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En protesta por las redadas de inmigración entre las comunidades indocumentados, un grupo de manifestantes se encadenó el 26 de enero bloqueando el tráfico en dos intersecciones frente a la sede de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en San Francisco.

Con cerca de 200 personas presentes, la policía arrestó a 16 manifestantes que bloqueaban las intersecciones de las calles Sansome, Jackson y Washington.

“Para alguien que es indocumentado y queer, estar aquí, bloqueando físicamente la calle es mostrar a la gente lo que se siente al estar en esta situación, estar atrapado”, dijo Julio Salgado, uno de los manifestantes, en referencia a la congestión del tráfico generada.

La protesta comenzó en el Sydney G. Walton Square; después de 20 minutos, los manifestantes marcharon hacia el edificio de ICE.

Al mediodía, la policía declaró la reunión como ilegal y advirtió que cualquiera que siguiera bloqueando el tráfico sería arrestado.
Salgado se puso en la intersección de las calles Sansome y Jackson encadenado a otras cinco personas mientras otros partidarios los rodearon coreando “ICE fuera de California”.

Hoy en San Francisco y Los Ángeles, el mensaje general es que los refugiados que huyen de la violencia en Centroamérica sean bienvenidos, y que se detengan las deportaciones, dijo Luis Serrano de la California Immigration Youth Justice Alliance.

“Los EEUU tienen que asumir la responsabilidad”, dijo Salgado en referencia al papel de la política exterior estadounidense respecto al agravamiento de la situación migratoria. “Nadie se despierta una mañana y dice: ‘¿Sabes qué? Voy a ir a un país diferente, a donde no hablo el idioma y no tengo papeles’”.

Esta acción se produjo apenas días después de que veintidós senadores enviaron una carta al Presidente Obama pidiendo un alto a las deportaciones masivas de refugiados centroamericanos. Entre los senadores detrás de la carta están Dick Durbin (D-IL) y Patrick Leahy (D-VT), para ambos su principal preocupación son las madres y los niños.

La carta criticó a la administración de Obama y su asociación con la Corrections Corporation of America en la construcción de un centro de detención masivo, especialmente para madres y niños, que nos dijeron cuesta un promedio diario de $343 por persona detenida.

“Estamos profundamente preocupados de que en su afán por impedir los arribos de esas regiones, el departamento está devolviendo a individuos vulnerables con solicitudes válidas de protección por amenaza de violencia”, escribieron los senadores. “Esto no es una hipérbole. Ha habido varios informes de personas, incluyendo niños, asesinados a cuestión de días o semanas de su deportación. Por otra parte, no aceptamos el argumento de que la eliminación de estos individuos disuadirá a otros niños y sus familias de huir de sus regiones”.

También señalaron que enfocarse para la deportación en familias en lugar de criminales convictos va en contra de los esfuerzos de seguridad nacional.

Entre los años 2008-2014, se produjo un aumento del 1.185 por ciento en las solicitudes de asilo procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Las estadísticas adicionales ilustran altos niveles de violencia a mujeres y niños en particular en estas regiones, así como el asesinato de 27 niños por cada cien mil personas en El Salvador, según un informe de 2014 de UNICEF.

Honduras ocupa el primer lugar a nivel mundial en homicidios de mujeres, con 90 homicidios por cada cien mil personas, según el ACNUR. La tasa media global es de 6 homicidios de mujeres por cada cien mil personas.

“Sorprendentemente, no tengo miedo”, dijo Christopher López, que estaba bloqueando otra intersección en calles Sansome y Washington. “Tengo estos soldados resistentes a mi lado”, dijo señalando con la cabeza a los manifestantes junto a él. Tenía los brazos encadenados a otras dos personas.

Con 22 años de edad y estudiante universitario en U.C. Berkeley, López dijo que no se movería hasta que fue detenido.

“Me siento privilegiado de tener la ciudadanía”, dijo López. “Aquí hay quienes se están arriesgando más”.

López y los demás encadenados en las calles Sansome y Washington fueron detenidos, pero liberados más tarde.

“Creo que recibieron nuestro mensaje”, dijo Sandy Valenciano, de la California Youth Justice Alliance.