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El conflicto en torno a un mural de Precita Eyes que fue blanqueado por artistas contratados por el propietario del edificio el 2 de junio, está siendo resuelto.

Los detalles exactos todavía no se conocen, pero después de que la Directora Fundadora de Precita Eyes, Susan Cervantes, se reuniera con Ali Rismanchi, dueño del edificio ubicado en el 2801 de la calle Folsom el 7 de junio, se acordó que Precita Eyes hará un nuevo mural en el sitio.

Muchos miembros de la comunidad de la Misión se indignaron al saber que el mural de Precita Eyes ubicado en la calle 24 (cerca de la calle Folsom), que había representado una calavera con las palabras ‘Nuestra cultura no se puede comprar’, había sido blanqueado sin su conocimiento, dejando sólo un pequeño fragmento de su original.

Los artistas contratados por Rismanchi comenzaron a pintar sobre el mural sin notificar a Precita Eyes. La destrucción del mural se detuvo cuando los miembros de la comunidad y los artistas de Precita Eyes llegaron al sitio y comenzaron a reunirse alrededor de él.

“Quería algo colorido, francamente. Soy fan de los colores —colores brillantes. Esta pared para mí estaba demasiado oscura”, dijo Rismanchi el 2 de junio.

El nuevo diseño tenía la intención de mostrar con la leyenda: ‘Se una buena persona’, un eslogan que se asocia con una marca de ropa del mismo nombre.

Rismanchi llegó a la escena cuando la multitud comenzó a crecer. Varios miembros de la comunidad, incluida la activista de la Misión, Nancy Pili Hernández, le dijeron a Rismanchi que borrar el mural era irrespetuoso para el vecindario y para los jóvenes artistas que lo pintaron.

“No sabía que tenía que pasar por estos procesos… para rehacer el mural”, dijo Rismanchi, en su defensa. “En este momento, está hecho… el muro es de ustedes. Es del barrio. Que sea colorido”.

Los “procesos” que Rismanchi afirmó desconocer, implican leyes específicas en vigor que protegen a los murales.

“Ir y pintar sobre el mural es una violación a la ley federal”, dijo Brooke Oliver, abogado fundador del 50 Balmy Law P.C., que ha representado a Precita Eyes y los muralistas.

Cuando se le preguntó si eso aplicaba a este incidente, Oliver respondió: “Absolutamente”. El abogado explicó que, en el país, la protección de dicho mural se especifica en la Ley Federal de Derechos Visuales de Artistas (VARA, por sus siglas en inglés).

“Básicamente, VARA dice que un artista tiene los derechos plenos y de atribución en una obra de arte original. La atribución es simplemente para ser acreditado”, informó Oliver. “El derecho de integridad es que se mantenga entero, que [es] ilegal bajo la ley federal que alguien modifique una obra de arte original sin el permiso del artista. Hay algunas reglas específicas que se aplican cuando una obra de arte se fija a un edificio, como este caso”.

Oliver explicó que el propietario de una propiedad puede destruir un mural, pero debe notificar por escrito al artista y darle la oportunidad de quitar el mural de la pared a expensas del artista. Ese aviso legal le otorga 90 días para hacerlo, y se aplica a casi todos los muros.

Fotografía de la cuenta de Instagram del artista KiriLeigh Jones, sobre la marca de ropa ‘Sé una buena persona’, la cual fue publicada el 21 de febrero de 2017, anunciando la colaboración entre Jones y dicha marca. Via: Instagram/@beagoodpersonbrand

El artista al centro de la controversia es KiriLeigh Jones, quien fue contratado por Rismanchi para pintar su ‘Be A Good Person’ sobre el mural ‘Nuestra cultura no se puede comprar’.

En un correo electrónico a El Tecolote, Jones expresó su empatía y afirmó que pintó sobre el mural creyendo que tenía el permiso adecuado para hacerlo.

“Fue muy desafortunado para todos los involucrados. A los miembros de la comunidad que fueron afectados, soy empático. Yo mismo, estoy decepcionado de que estaba trabajando bajo una impresión o entendimiento que no era realidad “, dijo Jones.

La muralista de Precita Eyes, Carla Wojczuk, estaba dando un recorrido guiado por murales el 2 de junio a las 11:30 de la mañana cuando vio a un grupo, incluyendo a Jones, con rodillos y pintura frente al mural.

“Yo dije, ‘Oye, ustedes tal vez quieran esperar. Porque estos son murales de la comunidad y también están protegidos, como legalmente”, dijo Wojczuk.

Jones le dijo a El Tecolote que no sabía que Rismanchi no se había comunicado con Precita Ojos o Cervantes.

“Tan pronto como se me transmitió que necesitábamos hablarles antes de empezar, fui y dejé un mensaje escrito para el curador del mural con alguien de Precita Eyes”, dijo Jones.

“Una vez que el dueño del edificio llegó, fue a hablar con ellos también y luego me devolvió la información de que Susan aprobó cubrir la pared lateral y que Precita Eyes pintaría un nuevo mural en el frente del edificio. Seguí trabajando bajo la impresión de que todo el mundo estaba de acuerdo”.

Wojczuk dejó el mural para terminar su gira, pero volvió a advertirles de nuevo. Después de regresar a las 12:30 pm los empleados ya había comenzado a pintar sobre la pared.

Una captura de pantalla de la página web de la marca de ropa beagoodperson.com, la cual muestra productos con el mismo slogan que aparece en el mural de Jones. Via: beagoodperson.com

Jones, que es originario de Alameda, pero que ahora vive en Denver, está relacionado con la marca de ropa Denver, ‘Be a good person’ —la cual, según su sitio web, “se desarrolló sobre la base de una pasión por la positividad y un futuro más brillante que nosotros prevemos en nuestra sociedad “.

En febrero, la marca de ropa anunciada a través de Instagram anunció una colaboración con Jones, que desde entonces ha pintado murales con el lema de la marca, incluyendo al menos uno en Denver además del originalmente planeado para reemplazar el mural de Precita Eyes.

“No tenía la intención de hacer publicidad”, comentó Jones.

Jones terminó pintando su mural en el lado de la calle de Folsom del edificio debido a la controversia, pero el fin de semana había sido pitarrajeado por tagers.

“Lo triste es que me siento bastante habituada, porque esto es lo que está pasando en San Francisco”, dijo Max Marttila, uno de los coordinadores de Precita Eyes que trabajó con jóvenes en el mural original. “Realmente nos enorgullecemos de nuestros murales. Significa mucho más para nosotros. Es realmente la voz de la gente, especialmente en un tiempo como este, después de la gentrificación. Realmente necesitamos mantener lo nuestro”.