Ruth Mahaney, un miembro del colectivo de la librería Modern Times, ha trabajado en la tienda desde 1973

A inicios del verano, la librería Modern Times realizó un llamado público pidiendo ayuda. Debido a las dificultades económicas, el personal publicó una carta abierta en su página de internet pidiendo ayuda a la comunidad.

Según esta carta, que inicialmente enviaron sólo a los miembros asociados del colectivo, Modern Times necesita ayuda para mantenerse a flote hasta que lleguen los meses de otoño e invierno que son más lucrativos.

“El objetivo es llegar a esas fechas”, declaró Kermit Playfoot, coordinador de operaciones de Modern Times. “Entonces podemos comenzar un diálogo con la comunidad para efectuar los cambios pertinentes y para que esto no vuelva a ocurrir.”

No se ha hecho pública la cantidad de dinero que Modern Times necesita para subsistir. Sin embargo, el mal estado de sus finanzas se ha añadido a las dificultades que enfrentan los libreros independientes desde que Amazon, el gigante del internet, irrumpiera en el mercado a mediados de la década de los 90.

Según Hut Landon, director ejecutivo de la Asociación de Vendedores de Libros Independientes del Norte de California, además de la economía “Amazon continúa siendo el imperio maligno con su política de exención de impuestos de venta, lo que le proporciona una gran ventaja frente a sus competidores y cuesta al estado $100 millones de ingresos anuales”.

Ruth Mahaney, que comenzó a trabajar en Modern Times en el año 1973, declaró que aunque la precaria situación financiera ha afectado en conjunto a las librerías independientes, existen ciertos factores específicos que contribuyen a las dificultades económicas por las que está pasando Modern Times, como el incremento del precio del alquiler en la calle Valencia y la exigua venta de libros.

“No tenemos intención de cerrar, pero nos hallamos en una situación en la que necesitamos pedir ayuda a nuestra comunidad”, declaró Playfoot.

“Modern Times está buscando nuevas maneras de ahorrar dinero y estabilizar su seguridad financiera”, dijo Mahaney. Las opciones que se barajan actualmente son actividades para recaudar fondos, reexaminar los gastos, ofrecer más variedad en las actividades en la librería y escuchar qué ideas tiene la comunidad.

Conforme a Mahaney, su contrato de alquiler caducará el próximo mes de marzo, y no excluyen la posibilidad de mudarse a otro local para reducir el pago del alquiler.

“En el pasado siempre hemos hallado cómo arreglárnoslas para mantener las puertas abiertas”, dijo Mahaney.

La comunidad ha respondido al llamado de ayuda mediante la compra de libros, asistiendo a actividades del programa de presentaciones y donando dinero y libros usados.

“La respuesta ha sido apabullante y muy positiva”, dijo Playfoot. “La gente está respondiendo, y eso está muy bien, pero las palabras amables y el apoyo han sido maravillosos.”

Durante los últimos 39 años, la librería Modern Times ha satisfecho las necesidades de las comunidades hispano hablante y la de gays y lesbianas (LGBT por sus siglas en inglés).

Playfoot declaró que “eso ha sido más importante que la eficiencia a la hora de sacar beneficio”.

“Parte de lo que éramos y siempre hemos sido —y parte de la visión original— es que ayudaríamos a que se escuchasen las voces de aquellas personas a quienes no siempre se puede oír”, dijo Mahaney. “Una de las cosas que me preocupa es que si cerramos, sé que el mundo está pasando por momentos muy difíciles, y hay tantas cosas mal hechas, que es fácil deprimirse. Modern Times es como algo que está aguantando. Simboliza a una comunidad y a un movimiento que, de a veras, está luchando por la justicia”.

—Traducción Iñaki de Retana