Dani Castro ha sido una activista en la comunidad trans desde su adolescencia, pero la lucha por sus derechos e igualdad se hizo dolorosamente real el día que su amiga fue asesinado.

Taja Gabrielle de Jesús fue asesinada en Bayview el 1 de febrero de 2015, fatalmente apuñalada por un novio. Hasta ese momento, de Jesús fue la quinta mujer trans muerta en los EEUU ese año.

“Desde entonces, hemos estado tratando de detener el genocidio de mujeres trans de color”, dijo Castro. Poco después de la muerte de su amiga, Castro cofundó la Coalición de Activistas por la Justicia y la Responsabilidad (Coalición TAJA) en San Francisco, un proyecto que lucha para que mujeres trans de color vivan y prosperen. “Estamos perdiendo seres humanos. Estamos perdiendo a nuestro pueblo y los perpetradores son personas transfóbicas”.

El número total de personas trans muertas en 2017 es de ocho. Mesha Caldwell, Jamie Lee Wounded Arrow, JoJo Striker, Jaquarrius Holland, Tiara Richmond, Demarkis Stansberry, Chyna Doll Dupree y Ciara McElveen.

Siete mujeres trans han sido asesinadas en lo que va del año, de ellas, seis eran mujeres de color y una nativoamericana, según una base de datos compilada por Mic News. Un hombre de color trans también fue asesinado este año, con lo que el número total de personas trans muertas en 2017 es de ocho.

El miércoles, cuando los participantes de todo el mundo celebraron el Día Internacional de la Mujer, los miembros de la coalición TAJA intentaron dirigir un acto afuera del Ayuntamiento, denunciando la transfobia y para recordar los ocho asesinatos de personas trans de color, pero los planes fallaron.

Akira Jackson, miembro de la coalición TAJA, dijo que la acción pretendía hacer la declaración de que “Black Trans Women’s Lives Matter”, y apuntaba a destacar los efectos desproporcionados de la transfobia en las mujeres trans de color.

Castro atribuye estas ocho muertes este año a la transfobia.

“La violencia contra las mujeres trans de color no es algo que sucede porque una es trans”, dijo Castro, “sino más bien porque la gente es transfóbica”.

En la encuesta más grande sobre las experiencias de personas transgénero en todo el país, la Encuesta Transgénero de los EEUU de 2015 registró las respuestas de 28 mil participantes.

De acuerdo con esa encuesta, las tasas de VIH fueron significativamente más altas entre las mujeres trans de color. De aquellas que participaron en la encuesta, el 19 por ciento eran VIH positivos. La encuesta también encontró que el 1.4 por ciento de estas personas eran VIH positivas, casi cinco veces la tasa nacional, que es de 0.3 por ciento.

La encuesta también encontró que una de cada cinco personas trans reportó haber participado en actividades económicas clandestinas, con 12 por ciento declarando haber tenido sexo a cambio de dinero.

La tasa de desempleo en esta comunidad es tres veces mayor que la de la población general del país y cuatro veces mayor que la de la población general de las personas trans de color.

Castro dijo que los servicios orientados a apoyar a la comunidad trans son más accesibles en San Francisco y una parte significativa de su existencia tiene que ver con la financiación y el apoyo del gobierno local.

El pasado mayo, el ex presidente Barack Obama se dirigió abiertamente a las instituciones de educación pública de todo el país en una carta que permitiera interpretar el título IX para incluir ajustes que protejan los derechos de los jóvenes transexuales en las escuelas y los centros educativos.

“Los Departamentos tratan la identidad de género de un estudiante como el sexo del estudiante para propósitos del Título IX y sus regulaciones de implementación. Esto significa que una escuela no debe tratar a un estudiante transgénero de manera diferente a como trata a otros estudiantes de la misma identidad de género”, dijo la carta.

Sin embargo, el 22 de febrero, el Presidente Trump rescindió estas protecciones en una carta que decía que la interpretación del sexo y la identidad de género debía ser determinada por las leyes locales y estatales al establecer políticas educativas.

Creciendo como una joven trans, Castro recordó enfrentar varias barreras, que superó con el apoyo de su padre.

“Estaba pintando mi cara con acuarelas y mi padre se dio cuenta y se acercó a las mujeres que estaban haciendo shows de resistencia”, dijo Castro. Tengo un privilegio de esa manera. Muchos jóvenes trans no tienen el apoyo de sus padres”.

Castro enfatizó que el apoyo es fundamental para permitir que las mujeres trans de color existan.

“Estamos luchando para mantenernos vivos. He estado haciendo este trabajo desde que tenía 14 años y me siento como un disco roto”. dijo Castro. “Pedimos a todas las mujeres, a todas las personas, que no sólo estén con nosotros, sino que nos respalden”.