[su_slider source=»media: 30168,30169,30170,30171,30172,30173,30174,30175,30176,30177,30178,30179,30180,30181,30182,30183,30184,30185,30186,30187,30188,30189,30190,30191,30192,30194,30195,30196,30197,30198,30199,30200,30201,30202,30203″ limit=»40″ link=»image» target=»blank» width=»700″ height=»460″ autoplay=»0″ speed=»500″][su_slider source=»media: 29856,29857″ limit=»30″ link=»image» target=»blank» width=»700″ height=»460″ autoplay=»0″ speed=»500″][su_menu][/su_slider]

Los cinco activistas en huelga de hambre —a quienes se les conoce como los Frisco 5— están respondiendo a lo que ellos consideran una sistémica de injusticias presentes en la policía de San Francisco, y están exigiendo el despido de jefe de policía Greg Suhr y la renuncia del alcalde Ed Lee.

La huelga, que comenzó el 20 de abril, es en reacción a la muerte de cuatro hombres negros y latinos en los últimos dos años: Luis Góngora, Mario Woods, Amilcar Pérez-López y Alex Nieto.

“Soy originario de San Francisco y nunca había visto a policías asesinos como estos”, dijo el huelguista de hambre Ike Pinkston. “Esto tiene que parar y va a parar”.

Pinkston y otros huelguistas —Edwin Lindo, Selassie Blackwell, el rapero local de EQUIPTO (Ilich Sato) y la madre de este último, Cristina Gutiérrez— han permanecido afuera de la estación de policía de la Misión, día y noche, durante las últimas dos semanas.

Los cinco han recibido apoyo de la comunidad local con transeúntes que viene a servirles té y dejarles agua, agua de coco y otros suministros. También han recibido atención médica gratuita por parte de la Clínica Martín-Baró.

“Si termino inconsciente no quiero que se me reviva”, dijo Gutiérrez de 66 años de edad, a quien se le hizo un examen de rayos X, y que podría estar padeciendo neumonía. “No quiero comida ni nada. Creo en el poder de la gente y el poder de Dios. Viviré y estaré feliz de celebrar lo que creo”.

De pie, afuera de la estación de policía de la Misión, el 26 de abril, Lindo, candidato para ocupar el puesto que actualmente desempeña el Supervisor del Distrito 9, David Campos, dirigió a la multitud bloqueando el tráfico en la calle Valencia.

“He pasado del hambre a dolores de cabeza, pero ahora no siento nada. Nunca he sentido esta grandeza en mi espíritu”, dijo Lindo. “Hacemos una promesa a ustedes de que no nos iremos hasta que se haga justicia”.

En respuesta al bloqueo imprevisto del tráfico ese 26 de abril, la policía puso en marcha una serie de barreras alrededor de la estación de la Misión, con más de 30 agentes a pie, y la policía motorizada adicional bloqueando la acera.

A las 6 de la tarde, después de que se cancelara una reunión entre la comunidad y la policía de San Francisco, miembros de la comunidad se unieron a una manifestación improvisada en apoyo a la huelga de hambre.

La manifestación, que avanzó por la intersección de las calles Valencia y 17, constó, en su punto máximo, con más de 150 seguidores, que coreaban consignas como “No justicia, no paz, no policía racista”.

Según informó el SF Examiner, tanto el alcalde Lee como el jefe de la policía, Suhr, reconocieron la presencia de los huelguistas en declaraciones públicas separadas.

El 2 de mayo (día 12 de la huelga) Lee intentó reunirse con los huelguistas en la estación de la Misión, pero se negaron porque no se les notificó previamente de su llegada. En su lugar, los huelguistas decidieron marchar al ayuntamiento el 3 de mayo, con la esperanza de reunirse con él.

De acuerdo con los implicados, en la última semana ha habido algunos casos durante la noche en los cuales, transeúntes que no los apoyan, los insultan. Durante un altercado, alguien conduciendo un vehículo, les arrojó pedazos de pan. Otros insultos incluyen a un transeúnte agrediendo verbalmente a los huelguistas, y alguien más gritando, “espero que mueran, entonces habrá menos como tú”.

Lindo dijo que el objetivo de la manifestación es promover el cambio en el gobierno de la ciudad.

“No debemos tener una policía que mate en los próximos cinco años”, dijo. “Necesitamos un departamento de policía diverso, y el próximo jefe debe ser elegido por la comunidad con el consentimiento de los líderes de la comunidad”.

Lindo agregó que se requiere además, agentes de policías políglotas y que siempre estén dispuestos a  apoyar.

Una serie de funcionarios públicos, incluyendo al Defensor Público de San Francisco, Jeff Adachi y el actual Supervisor del Distrito 9, David Campos, han pasado al sitio, para estar pendientes de la salud de los huelguistas, ofreciéndoles, en ocasiones, apoyo.