Un autobús de Lava Mae ofrece su servicio a indigentes del barrio Tenderloin en San Francisco. Foto Adrian Pintor

Mientras la ciudad sigue desmantelando y destruyendo los campamentos de indigentes, y con cerca de 4,358 personas viviendo en las calles cada noche, una persona está tratando de aliviar la carga de esa población indigente.

Doniece Sandoval, tras haber visto las condiciones de las personas que viven en la calle, fundó Lava Mae, una organización que ofrece autobuses reacondicionados como duchas y baños para las personas sin hogar. Por sus esfuerzos, fue una de los seis reconocidos en los Hispanicize’s Positive Impact Awards, la reunión anual de periodistas latinos, empresarios de la tecnología y creadores de contenido digital.

“Un día caminé al lado de una mujer joven en la calle que lloraba porque nunca estaba aseada y pensé en cuáles serían sus posibilidades para asearse”, dijo Sandoval. “Regresé a casa esa noche, investigué y descubrí que sólo 16 duchas estaban disponibles para más de 3,500 personas sin hogar. Pensé en lo terrible que era eso. Vivimos en un país de primer mundo. San Francisco es una de las ciudades más opulentas del mundo y tenemos problemas con el agua y el saneamiento, lo cual es increíblemente sorprendente”.

Doniece Sandoval fue una de las seis galardonadas con el Hispanicize Positive Impact Award el 5 de abril en Miami. Sandoval fundó Lava Mae, una organización que provee autobuses reacondicionados como duchas y sanitarios al servicio de los indigentes. Courtesía of Hispanicize

Sandoval, de 53 años,  creció al sur de Texas, pero se mudó al área de la bahía en 1987.

El programa piloto se lanzó en junio de 2014 y desde que se formó, ha ofrecido 14 mil duchas.

Sin embargo, construir y echar a andar el programa fue un proceso largo ante el ayuntamiento, según Sandoval. Los autobuses, que estacionan en varias localidades de San Francisco, obtiene el agua de los hidrantes de la ciudad.

Sandoval empezó una campaña Indiegogo para recaudar fondos para los autobuses y mientras hacía eso, recibió siete mil solicitudes de información sobre cómo empezar este tipo de trabajo en otras partes del mundo como Zimbabwe y Honolulu.

Los autobuses usualmente cuentan con dos baños completos, donde las personas tienen acceso a toallas, artículos de tocador y duchas con una duración de 15 minutos (a menos que  la persona tenga una discapacidad, en ese caso dispone de más tiempo).

Al principio Sandoval visualizó que los autobuses tuvieran seis duchas, pero después de hablar con personas y conocer las necesidades de la comunidad, decidió instalar dos en cada uno.

“Si eres una persona sin hogar, dos cosas son ciertas: primero, nunca tienes un momento de privacidad, y dos, si eres una mujer o LGBTQ, son muy frecuentes los incidentes de ataque en espacios que cuentan con múltiples duchas”, dijo Sandoval. “Así que, queríamos asegurar privacidad y seguridad”.

Los autobuses tienen un horario fijo cada semana, yendo a barrios como la Misión, Tenderloin, Civic Center, Castro, y Haight.

“Mucha gente se cree el estereotipo de que las personas son indigentes porque quieren serlo”, dijo Sandoval. “Vemos a personas que son miembros de familias trabajadoras, padres que tienen trabajos a tiempo completo, que tienen niños en la escuela primaria y están viviendo en un coche porque no pueden pagar el alquiler y no pueden ahorrar bastante para salir del área y empezar de nuevo. Vemos a personas mayores ser echadas de sus casas a los 80 o 90 años de edad, sin ninguna red de seguridad”.

Sandoval quiere expandir Lava Mae a San José y servir a 30 mil personas antes de que finalice 2020.

“Lo que esperamos es que las personas reconozcan que somos lo mismo y que solo hay una línea delgada que nos separa, y que necesitamos tratarnos entre nosotros con humanidad y dignidad”, dijo Sandoval. “Necesitamos pensar en soluciones que no dejen a las personas en la calle y que satisfagan las necesidades básicas de las personas”.

—Traducción Eleni Stephanides