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Los familiares y amigos de Mario Woods y Luis Góngora Pat, dos hombres asesinados por oficiales del SFPD en 2015 y 2016, convocaron una conferencia de prensa el 29 de mayo para denunciar la decisión del Fiscal de Distrito de San Francisco, George Gascón, por no presentar cargos en contra de los oficiales involucrados en el tiroteos que quitaron la vida a ambos.

“¡D.A. Gascón, tienes que irte!”, fueron los cantos con los que comenzaron la conferencia de prensa que, orquestados por Phelicia Jones, fundadora del movimiento Justicia para la Coalición Mario Woods, representaron el eco de un sentimiento generalizado respecto a que Gascón no sirve a quienes que no son agentes de policía.

“Estamos aquí para decir que no serán reelegidos”, dijo Jones. “Necesitamos a alguien aquí que no solo represente a las fuerzas del orden público, sino que también represente a las comunidades negras y morenas de San Francisco”.

De acuerdo con el grupo de vigilancia del People’s Police Observatory, que ha rastreado los 24 asesinatos fatales en los que han estado implicados agentes del SFPD desde 2011, cuando Gascón se convirtió en el D.A., éste nunca ha acusado a un oficial ni castigado a oficiales por mala conducta.

Gascón anunció su decisión el 24 de mayo —después de un mes de fuerte presión pública por parte del grupo Justicia 4 Luis— de no acusar al sargento Nate Steger ni al oficial Michael Mellone por el asesinato de Góngora Pat. En su informe sobre el tiroteo de Woods, Gascón citó que “no podemos probar más allá de una duda razonable que los oficiales no estaban justificados para actuar en defensa propia o en defensa de otros”.

El sitio web del DA enumera otros 45 informes de tiroteos relacionados con agentes del SFPD que datan de julio de 2010. En todos ellos, publicados por el Buró de Investigaciones Independientes, que es administrado por la Fiscalía, se utilizaron pruebas para justificar los disparos, lo que llevó a que no se presentaran cargos en contra de ninguno de los oficiales.

El hermano de Luis Góngora Pat, José Manuel Góngora Pat, visiblemente molesto, envió un mensaje a Gascón, esperando que éste haga su trabajo y reconsidere su decisión: “Todavía estoy buscando justicia para Luis”, dijo José. “Gascón tiene el poder de acusar a los dos policías que mataron a mi hermano, pero decidió encubrir a esos policías asesinos… El señor Gascón nunca nos dio el respeto que merecemos como familia de una víctima de la policía”.

Luchando por contener las lágrimas, Gwen Woods, la madre de Mario Woods, denunció el resultado de la investigación de su hijo y explicó cómo la decisión de Gascón la hizo revivir la devastación que sintió el 2 de diciembre de 2015, el día en que mataron a Wood.

“Lo ejecutó de nuevo… fue lo mejor de mí, tuvo empatía”, gritó Woods, criticando cómo se trataba el caso de su hijo. “Esta no es una agenda para mí, esta es mi vida. ¿Por qué sacudir la cabeza? Porque ustedes están mal equipados, mal entrenados”, dijo. “Si tienes tanto miedo de mí, no me vigiles ni a mí ni a mi comunidad”.

El SFPD ha sido muy criticado en la forma en que sus oficiales responden a situaciones de crisis, especialmente cuando se trata de personas de color. El Entrenamiento de Intervención en Crisis (CIT, por sus siglas en inglés) capacita a los oficiales cómo desescalar situaciones potencialmente no letales, como las de Woods y Góngora Pat. Pero el SFPD no extiende dicha capacitación a todos sus oficiales.

Del presupuesto total del año fiscal 2017-2018 del SFPD ($583, 289, 269), menos del uno por ciento se asignó a capacitación CIT ($100,000) y menos de la mitad de sus funcionarios (38 por ciento) cuentan con dicha certificación.

Tanto Woods como Góngora Pat fueron descritos en los informes de investigación por tener comportamientos agitados que, de acuerdo con el entrenamiento de CIT, deberían haber sido al menos considerados antes de decidir abrir fuego. Ambas investigaciones también afirmaron que tanto Woods como Góngora Pat tenían cuchillos, a lo que los policías se sintieron obligados a responder con múltiples disparos.

Además, el video publicado del tiroteo policial de Góngora Pat muestra que no había traductores presentes, y por lo tanto, no había una comunicación adecuada entre el sospechoso y los oficiales. Para cuando un intérprete llegó a la escena, los oficiales ya habían comenzado a disparar.

El Defensor Público de San Francisco, Jeff Adachi, cuestionó la objetividad del SFPD al reclamar defensa propia: “¿Es razonable que los oficiales que tienen al joven rodeado, con la espalda contra la pared, esencialmente lo asesinen?”, preguntó Adachi, aludiendo al tiroteo de Woods. “¿Cómo es eso razonable?”

De acuerdo con Adachi, el D.A. no muestra responsabilidad imparcial a los oficiales de policía. Adachi comparó el asesinato de Góngora Pat, un indocumentado, con el caso de José Inés García Zarate, otro indocumentado, para revelar el doble estándar de enjuiciamiento.

En el caso de Zárate, que ocupó los titulares nacionales por perpetrar la muerte de Kate Steinle en julio de 2015, había pruebas sustanciales de que la bala disparada desde el arma que sostenía rebotó en el concreto antes de golpear y matar a Steinle, pero aún así fue procesado por asesinato en primer grado.

El hecho de que un hombre indocumentado fuese acusado de homicidio en primer grado a pesar de la evidencia de que la bala hubiese rebotado, llama la atención de Adachi: “Ellos [D.A.] procesaron a [Zarate] por asesinato en primer grado, y aún así te están diciendo que no pueden procesar a ninguno de estos oficiales, ni siquiera por un delito menor”, apuntó Adachi.

Las familias de otras víctimas de tiroteos fatales de la policía, como Alex Nieto, Derrick Gaines, Idriss Stelley y Richard Pedie Pedro Pérez, vinieron a apoyar a las familias de Woods y Góngora Pat.

La abuela de Pérez, Patricia L. Pérez, dijo que los eventos traumáticos han forjado lazos entre las familias. “Creo que es porque saben cómo se siente al matar injustamente a sus seres queridos, algunos de mi propia familia ni siquiera entienden cómo se siente”.

“A las familias que sufren el mismo dolor, les pregunto qué podemos hacer juntos para que los policías asesinos vayan a la cárcel”, preguntó el hermano de Góngora Pat, José. “Mi lucha es contra la injusticia que compartimos, entiendo el dolor de la señora Woods y de todas las otras familias presentes. Sé que juntos encontraremos la forma de hacer justicia para nuestros queridos familiares”.