[su_label type=»info»]Comentario[/su_label]

Illustracíon: Gustavo Reyes

¿Saben lo que es ser juzgada constantemente por tus creencias religiosas? Yo sí. ¿Han sido alguna vez rechazados por miembros de su familia porque creen que son miembros del ISIS y son un peligro para ellos? Yo lo he sido. ¿Se les ha acusado de haber tomado parte en el ataque del once de septiembre? A musulmanes como yo les ha pasado.

Soy una mujer méxicomericana con raíces en el Medio Oriente quien cree firmemente en Alá. Se preguntarán, ¿por qué una mujer mexicana practica el Islam cuando debiera ser católica? Fui criada en Mexicali y bautizada en la iglesia católica. Sin embargo, siempre creí en Alá.

No se me permitía practicar el islam cuando era pequeña debido a que mi madre era apostólica, pero cuando cumplí los 18 años, me fui a estudiar al sur de California y me di cuenta que era libre. Entonces, podía practicar lo que siempre había creído: el islam.

Ahora soy una mujer adulta y libre para creer en lo que quiera. No maté nada ni nadie me pegó. Pero estas son suposiciones que se hacen algunos individuos que cuestionan mi fé. Hasta el día de hoy, me doy cuenta que algunos de mi familia hacen caras, me critican, e incluso me hacen el quite y me excluyen de reuniones familiares debido a su propia fobia al islam. Su ignorancia es alimentada por eventos tales como los fusilamientos en San Bernardino u Orlando.

He dejado de tratar de relacionarme con algunos de mi familia, y simplemente comunicarme con aquellos que me demuestran respeto a mí y a mi forma de vida.

Ahora que soy mayor (y no me he vuelto terrorista) me doy cuenta que en sus ojos veo una disculpa, aunque nunca me la han ofrecido formalmente.

A través de los años, mi fé ha crecido. Y aunque no me cubro la cabeza o la cara todo el tiempo, sigo los principios del islam y celebro el Ramadán cada año. He aprendido a sobrevivir a la fobia hacia esta religión y a sonreírle a quienes me juzgan día a día.

La fobia al islam parece estar aumentando. La he sentido de parte de mis amistades y familiares. Creo que ha acrecentado drásticamente tras la elección de Donald J. Trump. Por una parte, me sentí devastada cuando se anunció que sería nuestro próximo presidente, pero por otra parte me siento más valiente sabiendo que como mujer musulmana, me enfrento a un desafío.

Es desgastante tener que defender nuestras creencias, pero si no creyera en Alá, no sería lo suficientemente fuerte para encarar esta ignorancia: aquella que me hace tener que cambiar de asiento en un vuelo de avión ya que los otros pasajeros se incomodan cuando me ven leer el Corán. Esto me ha pasado antes y sé que me volverá a pasar.

La fobia al islam me asusta. Hay un aumento en el número de crímenes en contra de mi comunidad musulmana, y de alguna manera nos ven como los “terroristas”. He sido testigo de tanta ignorancia aquí en casa que mi pareja y yo hemos conversado sobre la posibilidad de formar una familia en un país más amistoso hacia los musulmanes. No queremos que nuestros hijos crezcan con miedo.

Ruego que esta ignorancia cese y que nos unamos como país. Ruego que la gente practique lo que predica en lo que a la paz se refiere, y dejen atrás la ignorancia. Ruego que la fobia a islam desaparezca y que todos nos respetemos. Venga lo que venga en el futuro, yo seguiré creyendo en Alá.   

—Traducido por Hilda Ayala