Nota del editor: legislación firmada por el gobernador de California Arnold Schwarzenegger ha dado a la Agencia Municipal de Transporte de San Francisco una considerable cantidad de dinero proveniente de un impuesto a la gasolina que podría posponer un incremento de los precios del transporte y reducciones en el servicio. MUNI recibirá aproximadamente $36 millones del estado en los próximos 90 días, y otros $31 millones para el año fiscal que comenzará el 1 de Julio de 2011.

El pasado 2 de marzo, la Agencia de Transporte Municipal de San Francisco (SFMTA por sus siglas en inglés) no expresó interés en hacer recortes adicionales al MUNI pero consideró varias opciones presentadas por el departamento de Planificación e Investigación Urbana (SPUR por sus siglas en inglés) para prepararse para un déficit de $56,4 y $45 millones para los próximos dos años fiscales.

Las recomendaciones del SPUR incluye una más estricta aplicación de los parquímetros y una consolidación de las paradas de autobús, además de otras 26 recomendaciones hechas por el director ejecutivo de SPUR Gabriel Metcalf.

La junta rectora del SFMTA se retractó a la hora de incrementar más aún el precio del pase mensual del MUNI a ancianos, personas con minusvalías y jóvenes, después de enfrentarse a cientos de manifestantes enojados el pasado 26 de febrero durante una reunión en la alcaldía.

Después de casi 4 horas de comentarios públicos, la reunión terminó con una pequeña victoria para los oponentes del incremento de las tarifas. Aunque las tarifas mensuales para ancianos, personas con minusvalías y jóvenes van a incrementar $5 en mayo, la junta rectora del MTA aprobó por 4 votos a 3 para poner fin a la proposición que hubiera vuelto a incrementar la tarifa para el año que viene.

“Esta es una cosa muy incómoda de votar para todos nosotros”, dijo Bruce Oka, presidente de la SFMTA.

Se incrementarán las esperas entre los viajeros para todas las rutas menos diez rutas a lo largo y ancho de la ciudad con excepción de los tranvías. Los recortes incluyen líneas de autobús que dan servicio al barrio de la Misión con reducciones en la frecuencia, cambios de ruta y cortes de servicio más tempranos en la noche para las líneas 14, 47 y 49. La junta estaba dividida a la hora de aprobar los recortes en el servicio y denegar los incrementos de tarifas para grupos “vulnerables”. Conforme a Judson True, vocero del SFMTA, ambas medidas están diseñadas para ayudar a la junta a balancear un déficit en el presupuesto de al menos $16,9 millones.

Algunos miembros de la junta dijeron que los recortes al servicio podrían haberse evitado si el Sindicato de Trabajadores de la Construcción (TWU por sus siglas en inglés) habían aceptado concesiones a su contrato presentados en febrero.

“Si el sindicato hubiese aceptado las concesiones, es posible que la junta modificase su voto el martes y dejar ir los recortes”, dijo True. “Pero ya no hay vuelta atrás”.

El presidente del TWU Local 250-A, Irwin Lum, estaba parado frente a la junta vistiendo una camiseta color naranja en favor del MUNI bajo su chaqueta del saco. Lum reclamó que la junta ha utilizado consistentemente al TWU como chivo expiatorio de su crisis financiera y ha retado a la agencia para responder por $400 millones de su presupuesto, sospechosos de haber subido los sueldos de los encargados.

“Creemos que se está utilizando a la MTA como un cajero automático y como una vaquita de dinero para los presupuestos de otros departamentos de la alcaldía que nada tienen que ver con transportar a los pasajeros”, dijo Lum. “Acusar a los conductores y nuestro sindicato está muy mal hecho. Nosotros no tomamos las decisiones que afectan cómo se gestiona la agencia”.

En mayo, la MTA comenzará con el despido de 230 empleados hasta fin de año, conforme a True, incluyendo a 176 conductores.

Walter Scot, secretario y tesorero de la TWU, urgió a la junta a reducir a los salarios de administradores y otros empleados con pagas altas para poder preservar servicios.

Scot y otros miembros del sindicato mostraron pancartas y camisetas diciendo ¡“Recorten de arriba”!

Muchas de las personas que intervinieron durante la sesión de comentario público pusieron en cuestión la integridad de la MTA, por cambiado la fecha de la reunión a última hora sin avisar y por haberla convocado en el piso más alto de la alcaldía. Cientos de personas, con minusvalías y trabajadores del sindicato no pudieron sino acomodarse en una sala destinada a la gente que ya no cabía en la sala de reuniones en el piso de abajo. Varias personas que no hablaban inglés no pudieon tomar parte en la runion.

Personas como Kathy Russo, del Advisory Council to the San Francisco Commission on Aging and Adult Services, expresó su disgusto por la falta de comprensión por parte de los encargados del MUNI para con las personas con minusvalías y viejitos de la comunidad. Russo, como muchas otras personas, no pudo sino arreglárselas con una disponibilidad reducida de servicios a bajo costo mientras su ayuda del seguro social se mantiene igual.

“Muchos ancianos y personas con minusvalías están viviendo al borde de una situación apremiante para la sociedad y la institucionalización”, dijo Russo. “Además, usarlos como moneda de cambio es menosprecio e inaceptable”.

Otras personas como Donaji Lona de POWER (People Organized to Win Employment Rights), una organización ubicada en la Misión y en el barrio Bayview, enfocada en traer cambio social a aquellas personas más afectadas por los problemas de personas de bajos ingresos y clases trabajadoras, recordaron a la junta haga la necesidad pública por el transporte público accesible a toda la comunidad. En una de los pocos momentos tranquilos de la reunión, Lona regañó a los miembros de la junta por su escandaloso desprecio hacia las preocupaciones de las comunidades de clase trabajadora.

“La policía está aterrorizando a la gente en los autobuses en mi comunidad y poniendo multas a aquellas personas que no podían permitirse comprarse una tarjeta mensual para empezar”, dijo Lona. “Estamos descubriendo que se está poniendo multas sólo a comunidades de color. Estas multas son prueba del racismo en nuestra ciudad. ¡Ya basta!”

—Traducción Joseba Garmendia