Frank Lara muestra sus murales favoritos en la Misión. Foto Dayan Romero

Frank Lara, activista y profesor bilingüe, es candidato para el escaño en el Congreso de Washington que actualmente ocupa Nancy Pelosi. Lara nació en Calexico-Mexicali y reside en la Misión. Se presenta como candidato del Partido por el Socialismo y la Liberación y Partido por la Paz y la Liberación.

¿Cómo se describiría a nivel personal?

Es difícil no relacionar lo personal con lo político, por eso nos involucramos en esto. Siendo profesor de una escuela pública y al estar involucrado en el trabajo sindical, se llega a ver el nivel de servicio básico de la sociedad —lo poco que se da prioridad a la educación. Al ser profesor, se sienten las repercusiones de aquellos estudiantes que no tienen acceso a los recursos básicos, la vivienda, servicios médicos, empleo. Como docente, terminas haciendo arreglos para compensar por algo que debería ser un servicio social, que debe ser la base para que puedan participar en la educación como deberían. Como activista, es frustrante verlo.

¿Cómo manejar la crisis del aburguesamiento?

Es interesante, porque mucho se ha trabajado y es realmente un trabajo importante. También muestra lo importante que es la conexión entre los movimientos sociales en la calle y los representantes políticos que pueden tomar esa energía desde la calle y llevarla a la labor política que se realiza en la alcaldía. Ambos están realmente obligados a hacer algún cambio.

Cuando tratamos con el tema del aburguesamiento, tratamos y lidiamos con él desde el punto de vista de que, al haber rescatado los bancos en 2008, lo que realmente se hizo fue entregar la riqueza de gente trabajadora (…) a los ricos.

Así, descubrimos que no podían encontrar maneras de invertirlo. Y dejaron fallar la economía —mientras que los salarios bajaron, las tasas de ejecución hipotecaria se alzaron. Esto llevó a que el capital incrementara en las arcas de estos bancos.

Se necesita luchar contra esto en la calle. La forma como las protestas contra el autobús Google destacaron la cuestión de cómo MUNI y Google darían dinero para hacer el transporte público gratuito para los jóvenes. Bueno, si recibes gravamen [Google] no solo debías haber ofrecido servicio de MUNI gratuito para los jóvenes, sino también actualizado nuestros sistemas. Ese tipo de enfoque es el que se necesita para poder lidiar con él a un nivel local. Y como lo dijo el activista… encuentran gran cantidad de impedimentos para poner en marcha cualquier acción contra la ley Ellis porque de repente no existe apoyo a nivel estatal.

Se requiere impulsar los movimientos sociales y construir un movimiento político que exija el dinero que le fue dado a los bancos para dárselo a las personas y a sus servicios sociales.

Es realmente repugnante tener 11 millones de casas abandonadas en el país y 8 millones de personas sin hogar. Es irracional tener una situación de ese tipo.
Tenemos una importante institución bancaria —Wells Fargo. Tenemos los distritos del centro que poseen dinero que es intocable. Hablan del bienestar económico, pero ¿qué es del bienestar las personas? Miles de residentes de San Francisco han sido expulsados, residentes de mucho tiempo que no pueden regresar. Para ellos resulta imposible volver porque sus rentas se han triplicado. ¿Qué pasa con la salud de esa comunidad? ¿Qué pasa con los profesores que no pueden volver?

Para muchos estadounidenses resultarían incómodos algunos de sus puntos de vista, como el de ‘servicios médicos gratuitos para todos’, un salario mínimo de $20, la amnistía y la ciudadanía para los inmigrantes. ¿Por qué cree que sea así?

Creo que el programa político que estamos ofreciendo en la campaña para el congreso es un programa que unifica todo. Vivimos en una sociedad que está extremadamente dividida a causa de los mensajes presentados por los políticos. Las estrategias que hacen que se nos conquiste son aquellas en las que se nos dice lo que este grupo está llevándose de tu grupo; cuando se nos dice que los inmigrantes te están quitando los puestos de trabajo; o la inseguridad.

(En los EEUU) la gran mayoría de las personas que provienen de América Latina vienen, particularmente de México, un país que ha sufrido tanto a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un acuerdo económico que permitió a los intereses de los negocios cruzar las fronteras, explotar y robar a todo un país. No vimos la migración de masas hasta entonces.

Sin embargo, cuando se habla de derechos de los inmigrantes, se supone que se habla de aquellas personas que sólo vienen aquí por el ‘sueño americano’. Bueno, eso sueño americano fue construido a partir del sufrimiento de muchos. Todo ese dinero que vino del libre comercio que cruza fronteras no entró en nuestras escuelas, ni en los servicios sociales, tampoco para la prestación de servicios de salud… sino que se fue a estas grandes corporaciones que se han convertido en otras industrias de guerra, industrias de las finanzas.

Cuando hablamos de estas cosas pareciera que las personas no están de acuerdo, pero si se le explica a la gente, ‘mire, quién dice que no debemos tener servicios médicos, quién que no debemos tener un trabajo con un salario digno, quién que los inmigrantes son el enemigo, o que tú y yo somos el enemigo? Siempre se apunta al mismo grupo de personas.