Un edificio en la esquina de las calles 25 y Misión, cuyo propietario, Jeries Azar ha impuesto la alza en la renta para inquilinos comerciales y residentes, poniendo a muchos en riesgo de ser desalojados. Foto: Mabel Jiménez

Los inquilinos residenciales y comerciales ubicados entre los 2884-2892 de la Calle Misión y el 3412-3424 de la Calle 25 se enfrentan a fuertes aumentos en el alquiler, que ha puesto a muchos en riesgo de ser desplazados.

Después de adquirir el edificio en abril, Jeries Azar le dio nuevos contratos de arrendamiento a sus 20 inquilinos de SRO y 11 pequeños negocios, dejando fuera al menos dos de SRO. También triplicó parte del alquiler a los inquilinos comerciales a quienes también exigió cubrir los costos de reparación del inmueble.

“Fue un poco estresante”, dijo Eric Scheib, cofundador de la boutique Lemon Twist. “Son como tácticas de presión para que firmes el primer contrato de arrendamiento”.

Aunque los inquilinos de SRO están relativamente protegidos bajo la ordenanza de renta (su renta solo puede incrementarse una cierta cantidad cada año) los inquilinos comerciales en la planta baja tienen muy pocas garantías.

Para la pareja propietaria de Lemon Twist, una pequeña boutique de moda que ha estado en el edificio durante los últimos dos años, el aumento en la renta no fue un problema, pero sí el costo de las posibles reparaciones del edificio: “Realmente no queremos que cosas estructurales y potencialmente costosas caigan en nosotros cuando tienen que recaer en el propietario”, dijo Schieb.

Cuando la fecha límite para que los inquilinos firmaran los contratos de arrendamientos se acercaba, Calle 24, la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA) y Mission Neighborhood Services, y algunas otras organizaciones vecinales ofrecieron ayuda.

“Nos movilizamos rápidamente”, dijo el cofundador y presidente de Calle 24, Erick Argüello. “Involucramos a la ciudad, enviamos cartas al propietario pidiéndole negociar con los inquilinos y obtuvimos un abogado pro-bono para asesorar sobre sus derechos”.

Ha habido al menos 37 edificios en la Calle Misión desde 2015, que se han convertido en restaurantes y espacios comerciales, así como en bares, cafés, gimnasios y espacios de oficinas de altura. Esto ha desplazado a muchos negocios que sirven a la comunidad, según datos recopilados por Unidos para Salvar la Misión.

“El riesgo más grande que enfrentamos no es solo el desplazamiento de inquilinos residenciales, sino también por el desplazamiento de inquilinos comerciales. Está transformando completamente la composición cultural de lo que yo consideraría como el corazón de la Misión”, dijo Carlos Bocanegra, abogado de Mission Neighborhood Services.

La llamada ‘Crisis en la Calle Misión’, está creando un patrón en el que los propietarios están desalojando a inquilinos comerciales y vendiendo las tiendas a precios exorbitantes. Los propietarios a menudo se aferran a estos espacios vacantes durante meses y años, hasta que alguien pueda pagar los precios más altos.

“Eso es algo que esperamos de la Calle Valencia”, dijo Bocanegra. “Muchos propietarios de pequeños comercios ya han quedado fuera de esa área”, agregó.

Y ahora esos altos precios están desangrando la Calle Misión.

“Si usted es un negocio que sirve a la comunidad que vende productos a precios bajos o medianos, esos aumentos en el alquiler son inestables a largo plazo”, dijo Bocanegra.

Los propietarios de Red Café vieron su renta casi triplicar, estableciendo una tasa sin precedentes para los precios del mercado a lo largo del corredor de la Misión: “Por supuesto, es bastante duro para nosotros”, dijo Eddy Edwan, quien junto con su esposa, ha dirigido el Red Café de 20 años durante los últimos 12 años. “A nadie le gusta ese salto de repente. Estamos tratando de recuperarnos”.

Algunos de los propietarios de negocios en el edificio de la Calle 25 han estado allí por más de 20 años, sin aumento de alquiler hasta ahora. Mientras que otros encuentran que los aumentos son demasiado caros para quedarse.

“Tal vez si el alquiler no hubiera aumentado tanto, tal vez podría haber continuado”, dijo uno de los inquilinos que pidió permanecer en el anonimato (a los 74 años, ha sido propietaria de su negocio por más de 20 años). “Pero con el aumento del alquiler, tendría que poner [más trabajo] y ya no tengo ese tipo de energía”.

Incluso con las negociaciones continuas y estresantes, los Scheib dijeron que no tenían resentimientos hacia su propietario: ”Es un hombre de negocios y somos pequeños comerciantes que hablamos de buena fe por toda la presión [de los grupos comunitarios]”, dijo el Sr. Scheib. “Todas nuestra comunicación ha sido cordial”.

Lemon Twist y Mr. Lee’s Tintoreria son dos de los negocios afectados con el aumento en la renta del inmueble ubicado en la esquina de las calles 25 y Misión. Foto: Kyler Knox

Tim Chan, que ha sido copropietario de Mister Lee’s Dry Cleaners durante los últimos 13 años, vio aumentar su alquiler, pero no tanto como el Red Café. Dijo que no estaba sorprendido por el aumento, pero estaba agradecido de que consiguiera un alquiler más largo: “Estoy mes a mes. No sé cuánto tiempo pueda quedarme. Por lo menos ahora recibo un contrato de arrendamiento quinquenal”, dijo Chan.

Algunos de los inquilinos todavía están negociando con la ayuda de los grupos comunitarios y las organizaciones no lucrativas.

“Sin esas agencias ayudándonos, habría sido una pesadilla”, dijo Dannette Schieb. Su esposo está de acuerdo: “Las agencias han sido buenas al educarnos, al empoderarnos, brindándonos asistencia interpretativa. Es bueno ver ese apoyo hacia la comunidad”, dijo.

A pesar de los múltiples intentos, no fue posible contactar a Azar para tener su comento al respeto.