándares de acreditación comenzando el proceso desacreditación de esa universidad. La demanda de Herrera señaló que dicha comisión violó una serie de procedimientos.

Aunque el juicio ha retrasado los esfuerzos de la ACCJC para desacreditar al CCSF, éste todavía permanece en peligro de perder su estatus de acreditación hasta que una decisión sea tomada en los tribunales. Ahora el futuro del City College —la institución de educación superior más grande del norte de California— está en manos de un solo hombre: el Juez del Tribunal Superior del Condado de San Francisco, Curtis E.A. Karnow. Después de haber presidido varios casos, se espera que Karnow tome su decisión en diciembre.

“Quiero decir que vamos a sobrevivir”, dijo Jorge Bell, el decano del City College campus Misión. “No quiero pensar negativamente en que vamos a perder la acreditación. Tengo mucha esperanza”.

Partidarios del CCSF como Bell esperan que Karnow declare que la ACCJC terminó ilegalmente la acreditación de la universidad.

“Creo que la gente tiene confianza en que resultará, en una buena decisión”, dijo Joshua Pechthalt, presidente de la Federación de Maestros de California (CFT, por sus siglas en inglés), quien ha unido a la comunidad. “Pero nunca se sabe. Primero y ante todo, queremos poner la pérdida de la acreditación a un lado y enfocarnos en promover un nuevo proceso de acreditación”.

Pechthalt es uno de entre una multitud de indignados profesores, estudiantes, activistas de la comunidad y residentes afectados de San Francisco. “Tenemos nuestros problemas”, dijo Allan Fisher, miembro de la Federación Americana de Maestros (AFT) 2121. “Pero nosotros no merecemos las peores sanciones posibles. Si no fuera por la orden judicial, estuviéramos cerrados en este momento y la gente de San Francisco sería privada del tesoro que es el City College”.

La controversia de acreditación
Las duras sanciones que la ACCJC impuso al CCSF en 2012 llegó como una sorpresa para muchos. Al igual que todos los colegios comunitarios en California, el CCSF es evaluado cada seis años por un equipo de la ACCJC llamado Equipo de Evaluación de Visita. Su objetivo es llevar a cabo una revisión independiente que examine a cada escuela en conjunto bajo estándares de rendimiento y luego presente recomendaciones a la ACCJC de cómo estas escuelas pueden mejorar.

En 2006, dicho equipo visitante detalló varias recomendaciones para mejorar al CCSF, pero en 2012 la ACCJC reclasificó estas “recomendaciones” como “deficiencias”.

El cambio de “recomendaciones” a “deficiencias” permitió que la ACCJC exigiera al CCSF “mostrar causa” que la universidad había cumplido con una lista estricta de los estándares de rendimientos, o de lo contrario enfrentaría sanciones de descertificación que incluiría la pérdida de la acreditación.

Luego, en junio de 2013, la ACCJC decidió cancelar la acreditación al CCSF cuyo efecto tendría lugar el 31 de julio 2014.

A lo largo de este proceso, muchos han acusado a la ACCJC de abusar de sus poderes como agencia única que garantiza las acreditaciones para las universidades comunitarias, aprobada por el Departamento de Educación de los EEUU.

“Ha habido quejas sobre la ACCJC por muchos años”, dijo Pechthalt. “Los colegios comunitarios por todo el estado temen perder sus acreditaciones, y empiezan a hacer todo lo que la ACCJC les manda a hacer”.

El Abogado de la Ciudad, Dennis Herrera. Foto James Fanucchi

Las personas involucradas en las actividades diarias de la universidad, incluyendo los administradores, el personal, los sindicatos de maestros y los estudiantes han alegado que la ACCJC creó una presencia de miedo para silenciarlos, hasta que una coalición de organizaciones unidas como el movimiento Save City College, comenzó a luchar en contra. Los miembros de dicha coalición viajaron a Washington, DC, para testificar en su contra, y en agosto de 2013, el Departamento de Educación (DOE) encontró a esta agencia culpable en relación con una serie de procedimientos de acreditación.

Esta crítica del Departamento de Educación contra la ACCJC se convirtió en la base para el argumento legal de Herrera contra ella. El DOE acusó a la ACCJC de la creación de un equipo de evaluación sin número suficiente de representantes académicos; violando los procedimientos de proceso, no proveyendo al CCSF una notificación adecuada de su estado de acreditación; y también en su defecto de distinguir la importante diferencia entre “recomendaciones” y “deficiencias”. También hubo denuncias de un aparente conflicto de intereses, ya que uno de los miembros del equipo visitante, Peter Crabtree, es esposo de la presidenta de la ACCJC, Barbara Beno.

Restauración en proceso
Según la oficina del Canciller del CCSF, Arthur Tyler, la universidad ha presentado una autoevaluación requerida a la ACCJC y está esperando una visita de 27 miembros del Equipo Visitantante de Restauración para esta semana. Después de que este equipo haga sus recomendaciones, la ACCJC votará en enero, extendiendo el estado de restauración y, de ser aprobado, establecerá una fecha tope de dos años para reparar todas las deficiencias de acreditación.

“Nosotros sentimos que hay un camino hacia adelante de cualquier manera”, dijo Jeff Hamilton, vice-canciller del CCSF. “Sin embargo, es importante entender que seguiremos acreditados en espera del resultado del proceso de restauración”.

—Traducción Fern Echevarria