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El Distrito de la Misión ha contemplado una ola de cierre de negocios en los últimos años, debido al fenómeno de gentrificación y el alza en los alquileres que han vuelto casi imposible que pequeños comercios y colectivos sobrevivan. La librería Modern Times, que ha anunciado su clausura el 15 de noviembre, es una de las últimas víctimas.

El icónico negocio siempre se ha enorgullecido de ser algo más que un lugar donde adquirir libros. Ha operado como un espacio comunitario donde los residentes intercambian el tipo de ideas revolucionarias y luchas que se han vuelto cada vez más difícil conservar conforme poetas, activistas y artistas de San Francisco continúan siendo desplazados.

Esta librería fue fundada como un colectivo en 1971, el mismo año que comenzó la librería internacional Borders. Esa cadena de tiendas, la cual llegó a operar más de 500 tiendas en los EEUU en 2010 —se declaró en quiebra y desapareció en 2011.

Modern Times tomó su nombre de una película de Charles Chaplin de 1936. Ambientada durante la Gran Depresión, la película fue ampliamente percibida como una crítica al capitalismo y la era industrial. Una de las escenas más memorables de la película presenta al personaje de Chaplin —trabajador de una fábrica que sufre una crisis nerviosa por el trabajo repetitivo— ser arrastrado al interior de una máquina y quedar atrapado por sus engranajes, para acabar convirtiéndose en una pieza más.

“Mucha gente no entiende… si no han visto la película”, dijo Ruth Mahaney, la empleada con mayor antigüedad de la librería. “Ahí están nuestras raíces: en la política de izquierda, el marxismo, en contra del capital, la política anti-imperialista… Esas maravillosas escenas de Charlie Chaplin atrapado en la máquina… [son] una especie de representación sobre lo que la gente piensa de la política”.

La tienda ha tenido cuatro sedes diferentes durante sus 45 años de historia, pero fue la tercera ubicación, en el 888 de la calle Valencia (de 1991 a 2011), donde empezaron los problemas. Si de por sí estaba luchando para pagar $6,400 mensuales de alquiler, cuando los propietarios solicitaron $10 diez mil, ello representó una cantidad que un pequeño colectivo no podía solventar.

Cuando la calle Valencia sufrió el fenómeno de la gentrificación a un ritmo más acelerado que otras áreas de la Misión, muchos residentes se mudaron hacia el centro del barrio, y en 2011 Modern Times los siguió, traspasándose a su ubicación reciente y final, en el 2919 de la Calle 24.

Aun cuando dicha reubicación les ahorró dinero en alquiler, perdieron clientela y la tienda, que ha operado con un déficit en los últimos 10 años, nunca pudo recuperarse.

“Mucha gente se perdió porque simplemente no viene a esta parte de la Misión”, dijo Ashton Di Vito, gerente y comprador de libros que ha trabajado en la tienda durante los últimos cuatro años. “San Francisco es muy territorial en términos de barrios, pero la Misión es, extrañamente, una calle territorial… la reubicación a esta zona representó un cambio demográfico mayor”.

El cierre de la librería no es sólo el resultado de los aumentos al alquiler, sino también un cambio general en la industria editorial conforme la gente lee menos libros. Muchos también han recurrido a otros medios de comunicación, tales como libros electrónicos, o están adquiriendo sus libros vía online, en lugar de las formas tradiciones.

“Algunos de nuestros clientes ya no pueden permitirse el lujo de comprar libros, no es su culpa y me gustaría que pudiéramos ofrecérselos más barato”, dijo Mahaney, añadiendo que la comunidad local ha apoyado a Modern Times cada vez que la tienda ha requerido ayuda. “La gente siempre lo hizo [pero] el problema es demasiado grande”.

De particular importancia es la pérdida de la selección de libros en español de la librería, a cargo de su compradora Graciela Trevisan, profesora de Literatura Latinoamericana.

Modern Times será recordada como un lugar donde los lectores que se encontraban en los márgenes radicales del discurso ideológico, pudieron encontrar literatura que hiciera eco a sus puntos de vista.

“Sus contribuciones en la alfabetización radical progresiva y la creación de un espacio de discusión y expresión vivirá en los corazones y las mentes de todos”, dijo Erick Argüello, presidente y cofundador de Calle 24 Distrito Cultural Latino.

Mahaney comentó que el Internet ha hecho cosas increíbles para conectar a las personas, pero que todavía hay una necesidad real de espacios físicos donde la gente pueda reunirse.

“Mi mayor sueño era que pudiera irme y la tienda continuara y prosperara, y eso no está ocurriendo, espero que algo más trascienda de ella… algo similar o que realice por lo menos algunas de las mismas funciones”, añadió.

En un comunicado emitido por Modern Times con respecto a su cierre se puede leer: “Se espera que las sensibilidades y sensaciones de la tienda permanezcan en la zona poco después de que sus puertas hayan cerrado y los libros hayan partido”.

Una fiesta de clausura y de retiro de Mahaney se llevará a cabo el 22 de octubre a la 1 de la tarde en la librería, ubicada en el 2919 de la Calle 24. Todos los eventos programados continuarán como estaba previsto hasta el 15 de noviembre.