Blanca Reyes, quien ha vivido en la Misión durante 14 años, comparte su historia de desalojo. Foto Joeline Navarro

Cientos de personas se reunieron el sábado 8 de febrero en la convención de inquilinos de la ciudad, para discutir la actual ‘epidemia de desalojos’ y elaborar un plan que ponga fin a los desalojos de viviendas.

La cafetería de la Escuela de la Comunidad de Tenderloin abrió sus puertas a los miembros de la comunidad para reunir a los ciudadanos preocupados por la actual crisis de la vivienda.

“Sabíamos que habría muchos de ustedes … Realmente les agradezco por  venir un sábado lluvioso a ser parte de esta coyuntura absolutamente histórica”, dijo Sara Shortt, directora ejecutiva del Comité del Derecho a la Vivienda de San Francisco. “Así es como se muestra la solidaridad como inquilino”.

La reunión fue la culminación de una serie de convenciones en diversos barrios de la ciudad —Chinatown, Misión/Excelsior, Castro, Haight y Richmond, SoMa y Tenderloin— que tuvieron lugar durante los últimos cuatro meses.

Proyecto de cartografía
anti-desalojo
Una división del Sindicato de Inquilinos de San Francisco ubicado en las calles 21 y Capp; el Proyecto de cartografía anti-desalojo, recoge datos de los desalojos en el Área de la Bahía de San Francisco.Los desalojos se muestran en la web como puntos en un mapa —cuantos más desalojos hay en una zona, más vivo se muestra el punto en la pantalla.Cada desalojo representado incluye información sobre los ingresos, raza, orientación sexual y edad de los desalojados, así como el tipo de acoso (en su caso), a dónde se han mudado y el nombre del casero que llevó a cabo el desalojo. Los desalojos han sido cartografiados desde 1997.Aunque es sobre todo una herramienta en línea, el proyecto también dice algo importante para conseguir visibilidad en las calles —el ‘stencil’ de una maleta con las palabras ‘Los inquilinos fueron expulsados’ puede verse impreso en las aceras frente a los edificios donde se ha desalojado a los inquilinos.

Uno de sus actuales proyectos en línea es mantener una base de datos de los caseros de San Francisco —incluyendo a Sergio Lantorno, conocido por entregar al residente de la Misión, René Yánez y su familia, una notificación de desalojo de la Ley Ellis durante el verano de 2013, además de haber ‘Elliseado’ a otras 19 unidades y haber desalojado a 41 inquilinos.

Descubra más en https://antievictionmappingproject.net

—Traducción Emilio Ramón

“¿La ciudad de quién? ¡Nuestra ciudad! ¿Las casas de quién? ¡Nuestras casas!”, coreaba la multitud, turnándose en inglés, español y luego en cantonés. “¡Basta ya! ¡No más desalojos! ¡Basta ya!”

El objetivo final de este proceso de meses es votar propuestas legislativas que se presentarán a los supervisores para que ellos consideren a la hora de manejar la crisis de la vivienda.

“Nuestra máxima prioridad es (saber) cómo podemos hacer algún tipo de legislación sólida”, dijo Shortt. “(Ello) ayudará a que no se desaloje a la gente en esta ciudad y se la mantenga en sus hogares”.

En seis meses, los alquileres en la ciudad han subido un 24% y, desde el 2011, el 72%, de acuerdo con Ted Gullicksen, director ejecutivo del Sindicato de Inquilinos de San Francisco. “Y todavía siguen subiendo en estos momentos”, dijo Gullicksen.

Según Gullicksen, los desalojos de la Ley Ellis, basada en una ley estatal de California de 1985 que permite a los caseros desalojar a sus inquilinos con el fin de revender la propiedad, se han cuadruplicado desde 2011. La mayoría de los inquilinos son desalojados por las amenazas y las compras de Ellis, donde hay cerca de cinco compras por cada desalojo real de Ellis. Los desalojos en los que se instala el casero han subido un 125% desde el 2011, el 60% desde el año pasado. Los desalojos por demolición han subido hasta el 149% desde 2011, y hasta un 200% desde el año pasado.

“Estamos en una crisis enorme, y por eso estamos aquí para hacer algo al respecto”, dijo Gullicksen.

Mike Casey, de SEIU Local 2, habló del panorama general.

“Todos sabemos que una sociedad segregada y dividida es malo para la comunidad en general —que es la amenaza que enfrentamos en este momento”, dijo Casey. “un 40% más de familias trabajadoras están abandonando la ciudad en relación con los que vienen a la misma. Esto da lugar a cambios demográficos que desplazan la propia cultura y la política de protesta en esta ciudad”.

Una madre y cuidadora de ancianos, Blanca Reyes, vive en la Misión, uno de los barrios más afectados por la crisis inmobiliaria. Ella se enfrenta a la amenaza de un desalojo de la Ley Ellis. Le ofrecieron $25.000 y dos meses de plazo para abandonar su hogar de más de 14 años.

“No voy a aceptar el dinero”, dijo Reyes. “Yo no voy a ninguna parte”.

Una vez que hubo terminado la presentación inicial, los asistentes fueron distribuidos en pequeños grupos para discutir y decidir las propuestas que les gustaría ver reflejadas en la legislación.

Las comparecencias de los supervisores Ávalos, Campos, Chiu, Cohen, Kim y Mar componen seis de los once de la Junta de Supervisores.

La Coalición Anti-Desplazamiento fue el principal patrocinador del evento. Otros patrocinadores del evento también englobaron al Comité Derecho a la Vivienda de San Francisco, SEIU Local 2, Causa Justa, Sindicato de Inquilinos, Centro de Desarrollo Comunitario de Chinatown, Colaboración de Defensa contra el Desalojo y San Francisco Sin Desalojos.