El 15 de febrero en San Francisco, un grupo de autores latinx participaron en un panel público donde se discutió la mala gestión de la literatura latinx en la gran industria editorial.

La autora colombiana-san franciscana Juliana Delgado Lopera presidió el panel en la librería Alley Cat Books, que fue organizado por Dignidad Literaria, una organización de escritores latinx independientes fundada por los autores Roberto Lovato, Myriam Gurba y David Bowles. El grupo se formó en respuesta a un controvertido libro escrito por una autora blanca, en donde describe la experiencia de migrantes mexicanos que cruzan la frontera ilegalmente.

Lopera presentó a la escritora latina, Ingrid Rojas Contreras, quien comentó sobre dicho libro en su artículo titulado: “No hay nada emocionante sobre el trauma”. Rojas Contreras describió el libro como un ejemplo de “porno traumático”, la tendencia a representar a personas que luchan contra la pobreza o violencia como algo emocionante o entretenido, generalmente la representación la hace alguien que no ha experimentado la lucha.

Pero en lugar de centrar la conversación en el trabajo de la autora de dicho libro (quien no se identifica como latina), el cofundador de Dignidad Literaria, Lovato, aprovechó la oportunidad para discutir un tema mayor y apremiante: la discriminación de la literatura de latinx por parte de los altos ejecutivos de la industria editorial. El panel discutió la importancia y abundancia de la literatura latina actual.

(Desde la izquierda) Roberto Lovato, Ingrid Rojas Contreras, Juliana Delgado Lopera, Carolina de Robertis y Aya de Léon en la apertura de Hoy! Dignidad Literaria en el Área de la Bahía, un panel llevado a cabo en la librería Alley Cat Books el 15 de febrero. Foto: Jordi Molina

“Estamos aquí por dignidad literaria”, dijo la panelista, autora y profesora de redacción creativa de la SF State, Carolina de Robertis. “Puede parecer que estamos aquí debido a la controversia sobre un libro en particular. Es mucho más que un libro”.

La panelista, quien también es artista e ícono de ficción feminista, Aya de Léon refirió en la enorme campaña publicitaria que rodeó al libro antes de su lanzamiento: “Es parte de una estrategia en la que [ellos] proclaman a una persona como la elegida para describir esta historia, alguien que contará una historia que se ajuste a la versión liberal de la blancura”, dijo de Léon. “Un complejo salvador ‘whitewashed’ y equivocado”.

Los panelistas también hablaron sobre el reciente acuerdo hecho entre Dignidad Literaria y Macmillan Publishers, una de las cinco principales corporaciones editoriales que se comercializa a nivel mundial y que distribuye en más de 40 países.

A principios del mes pasado en la ciudad de Nueva York, los miembros de dicha organización se reunieron con los altos ejecutivos de Macmillan para discutir las críticas sobre American Dirt, el libro objeto de los comentarios de los panelistas. Las dos partes acordaron abordar los problemas de representación y avanzar con medidas correctivas para construir un puente desde los escritorios de los escritores latinx hasta los lectores del mundo.

“Vinimos a Nueva York en una misión sanadora y reparadora. Las personas de color conocen el trabajo”, dijo Myriam Gurba, también cofundadora, durante una conferencia de prensa en aquella ciudad el 3 de febrero de 2020. “Vinimos no sólo para extender una oferta de paz, vinimos a ofrecer nuestra asistencia para restaurar la dignidad de todas las partes perjudicadas, para limpiar la suciedad. Nuestro objetivo era la justicia y creo que estamos en el camino correcto para lograrlo”.

Macmillan, según Dignidad Literaria, se compromete a aumentar sustancialmente la cantidad de personal latinx en puestos editoriales, así como la representación de su literatura en toda la empresa. Planea hacer estos cambios al incluir artículos y piezas escritas por autores latinx. El acuerdo también plantea un informe de progreso de 30 días y 90 días para evaluar la implementación realizada por la empresa. El primer informe deberá ser producido esta semana.

Después de la histórica victoria en Macmillan en Nueva York, Lovato regresó a San Francisco detallando la experiencia durante el foro público en Alley Cat Books. Abrió la discusión preguntando en broma a la audiencia: “Entonces, ¿la gente morena lee?” La audiencia se rió, dándose cuenta de la yuxtaposición, ya que estaban rodeados de estantes llenos de volúmenes de literatura. Pero el chiste apuntaba a una realidad inminente, que llegó a la vanguardia de la conversación: “Eso es lo que se cree en la industria. Hemos sido borrados sistemáticamente de la literatura estadounidense, debido a la creencia de que [un] gran porcentaje de la población de clase trabajadora no lee”, dijo Lovato.

De Léon dio más detalles: “Todo esto es un mito racista de que ‘La gente morena no lee’. Lo otro que va con este mito es: ‘Y lo que sea que la gente morena lea, no cuenta’”.

Cuando se le preguntó al panel sobre lo que creían que sería el impacto del próximo Censo 2020 sobre la literatura latina, Lopera respondió: “Espero que todos nos demos cuenta de que tenemos mucho poder. Hay 60 millones de nosotros. Somos muchos. Siento que definitivamente habrá mucha ansiedad blanca alrededor del censo y el cambio de la demografía. Al final, espero que veamos los resultados de que tenemos mucho poder para cambiar la producción cultural de este país”.