Un nuevo informe revela que, por recortes de presupuesto, los programas de nutrición financiados por el gobierno para este verano han alimentado sólo a uno de cada seis niños de bajos ingresos en los EEUU el pasado año.

El informe del Centro de Investigación y Acción Nutricional (FRAC por sus siglas en inglés), ‘El Hambre no toma vacaciones: informe del estado de la nutrición de verano 2010’, que fue dado a conocer el martes, descubrió que los recortes en educación han forzado a muchos estados y a gobiernos locales a lo largo del país a reducir o eliminar sus programas de escuelas de verano para niños.

Como resultado de ello, el informe declara que solamente 2,8 millones de niños participaron en los programas de nutrición de verano en julio del 2009 —alrededor de 73.000 niños menos que en julio del año 2008.

La disminución del año pasado revierte el aumento logrado desde el año 2007 al 2008, cuando la participación en los programas de nutrición de verano creció en casi 50.000 niños, declara el informe. Cabe destacar que muchos de los que abandonaron el programa fueron niños de bajos recursos en California.

“California tiene una gran disminución y afectó a las cifras a nivel nacional”, comentó James Weill, presidente del FRAC. Debido al extenso sistema de escuelas públicas en el estado, declaró, el número de estudiantes que abandonan los programas de almuerzos de verano en California constituye más de la mitad de la disminución a nivel nacional.

El informe también muestra que los estudiantes de California que necesitan almuerzos subsidiados durante el año escolar ha aumentado de 2,14 millones a 2,26 millones. Sin embargo, el número de niños inscritos en programas de nutrición de verano ha disminuido de 588.000 en el año 2008 a 510.000 el año pasado. Esto significa que sólo una quinta parte de los niños de California que se inscribieron durante el período regular del año escolar recibieron almuerzos subsidiados el pasado verano.

Matt Sharp, defensor adjunto de la organización Defensores de la Política Alimentaria en California (CFPA por sus siglas en inglés), que hace un seguimiento de la participación de nutrición de verano en cada condado, declaró que la reducción de comidas ha puesto en juego la salud de 1,9 millones de estudiantes de bajos recursos en el estado, la mayoría de ellos de minorías étnicas.

“Las comunidades minoritarias están desproporcionadamente en desventaja debido a la desaparición de escuelas de verano y la consecuente falta de recursos adecuados para una buena nutrición”, dijo Sharp, quien señaló que cerca del 60 por ciento de los participantes de los almuerzos gratis de verano son asiáticos, latinos y afro-americanos.

Agregó que la proporción de hogares que sufren de inseguridad alimentaria es mayor en hogares con menores ingresos (45 por ciento), comparado con el 31 por ciento de los hogares en general en el estado de California. Esto significa que la falta de acceso a los programas de verano ha creado una mayor presión alimentaria en los hogares de minorías.

En el año 2008, conforme al censo de los EEUU, sólo el 8,4 por ciento de los niños pobres en California eran blancos, mientras que el 27,5 por ciento eran afro-americanos y un 25,5 por ciento latinos. Muchos de ellos dependían de los almuerzos que recibían en la escuela cada día.

Más aún, la baja participación en los programas de nutrición de verano también ha causado que el estado de California haya perdido fondos federales destinados a proveer alimentos saludables a los niños. El informe encontró que el estado perdió $3,23 en fondos federales por cada almuerzo que no se pudo dar a niños de bajos ingresos en el verano de 2009.

Si la participación en California se duplicó el año pasado, alcanzando a dos quintas partes de los niños que lo necesitaban, el informe señala que el estado habría recibido $27 millones más en fondos federales tan sólo en el mes de julio.

Ambos, Weill y Sharp, hacen un llamado al Congreso de los EEUU para que apruebe el plan para la Reautorización de la Nutrición Infantil, que aumentaría el acceso de los niños a los almuerzos de verano, al rebajar los requerimientos de elegibilidad, aumentar la cantidad de reembolso, reducir el papeleo y los requerimientos administrativos para los proveedores comunitarios, y conceder subvenciones a los auspiciadores para que comiencen y expandan los costos para atraer nuevos proveedores de almuerzos al programa.

Mientras tanto, algunos padres de minorías étnicas creen que mejorar la calidad de las comidas es igual de importante.

Teresa Molina, madre de cinco, tienen dos hijos inscritos en los programas de almuerzos gratis a través del Distrito Escolar Unificado de San Francisco. Ella dice que sus hijos están felices de no tener almuerzos subsidiados durante el verano.

“No les gusta la comida. Ellos siempre llevan comida de la casa”, dice Molina.

El informe del FRAC incluye datos de participación de los 50 estados. Los cinco estados con la menor cantidad de programas de almuerzos de verano son Colorado, Louisiana, Kansas, Mississippi y Oklahoma, donde sólo un niño de cada 20 recibe almuerzos gratis durante el año escolar en los programas de verano.

—Traducción Paulina Ochoa