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Con las bandas de la escuela secundaria tocando, la atención se centró en la duela, en la final de una historia de Cenicienta del baloncesto en San Francisco, cuando los Bears de la Mission High School (35-1) se enfrentaron a los Spartans de Villa Park (27-7) para definir el campeonato estatal en Sacramento.

Niamey Harris, el corazón y alma de los Bears, saboreó el momento con sus compañeros de equipo en el Golden 1 Center, el hogar de los Kings de Sacramento. No estaba seguro de cómo las cosas se sucederían en las siguientes dos horas de su vida.

Después de cuatro cuartos de intenso baloncesto —y un emocionante tiempo extra— los Bears hicieron historia al convertirse en la primera escuela pública de San Francisco en ganar un campeonato estatal de baloncesto, portando el título de la III División Intercultural de California (CIF, por sus siglas en inglés).

“La efusión y el apoyo por parte de la ciudad y de entrenadores de otras escuelas secundarias ha sido increíble”, dijo el entrenador de los Bears, Arnold Zelaya. “De todas partes de la ciudad, pero sobre todo de la comunidad de la Misión. Estos chicos realmente nos han acogido y realmente han creído”.

Momentos después de la histórica victoria 82-75, el alcalde Ed Lee publicó en Twitter: “Felicidades a la Mission High School por el juego increíble y por traer el título del estado a #SF. ¡Arriba los Bears!” También el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, los felicitó e invitó al juego del equipo el 2 de abril en el cual se enfrentaron a los Wizards de Washington.

Harris, veterano y uno de los tres capitanes en el equipo, estuvo muy emocionado luego del partido. El defensa de 1.88 cm logró 31 puntos, pero quizás lo más memorable fueron los dos últimos que anotó conforme el tiempo del reloj se agotaba.

Con nueve segundos restantes, Harris llegó hasta el aro y clavó el balón con izquierda, coronando así una ilustre carrera en la escuela secundaria, como uno de los mejores de la historia de San Francisco. Los seguidores del equipo de la Mission High se abrazaron unos a otros en las gradas; los estudiantes y los jugadores se reunieron al centro de la cancha para celebrar el mayor logro deportivo en sus jóvenes carreras.

“Esto significa mucho, simplemente por venir de una escuela secundaria pública en San Francisco”, dijo Harris. “Sabiendo que muchos equipos no llegan tan lejos, así que hacer historia es realmente increíble y jugar para la comunidad es algo especial. Hemos pasado por muchas cosas”.

La importancia de la victoria de la Mission High es aún mayor, dado que la ciudad se está volviendo cada vez menos de color y latina por el fenómeno de gentrificación. El equipo que representó a San Francisco en la final del estado estaba compuesto enteramente por jugadores de color. Los 15 jugadores (Jamion Wright, Adrian Otis II, Tyrese Johnson, Jayden Foston, Marcel McRae, Willie Chase, Jamir Melton-Dreher, Ben Knight, Niamey Harris, Mahki Williams, Ijah Pratt, Robert Lee III, U’jah Pratt, Anthony Mcbride y Faraji Abram) son de Potrero Hill, Bayview-Hunters Point y Fillmore.

Harris es originario de Bayview-Hunters Point, uno de los barrios más pobres de San Francisco. Vive a pocas cuadras de donde Mario Woods fue fatalmente abatido por la policía a finales de 2015.

“Estos chicos, los amo”, dijo el entrenador Zelaya, quien es latino. “Los afroamericanos lo traen en bruto. No puedo pretender ser ellos, pero los amo como si fueran salvadoreños, como yo. No importa. Estos chicos saben, aman pupusas”.

El año pasado, Harris utilizó su plataforma de atletismo para manifestar su activismo. Harris, quien también es el mariscal titular del equipo de fútbol de la misma secundaria, siguió las huellas de los 49ers y luego las del mariscal Colin Kaepernick. Después del tiroteo contra Woods, Harris se arrodilló durante la entonación del himno nacional antes de los partidos, ​​en protesta por la brutalidad policial.

“Es increíble ver el tipo de hombre en el que se ha convertido”, dijo Caprisha Moody, hermana de Harris. “Dios mío, él ha tenido mucho apoyo y eso lo trajo hasta aquí, y hemos trabajado juntos para ayudarlo y hacerle saber que está bien ser lo mejor que puede ser”.

A pesar de algunos comentarios negativos de los medios de comunicación y de toda la atención recibida por parte de los medios locales y nacionales, los compañeros de Harris —algunos que también juegan en el equipo de baloncesto— siguieron su ejemplo.

En cuanto a los autoproclamados ‘Osos Grimy’ (una referencia a su avidez y dureza en la cancha), se han convertido en queridos de la ciudad y una de las mejores historias deportivas en el área de la Bahía.

A pesar de perder solamente una vez en la temporada regular, los Bears fueron considerados los no favoritos que pasaron a la postemporada. En su camino hacia el título estatal, derrotaron al número uno del norte de California, San Ignacio (64-54) y al tercero del norte de California, Vanden High, ambas veces en el camino. Cuando conocieron el número dos de Villa California en el sur de California, los Bears eran más pequeños en cada posición, pero no importaba.

“Significa mucho. Significa para la escuela pública que estamos aquí, somos significativos”, dijo el entrenador Zelaya. “Muchas veces nos dan por muertos cuando se trata de atletismo, pero ganar un campeonato estatal sube la barra”.

En cuanto a Niamey Harris, el capitán del equipo de los Bears planea continuar jugando baloncesto universitario después de graduarse.

“Él ha estado conmigo durante cuatro años”, dijo el entrenador Zelaya. “Me vuelve loco, pero lo amo a la muerte y él realmente personifica lo que el programa [de baloncesto] se trata. No para de jugar”.

—Traducción, Katie Beas

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