Estatua de Junípero Serra frente al Ayuntamiento en Ventura, California. Via Rawstory.com

 

Por Elisabetta Silvestro

El Papa Francisco anunció el 15 de enero planes para canonizar a Junípero Serra durante un viaje programado a los EEUU para el próximo septiembre.
La decisión de honrar a este fraile del siglo XVIII —quien durante la evangelización del oeste y la fundación de las primeras misiones en California, arrasó con la vida de miles de indios— fue recibida como una blasfemia en la comunidad indígena.

Aunque se había debatido desde 1988 cuando el entonces Papa Juan Pablo II beatificó a Serra, la noticia fue decepcionante para muchos.

“Yo estaba devastada”, dijo Ann Marie Sayers, jefa tribal de Indian Canyon en Hollister. “[Serra] robó al pueblo indio de su cultura, de su lengua, de su nombre. Él básicamente los hizo esclavos”.

El Papa Francisco tiene planes de canonizar a Serra en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C., diciendo que quería viajar hasta California si tenía tiempo para la canonización, pero probablemente no lo hará.

“[La canonización de Serra] es increíblemente insultante para los nativos”, dijo Tony Platt, un erudito de la Universidad de California en Berkeley.
Sayers está de acuerdo. “Creo que es muy vergonzoso”, ella dijo.

El evangelizador del oeste
Nacido en Mallorca, España, en 1713, Serra se convirtió en fraile a los 25 años de edad. Casi una década más tarde llegó a América —primero a México, luego, en 1769, fue enviado a Alta, California para establecer asentamientos.

Allí, Serra fundó la primera misión española de California en San Diego. Fundó ocho misiones más durante los años siguientes, incluyendo la misión San Francisco de Asís, también conocida como Misión Dolores en San Francisco.

“Junípero Serra jugó un papel importante en la historia de California”, explica Steven Hackel, profesor de historia en la Universidad de California en Riverside, y experto en la historia de este fraile y los nativos americanos. “Él fue el primero y más responsable en el establecimiento de las primeras misiones”.

Las misiones fueron creadas como enclaves coloniales destinadas para establecer la dominación española y la conversión católica de las poblaciones indígenas. También fueron utilizadas para reclutar una fuerza laboral al servicio del imperio español. Cuando se construyeron más misiones, la necesidad de trabajadores aumentó.

“La vida era bastante brutal”, comentó Platt.

Los nativos americanos fueron arrancados de sus tradiciones culturales, sometidos a un cambio brusco en su alimentación, expuestos a enfermedades nuevas, coaccionados para convertirse hacia una nueva religión y trabajar en los campos. Cuando desobedecieron o trataron de escapar, fueron castigados severamente.

“Las cosas no funcionaron”, dijo Hackel, explicando que decenas de miles de nativos americanos murieron prematuramente, y que un tercio de los niños fallecieron antes de su primer año de vida. “La enfermedad era un problema”.

Su sistema inmunológico y psique no sobrevivieron. Sesenta mil muertes se registraron en las misiones californianas durante los 65 años de su operación, según el Museo Oakland de California.

Tony Gonzáles, director del American Indian Movement West. Via Facebook

La otra historia de California
“Esta es una oportunidad para decirle a la gente la historia India de California”, dijo Tony González, director del Movimiento Indio Americano del Oeste.

Aunque triste por la noticia, Gonzáles la ve como una oportunidad para enseñarle a la gente la historia nativa americana.

“En California, más de 100 naciones no son reconocidas”, dijo Gonzáles. El Gobierno Federal todavía no reconoce a los Ohlone en San Francisco como una tribu. Sin embargo González refuta el término tribu, que lleva en sí una connotación occidental despectiva.

Luego de la disolución de las misiones, el gobierno estadounidense consideró aprobar tratados para los nativos americanos, otorgándoles tierras. Pero esos tratados fueron sigilosamente desatendidos.

“Por lo menos hablemos de los tratados”, dijo Gonzáles. “Discutamos sobre eso ahora”.

González y Sayers coinciden en que la historia ha sido sanitizada de todo aspecto nativo.

“Entras en cualquier misión, [y los nativos americanos] no están representados en absoluto”, señaló Sayers.

Segun Hackel, es importante que la iglesia se concilie con los nativos americanos y la oportunidad está al alcance de la mano para analizar y reconocer el pasado.

“Creo que debería haber una disculpa oficial por parte del Papa”, puntualizó Sayers.

— Traducción Alexis Terrazas