Las peticiones cada vez más desesperadas de los trabajadores de la salud y las autoridades públicas por donaciones de mascarillas y otros equipos de protección son un signo inquietante de lo poco preparados que están los hospitales estadounidenses para la pandemia por COVID-19.

La doctora Alison Cooke, subdirectora de medicina hospitalaria de Kaiser Permanente-San Francisco, advirtió recientemente que su institución tenía menos de una semana de suministro de mascarillas para personal médico y enfermeras. “Si tiene mascarillas o gafas de seguridad en casa, considere dárselas a su enfermera y médico vecino”, escribió en el sitio de redes sociales Nextdoor.

El viernes, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, instó a las oficinas médicas no esenciales y otros negocios a donar su equipo de protección a los hospitales. Andy Slavitt, ex funcionario federal de salud, tuiteó una solicitud a los dentistas, pintores, contratistas y cirujanos plásticos, para dar “todo lo que tiene” en forma de mascarillas, guantes o termómetros a los hospitales locales.

A medida que disminuyen los suministros de equipo de protección crítico, las enfermeras y los médicos están limpiando y reutilizando los suministros que normalmente tiran después de un uso. En las redes sociales, los trabajadores de salud piden suministros bajo el hashtag #GetMePPE, usando la abreviatura de la profesión médica “equipo de protección personal”.

Las autoridades están lanzando equipos de protección personal de la Reserva Nacional Estratégica, y fabricantes como Honeywell y 3M han impulsado la producción de suministros médicos críticos. Pero por ahora, eso no es suficiente. Entonces, organizaciones benéficas, corporaciones y estadounidenses comunes están dando un paso adelante, donando todo, desde máscaras N95 hasta batas de hospital, toallitas desinfectantes y desinfectante para manos.

Equipo de protección que necesitan los profesionales de la salud: 

Cortesía: Donateppe.org
  • Guantes desechables
  • Mascarillas desechables
  • Mascarillas respiratorias N-25
  • Batas desechables
  • Respiradores purificadores de aire (PAPR)
  • Protectores faciales y gafas
  • Ropa quirúrgica
  • Protectores de calzado
  • Toallas y líquidos desinfectantes
  • Limpiadores de manos de uso general

Si desea ayudar, aquí hay algunas respuestas a las preguntas que podría tener:

¿Por qué hay tanta escasez de mascarillas y otros equipos de protección?

El temor surgido ante el COVID-19 está generando una demanda que supera con creces la oferta. Debido a que nadie tiene inmunidad al nuevo virus, los médicos y las enfermeras son cautelosos al utilizar equipo de protección cuando ven a cualquier paciente con síntomas respiratorios o fiebre, aunque la mayoría no tengan COVID-19.

Al mismo tiempo, la compra por pánico de mascarillas N95 y otros equipos, ha reducido los suministros disponibles. Algunas personas incluso han robado mascarillas quirúrgicas y desinfectante para manos en clínicas. Ahora, con más de 35 mil casos confirmados de coronavirus en los EEUU, a partir del lunes por la mañana y la cifra en aumento, los funcionarios de salud pública temen que los hospitales pronto se vean abrumados con pacientes, lo que aumentaría aún más la demanda de equipo de protección.

La cadena de suministro de equipos médicos depende en gran medida de fábricas en el extranjero, principalmente en China y Taiwán, cada vez más controladas por sus gobiernos para uso doméstico. Y la escasez de la tela y otras materias primas utilizadas para hacer las mascarillas comienzan a ser un problema. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU emitieron una sombría guía para los hospitales que enfrentan escasez, incluido el uso de mascarillas caseras. El Sistema de Salud Deaconess en Indiana recientemente le pidió al público coser y donar mascarillas que cumplan con los protocolos de los CDC, al igual que los hospitales de Providence en el estado de Washington.

¿Qué puedo hacer para ayudar?

Ya sea que desee donar los suministros que tiene en su hogar o en su empresa, consulte un sitio web lanzado recientemente, getusppe.org, que enumera hospitales que necesitan equipo de protección en al menos 41 estados y brinda instrucciones específicas, incluidos puntos de entrega.

Si no encuentra su hospital local en ese sitio web, intente comunicarse con el administrador de suministros del hospital para ver qué es lo que más necesitan. Sin embargo, en momentos como estos, puede ser difícil llegar al personal del hospital. Si su hospital local es una organización sin fines de lucro o administrada por el condado, verifique si tiene una fundación o una organización benéfica que pueda estar organizando donaciones.

En el condado de Santa Clara, California, la fundación benéfica para el vasto sistema de red de seguridad pública del condado, compuesto por tres hospitales y once clínicas, lanzó una campaña a través de las redes sociales y en su sitio web que ha acumulado decenas de miles de mascarillas, guantes y batas, así como miles de botellas de desinfectante para manos, dijo Chris Wilder, director de la Fundación Valley Medical Center.

“Ha sido muy alentador. La generosidad ha sido muy fuerte”, dijo Wilder, quien ahora solicita equipos electromecánicos como concentradores de oxígeno y ventiladores.

Si no puede comunicarse con un funcionario o una fundación del hospital, pregunte a los trabajadores de la salud que saben lo que necesitan. Cyrus Farivar, un reportero de NBC News con sede en Oakland, California, reunió donaciones de sus vecinos para entregar a una enfermera de Kaiser Permanente.

También intente ponerse en contacto con la oficina de operaciones de emergencia de su gobierno local, que puede ser el centro de donaciones en su área, sugirió Cathy Chidester, quien dirige la agencia de servicios médicos de emergencia del condado de Los Ángeles.

¿Qué es lo que más necesitan los hospitales?

Chidester dijo que muchos hospitales y socorristas buscan mascarillas, guantes y protectores faciales de grado médico. Y, dijo, no olvidar las donaciones de sangre, que disminuyen a medida que proliferan las órdenes de toque de queda. Visite el sitio web de la Cruz Roja Americana para ver los sitios de donación en su área.

Lo que los hospitales no necesitan son: cantidades extremadamente pequeñas o suministros sin empaquetar, usados o vencidos. Si todo lo que tiene son dos mascarillas N95 sueltas, de edad desconocida, que encontró en su taller del sótano, no se moleste en donarlas.

¿Qué ayuda ha llegado hasta ahora?

La organización de ayuda humanitaria Direct Relief, con sede en Santa Bárbara, California, ha distribuido decenas de miles de mascarillas y otros equipos de protección personal a más de mil proveedores de servicios de salud, con la ayuda de $5.5 millones en donaciones de la Fundación Clorox Co. y Verizon.

Durante los incendios forestales que asolaron Australia a fines de 2019 y principios de este año, la organización benéfica trabajó con una fábrica china para fabricar las mascarillas y acumuló 1.5 millones de ellas. Ahora, está tratando de obtener más. “Pensamos que era mucho”, dijo Tony Morain, un portavoz de Direct Relief. “Poco sabíamos”, concluyó. Direct Relief ahora acepta donaciones de equipo de protección.

En California, la consultora política Kate Catherall creó un Google Doc para recolectar suministros para donaciones a granel a hospitales.

Entre otras donaciones, IBM contribuyó con 15 mil mascarillas a los hospitales públicos del condado de Santa Clara, dijo Wilder. Durante el fin de semana, Apple se comprometió a donar millones de mascarillas a los hospitales, y Pacific Gas & Electric dijo que donaría 950 mil. A nivel nacional, algunos dentistas que están cerrando sus consultorios han donado cajas de mascarillas y guantes en los hospitales locales.

¿Debo donar dinero en efectivo a crowdsourced u otras campañas de donantes que estoy viendo en línea?

Sea cauteloso. Si bien hay algunas campañas legítimas organizadas por personas bien intencionadas en sitios de crowdfunding como GoFundMe, también hay posibles estafas. 

Kaiser Health News (KHN) es un servicio nacional de noticias sobre políticas de salud. Es un programa editorial independiente de la Henry J. Kaiser Family Foundation que no está afiliado a Kaiser Permanente.