Manifestantes ocupan la intersección de las calles Montgomery y Sutter durante una marcha para exigir poner fin a las deportaciones. Foto Derek Wozniak

Una protesta celebrada el 5 de abril contra la deportación continua de inmigrantes indocumentados durante la administración Obama terminó en 23 detenciones.

Los manifestantes rodearon la intersección de las calles Montgomery y Sutter sosteniendo mantas con imágenes del presidente y súplicas para poner fin a las deportaciones.

‘¡Sí se puede!’, fue el grito de guerra escuchado desde bancos y oficinas cercanas, mientras pastores, un rabino y activistas hablaron en contra de las leyes que arrancan violentamente a los padres de sus hijos.

“Todos los días mis nietos están angustiados porque no saben cuándo van a perder a sus padres”, dijo Gloria Esteva, una abuela cuya hija fue detenida en la protesta. “Somos madres universales. Queremos que el presidente vea que no estamos dispuestos a ser tratados con tanta humillación”.

Un grupo de activistas se sentó, con los brazos enlazados, al centro de la intersección cantando para que los escuchara el presidente Obama. Hubo una fuerte presencia policial en torno a los manifestantes. Veinte minutos después, la policía les pidió, uno por uno, que desistiera o sería arrestado. Ninguno se fue.

“Yo estaba en proceso de deportación. Me sentía desesperado. Casi me di por vencido en la escuela, casi me di por vencido en mi vida aquí en los EEUU”, dijo Putri Siti, de 20 años, miembro de Estudiantes Asiáticos para la Promoción de los Derechos de los Inmigrantes a través de la Educación (ASPIRE, en sus siglas en inglés). “Pensé que el país al que yo he estado llamando mi casa me rechazaba, rechazaba mi existencia”.

Tan sólo en 2011, 392,000 inmigrantes indocumentados fueron deportados —el 48% por violar las leyes de los EEUU— según el Departamento de Seguridad Nacional. Las deportaciones han aumentado de manera constante desde 2002.

“Esto es parte de una serie de operaciones nacionales”, dijo un miembro de la Coalición Bahía de SF por la Justicia de los Inmigrantes, que quiso permanecer en el anonimato. “Decir ‘ninguna deportación más’ y demandar que el presidente utilice la autoridad que tiene para detener el sufrimiento de las familias inmigrantes”.

La desobediencia civil ocurrida en el número 100 de la calle Montgomery era parte de las protestas que se realizaron en cuarenta ciudades, el sábado 5 de abril, bajo el lema ‘Ni una más’. Según el Centro de Investigación Aplicada, un grupo defensor de la reforma de la inmigración, más de 5,000 niños han quedado en hogares de acogida, como resultado de las deportaciones de sus padres.

Según las mismas fuentes, si las deportaciones continúan a este ritmo, el número es probable que aumente a 15,000 en los próximos cinco años.

Los manifestantes seguirán actuando mientras se incrementen las deportaciones. El descontento es seguro que alcance su punto máximo el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, una fecha que los defensores de los inmigrantes han elegido para expresar sus preocupaciones cada año desde 2006.

—Traducción Emilio Ramón