La alcaldesa London Breed anunció el 11 de junio que la Ciudad destinará el proyecto 1515 de South Van Ness a vivienda accesible. Foto: David Mamaril Horowitz

La propuesta controversial para el desarrollo de viviendas ubicado en el 1515 de la avenida South Van Ness (apodado por sus detractores como ‘el desastre titánico de South Van Ness’), parece haberse convertido esta semana en una gran victoria para los activistas de vivienda de la Misión.

Después de años de protestas de la comunidad en contra del proyecto, la alcaldesa London Breed anunció el 11 de junio que la ciudad adquirió la propiedad del desarrollador inmobiliario Lennar Multifamily Communities LLC. En el sitio actualmente desocupado de casi 3 mil metros cuadrados, San Francisco va a “potencialmente construir 150 nuevas unidades familiares” —todas permanentemente costeables y probablemente sirviendo a familias que ganen entre 35 y 80 por ciento del ingreso medio en la zona, de acuerdo al comunicado de prensa de la oficina de la alcaldesa.

Las unidades económicas, las cuales se unirán a otras novecientas actualmente en construcción en la Misión, serán pagadas por los reembolsos de impuestos a la propiedad, así como por el fondo JumpStart de la Comisión Metropolitana de Transporte, de acuerdo con dicho comunicado.

“Si no queremos que San Francisco continúe cambiando de manera tan significativa, donde ya no reconocemos a los vecindarios, vamos a tener que hacer una inversión agresiva en vivienda económica”, dijo Breed y agregó: “De eso se trata el día de hoy”.

Roberto Hernández, originario de San Francisco, quien dirige la campaña “Our Mission No Eviction” (Nuestra Misión sin desalojo), ha esperado cinco años para este anuncio. “Mantuve mi mirada en él y nunca vi la grúa venir a excavar un hoyo”, dijo Hernández. “Eso me dio esperanzas”.

Protestar en contra del desarrollo parecía, hasta hace poco, una causa perdida. Luego de que miembros de la comunidad rechazaran en repetidas ocasiones la propuesta del proyecto de Lennar de 157 unidades, el desarrollador propuso incluir 25 por ciento de vivienda económica, pagar $1 millón a un distrito cultural y ofrecer espacios a nivel de piso más económicos.

La Junta de Supervisores finalmente aprobó el proyecto en 2017, pero nunca comenzó su construcción. Hernández ha visto el cambio del vecindario a través de los años, con amigos siendo forzados a irse. Luego de recientemente participar en un tour por la Misión de low-rider junto con Breed, en un punto se detuvieron en el 1515 de la avenida Van Ness.

Myrna Melgar, presidenta de la Comisión de Planeación de San Francisco, también reafirmó la importancia de proveer vivienda económica: “Quiero a mi familia cerca; quiero a mi comunidad alrededor mío. Es lo que hace que valga la pena vivir”, dijo Melgar. “Creo que no hay nada más importante ahora que construir vivienda económica”.

Breed aprovechó la oportunidad para impulsar el bono, propuesto por ella y el presidente de la Junta de Supervisores, Norman Yee, de $600 millones para vivienda económica, el cual estará en la boleta electoral este noviembre: “Tenemos el dinero para comprar el terreno, pero necesitamos recursos para construirlo”, dijo Breed. “Nuestro futuro depende de ello. No quiero lo que nos pasó a tantos de nosotros que crecimos en esta ciudad: nacimos y fuimos criados aquí, y luego nos volteamos y miramos, y nos quedamos preguntando, ‘Dónde está nuestra comunidad?’”

Una vez que la Junta apruebe la compra del terreno —y se identifique el financiamiento para la construcción—, San Francisco elegirá un desarrollador para dirigir el proyecto. Una vez completado, será el octavo proyecto de vivienda económica en la Misión, llevando el conteo de unidades económicas del vecindario a más de mil.