El reto de encontrar un equilibrio entre la protección medioambiental y proporcionar un uso recreativo para un parque de la ciudad, es el centro del debate actual sobre una propuesta para construir un campo de disc golf en el parque McLaren —el segundo parque más grande de la ciudad, ubicado en el barrio de Ingleside.

El Club de Disc Golf de San Francisco y el Departamento de Recreación y Parques tienen planes para construir y mantener privadamente un campo de golf de 18 hoyos que estará abierto al público. Pero la oposición de algunos usuarios del parque y vecinos —incluyendo un grupo de paseadores de perros con mucha influencia— han logrado suspender los planes sin fecha de reactivación. Arguyen que el campo de golf amenaza un área de 60 acres designada para pasear perros sin necesidad de tenerlos con collar.

El disc golf es un deporte para mantenerse en forma que se está haciendo muy popular. Se juega igual que el golf tradicional, pero en lugar de golpear las bolas con palos, los jugadores lanzan pequeños discos voladores tipo Frisbee desde una superficie de cemento y tratan de introducirlos en unas cestas de metal suspendidas de unos postes.

La controvertida idea de tener un campo de disc golf en el parque McLaren no es nueva. En el año 1997, el Club de Disc Golf de San Francisco (SFDGC por sus siglas en inglés) propuso un campo de 27 hoyos para el parque. Luego de confrontar una fuerte oposición de la comunidad, decidieron retirar la propuesta preliminar.

Pero en 2005, el SFDGC recibió la aprobación de la Comisión de Parques de la Alcaldía para construir un campo en los parques Golden Gate y McLaren. El campo del parque Golden Gate abrió sus puertas en 2007 de manera temporal. Tuvo éxito suficiente como para convertirse en permanente. Un sábado cualquiera, acuden entre 300 y 400 jugadores.

“Queremos ser una parte positiva de la comunidad del parque McLaren. No es algo que queremos forzar a la gente a tragar”, dijo Jeffrey Bowling, antiguo presidente del SFDFG. Además de estar a cargo del proyecto del parque McLaren, también reside en el área.

Bowling dice que cree que traer disc golf es una gran oportunidad para el parque McLaren. Debido a que todo, desde la construcción al mantenimiento, lo pagará el SFDGC, a la alcaldía no le costará nada y será gratis para el público, incluyendo las escuelas locales que planean participen de él. Cree que si el campo se construyera, la comunidad lo aceptaría.

“Es una asociación única”, dijo, citando los recortes en los programas a lo largo y ancho de la ciudad. “Es un regalo para la alcaldía.”

La Asociación de Disc Golf informa que hay aproximadamente 3.000 campos de disc golf en los EEUU.

‘Salvemos el parque McLaren’ (SMP por sus siglas en inglés) es un grupo comunitario que se formó luego de que algunos usuarios del parque supieran del asunto del campo de disc golf. Ellos, junto con otros vecinos, estaban descontentos con el aparente “hecho consumado” e insuficiente información pública.

Aunque algunos vecinos y usuarios del parque no están categóricamente en contra del campo de disc golf y desearían más aportación de la comunidad, la posición del SMP es firme de todos modos.

“No tenemos ningún problema con el juego en sí, pero tenemos claro que un campo de disc golf no es compatible con el uso del parque McLaren”, dijo Ken McGary, vocero del SMP.

McGary, que también reside cerca del parque y tiene un perro, dijo que las dos mayores razones para oponerse son, a su entender, que el campo de disc golf implicaría un cambio “radical” del carácter del parque e impactaría el medioambiente.

La esquina nororiental del parque de 317 acres conocida como Yosemite Marsh, designada “zona importante de recursos naturales” por la alcaldía en 1995, es el hábitat de especies nativas como la libélula Forktail Damselfly y la planta Flowering Quillwort de San Francisco.

“El parque Golden Gate es un tipo de parque diferente. Es más urbano —hay más actividad. El parque McLaren es el último parque sin explotar de San Francisco y tiene un estilo campestre, con sus pájaros y plantas nativas”, dijo.

McGary también declaró que, a pesar de las declaraciones sobre el éxito del campo del parque Golden Gate, ha habido un daño medioambiental. Dijo que los discos son como “Frisbees en esteroides” que dañan los árboles, lo que obliga a instalar protectores de árboles. La cubierta vegetal natural y las plantas silvestres terminan siendo pisoteadas; los pájaros y la fauna en general no tendrían otro lugar a donde ir.

También expresó preocupaciones sobre la seguridad de los transeuntes, que podrían convertirse en víctimas de discos que viajan a “velocidades de autopista”.

Otro asunto delicado es el del área de 60 acres que se usa para pasear a perros sin necesidad de correa. El plan actual muestra que las personas que pasean a sus perros y los jugadores de disc golf sólo tendrían que compartir el 20 por ciento de este área.

McGary argumenta que el plan propuesto es engañoso, y que se necesitarían nuevos senderos, callecitas de golf e infraestructura que ocuparía un pedazo del área significativamente mayor.

Bowling dijo que simpatiza y está de acuerdo con los vecinos sobre la falta de información pública y planificación, pero añadió que mucha de la preocupación no tiene fundamento debido a la mala información. Algunos usuarios del parque tienen la idea equivocada de que se perdería toda la zona para perros sin correa, dijo.

Dijo que afirmaciones falsas de la oposición “pueden enfurecerle a uno”. Bowling reconoce, sin embargo, que la oposición ha hecho un gran trabajo al hacer público su mensaje y ganar apoyo.

“Tenemos que hacer un mejor trabajo para que se oigan las voces de otros miembros de la zona”, dijo Bowling.

También citó procedimientos gubernamentales, cambios internos dentro de la Comisión de Parques en los pasados años y la duración de la construcción del campo del parque Golden Gate como responsables en los retrasos en la comunicación. La construcción del campo costó aproximadamente $70.000 y requirió de más de 4.600 horas de trabajo de un grupo de 200 voluntarios.

Bowling dijo que no hay una agenda política oculta para construir el campo, como algunos de los oponentes afirman.

A pesar de los desencuentros —reales o ficticios— el SFDGC, junto con el Departamento de Parques y Recreación, y la oposición de grupos como SMP, están de acuerdo en que se necesita más aportación de la comunidad y hacerla pública. John Avalos, supervisor del distrito 11, actualmente está involucrado en unificar a los dos grupos enfrentados, pero por ahora no se ha anunciado ninguna fecha para las juntas.

—Traducción Emilio Ramón