César y Helen Chávez. Foto Adam S, Flickr/Creative Commons

Helen Chávez, esposa de César Chávez, estuvo rodeada por su familia en el Hospital de la Comunidad de San Joaquín al fallecer de causas naturales el 6 de junio, a la edad de 88 años.

Conocida por ser humilde y tranquila en público, la determinación feroz de la señora Chávez fue vital para ayudar a su marido al reclutar a miles en la formación del United Farm Workers of America (UFW), el más perdurable sindicato de trabajadores agrícolas en la actualidad.

La señora Chávez era tímida y cedió pocas entrevistas, pero dijo al diario Los Angeles Times en 1976: “Quiero ver la justicia para los trabajadores del campo. Yo fui trabajadora del campo y sé lo que se siente trabajar en él”.

A pesar de ser buena estudiante, abandonó la Delano High School en su segundo año para ayudar a mantener a su familia, esto según informó un comunicado de la UFW. Helen conoció a César a mediados de la década de 1940 en una tienda de la malta y se casaron en 1948, después de que él obtuvo su liberación de la Marina.

La pareja dejó una vida cómoda de clase media en el Este de Los Ángeles en 1962, para volver a Delano para comenzar a organizar a los trabajadores agrícolas y, luego, fundar la UFW.

Helen Chávez trabajó en el campo recogiendo uva mientras que su marido organizó y construyó el nuevo sindicato. Ella terminó convirtiéndose en la administradora a tiempo completo de la cooperativa de crédito y siguió como encargada del registro financiero por más de 20 años.

“Tranquila y humilde pero de firme determinación y fuerza de voluntad, Helen no hablaba en público, pero mantuvo sus profundas convicciones”, se lee en el comunicado. “En septiembre de 1965, mientras que el sindicato formado por César debatía entre unirse o no a la huelga de la uva comenzada ese mes por los miembros del sindicato filipino, Helen, a su tranquila y sensata manera instaló el debate preguntando, ‘¿Somos un sindicato o no?”

Hoy en día, a más de dos décadas de la aprobación de César Chávez, el UFW sigue organizado en las principales industrias agrícolas de todo el país y ha visto docenas de victorias clave en el contrato sindical.

Recientemente, la señora Chávez abogó por una reforma migratoria. Mientras caminaba hacia la tumba de su marido en Keene, California en 2012, le preguntó al presidente Barack Obama: “Señor Presidente, ¿promete que hará algo respecto a la reforma migratoria?”

“Sí, señora Chávez”, respondió el presidente, “prometo que lo haré”.

A la señora Chávez le sobreviven siete hijos, 31 nietos y 16 bisnietos. Se rezó un rosario y llevó a cabo una vigilia toda la noche del domingo 12 de junio en el mismo lugar donde fue sepultado su marido.

El 13 de junio, la señora de Chávez fue sepultada al lado de su marido en el Jardín Memorial del Monumento Nacional César E. Chávez, en Keene.