[su_slider source=»media: 29350,29351,29352,29353,29354,29355,29356,29357,29358,29359,29360,29361,29362,29363,29364,29365,29366,29367,29368″ limit=»30″ link=»image» target=»blank» width=»700″ height=»460″ autoplay=»0″ speed=»500″][su_menu][/su_slider]

A medida que iniciaron los festejos del Super Bowl en San Francisco, cientos de personas se reunieron el 30 de enero en Union Square para exigir justicia por Mario Woods, un joven negro, de 26 años de edad, que fue fatalmente asesinado a balazos por la policía de San Francisco el pasado 2 de diciembre.

Los manifestantes se dieron cita en el lugar para de ahí marchar hacia la Super Bowl City, la zona en la Plaza Justin Herman que fue convertida en el hogar comercial del Super Bowl 50—mientras iban coreando “Fuego al Jefe Suhr” y “Sin justicia no hay Super Bowl”. Los manifestantes fueron recibidos por una barricada de la policía armada con porras a la mano quienes les pedían salir de las calles y subir a la acera, una vez que llegaron a las calles de Beale y Market.

“Hoy se demuestra que se puede pretender organizar un espectáculo deportivo y que éste sea más importante, pero en realidad es el quincuagésimo aniversario del Partido Pantera Negra y eso es de lo que deberíamos estar hablando, porque son los que crearon la liberación”, dijo el manifestante Magick Altman. “Tenemos que recordar lo que somos como ciudad. Tenemos que conseguir vivienda, asistencia médica gratuita y una buena educación para todas las personas”.

La Coalición Justicia 4 Mario Woods, que encabezó la protesta, ha hecho tres demandas al alcalde Ed Lee: el despido del jefe del SFPD, Greg Suhr; que los agentes implicados en la muerte de Woods sean acusados de homicidio, y que se lleve a cabo una investigación independiente en torno a este caso.

“Esta es una protesta pacífica”, dijo Phelicia Jones, uno de los líderes de la Coalición. “Estamos aquí para concientizar a la gente respecto a que estamos en pleno 2016 y un joven fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento”.

La Super Bowl City costó a la ciudad aproximadamente $4.8 millones de dólares para alojar y entretener a los fans del Super Bowl durante nueve días previos al partido, según un informe de la Junta de Supervisores del Presupuesto y Analista legislativo. La ciudad fan contó con escenarios para conciertos, centros deportivos y restaurantes.

“(Super Bowl City) es un gran ejemplo de la desigualdad que estamos sufriendo, que Mario Woods sufrió, en la cual la gente puede gastar cientos, cuando no miles de dólares, por un boleto y un solo evento deportivo, mientras que otros se congelan a morir por el frío”, dijo Reuben Safire, uno de los manifestantes. “Muchas personas sin hogar van a ser desplazadas como resultado de las acciones que San Francisco está tomando a fin de tener una ciudad más limpia y hermosa para todos los ricos, para que privilegiados vengan y disfruten del Super Bowl en su pequeña burbuja”.

Hay 4,191 personas indigentes (casi la mitad de la población de la ciudad) en el Distrito 6, sede de la Super Bowl City, de acuerdo con el Censo de Indigencia de San Francisco 2015.

A pesar de la protesta en las calles Beale y Market, la policía permitió a los manifestantes pasar la barricada después de un enfrentamiento de media hora, aun cuando la multitud se redujo a la mitad al momento en que llegó a la Super Bowl City.

“Esta es una ciudad que se negó a reconocer al negro, a los morenos, a los blancos pobres, a los indigentes”, dijo Jones. “¿Por qué debemos estar de pie al lado y sin decir nada?”