El sacerdote maya Valerio Canche Yah ofreció sus bendiciones al público asistente al Festival Maya que tuvo lugar los días 16 y 17 de noviembre, en el campus de la Misión del City College de San Francisco y en el Centro Cultural de la Misión para las Artes Latinas.

El festival, iniciativa de estudiantes locales y miembros de la comunidad, estuvo compuesto por actividades culturales y talleres que, además de arrojar luz sobre la cultura maya, buscó crear conciencia y hacer hincapié en la importancia del orgullo cultural.

Canche Yah explicó que los rituales tradicionales mayas están basados en los valores y creencias del entorno natural.

“La bendición de hoy es un ejemplo de lo que la gente maya practica cotidianamente al comenzar el día”, dijo y agregó que “el propósito del consejo de ancianos mayas y del sacerdote es revitalizar los valores espirituales de las generaciones actuales y futuras para que no sean olvidados”.

El objetivo del festival no fue centrarse en el fin del ciclo maya, sino en la toma de conciencia respecto a la imagen tergiversada que existe en torno a los mayas habitantes de la Misión.
Daniela Jonguited y Margarita Valle, ambas miembros del comité organizador, explicaron que la cultura maya abarca los estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y parte de Tabasco; además de Guatemala, Belice y algunas zonas de Honduras y El Salvador.

Hospicio Yballe III, también colaborador en la organización del evento, destacó la importancia de la unidad y fortalecimiento para llevar a cabo actividades que favorezcan la integración de aquellos nuevos residentes que puedan sentirse aislados.

“Esperamos servir de inspiración a organizaciones para que tengan mayor iniciativa en la realización de eventos educativos y de acercamiento… empezamos con pocos recursos y tuvimos la suerte de poder coordinarnos con organizaciones locales para buscar la integración de la comunidad poco representada aquí en la Misión”, dijo Yballe.

El festival incluyó talleres como “Conozca sus derechos como inquilinos de San Francisco”, “Leyes de los EEUU para niños y prevención del abuso infantil”, “Guatemala, Nicaragua, folklore y clases de baile mayas”, “Espiritualidad maya—pasado, presente y futuro” y “Cosmovisión maya y el 2012”, entre otros.

“Gran parte de lo que muchos [emigrantes] de primera generación deben afrontan al venir a América del Norte son las barreras culturales e idiomáticas”, dijo Herman Bormann, que fue adoptado por padres de Yucatán, México, cuando era adolescente. “Muchos de los mayas que viven acá no hablan español y, debido a los diversos dialectos de la cultura maya, a aquellos que habitan en la Misión les resulta más difícil adaptarse”.

Bormann se enteró de la existencia de diversas organizaciones locales que proporcionan ayuda a los mayas con el idioma, entre ellas, la Asociación Mayab de la Misión.
Una de las discusiones del festival fue respecto a las diversas interpretaciones que tiene el calendario maya.

“No hay ninguna referencia a cualquier evento catastrófico, ni sobre el fin del mundo”, dijo Alfredo Barrera Rubio, arqueólogo de la Universidad de Mérida, Yucatán, durante su ponencia ‘El fin de la era maya’.

“No se trata de necesidades personales, sino de recapacitar en cómo el fin del calendario maya trata más sobre un compromiso personal para realizar un cambio de mentalidad —una oportunidad para revitalizar el espíritu humano—  una transformación personal”, declaró Ianatan Ramírez, miembro del comité organizador.

“Ha sido genial”, dijo Elodia V., asistente al festival. “Ha sido una oportunidad para explorar, ahora que se aproxima un nuevo capítulo en nuestra vida.”

“Independientemente de lo que suceda después del 21 de diciembre, el mundo no se va a acabar, es sólo el final de un ciclo para dar comienzo a otro”, concluyó Ramírez.

— Traducción Alfonso Aguirre