Adrián Arias es un hombre que utiliza todos los medios. El galardonado poeta, curador y artista visual  ha logrado combinar exitosamente su aprendizaje académico en filosofía y literatura con el arte, empleando distintos medios: video, arte gráfico, fotografía y otros.

Durante el mes de diciembre, éste peruano de 49 años, es el Artista Residente del de Young Museum, en  San Francisco. Su muestra artística trata el controvertido tema del desecho plástico, al presentar su proyecto “Beautiful Trash: an aesthetic view of plastic waste”.

Esta exposición multimedia es una interpretación artística sobre el continuo uso y dependencia en el plástico que tiene el público en su diario vivir, y sobre la belleza y la destrucción resultantes cuando a éste se desecha.

Antes de aterrizar en San Francisco, Arias llegó a los Estados Unidos en el 2000 cuando visitaba a sus padres en Miami, Florida. “Este lugar es un  vórtice para la creatividad. Aquí, he encontrado muchas oportunidades para hacer arte y para relacionarme con la comunidad”, dijo Arias.

Su padre, Luis Arias Vera, fue un renombrado pintor durante los años ’60s y ’70s. Su trabajo era apreciado por coleccionistas de EE.UU. y del Caribe. A pesar de que su madre, María López, no llegó a exponer o a publicar, Arias la acredita de haber tenido una gran influencia sobre él. “Ella era una artista, una escritora y una artista de las artes visuales”, continuó Arias.

Cuando Arias tenía 8 años observó cómo su padre preparaba una muestra de su trabajo para unos  coleccionistas del Houston Museum. Luego de que su padre colgara sus cuadros, Arias colocó  sobre el piso una serie pasteles pintados por él en formato pequeño. Al lado de los pasteles había un letrero que él había hecho indicando que éstos costaban 25 centavos.

“Y uno de los coleccionistas compró todo. Yo tenía como unos 30 o 40 trabajos de pequeño formato. Mi abuela me felicitaba diciendo, ‘Wow, ahora eres un artista porque alguien aprecia y le gusta tu trabajo’”.

A pesar de su comienzo temprano en el arte, Arias estudió literatura y filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Lima, Perú. Pudo haber continuado por este camino de no haber sido por  dos acontecimientos que lo impulsaron hacia el arte.

“Mi mentor en la universidad era el editor de un periódico de Lima, y él me contrató para que yo ilustrara en su columna habitual”, continuó Arias. Cuando Arias le preguntó por qué quería que él dibujara en vez de que escribiera, su perspicaz mentor le respondió, “Yo sé que tú estás estudiando literatura, pero yo te veo todo el tiempo dibujando, y quizás, ésto sea algo que tengas que explorar”. Arias dibujó esas cotidianas imágenes por tres años.

Durante ese tiempo, contrataron a Arias para trabajar en un proyecto fotografiando rostros de niños. Este trabajo lo condujo a través de Lima y hacia pequeños poblados que se estaban desarrollando alrededor de la capital, a medida que  la gente dejaba sus casas en las montañas y en la selva para encontrar trabajo.

«Visitante» (Playa Tortugas, Perú), Adrián Arias

A pesar de que Arias tomó 5.000 diapositivas  de niños, él también comenzó a fotografiar  a la gente que vivía en los poblados. Su primera exhibición, que tuvo lugar en  1986, en Santiago de Chile, fue una colección de temperas y acuarelas basadas en aquellas fotografías.

Desde que se mudó al Área de la Bahía, Arias ha sido un artista prolífico que intercalado entre el video, la poesía, la fotografía y otros medios. El es el Coordinador de  Multimedia en el Mission Cultural Center for Latino Arts.

El ímpetu  para “Beautiful Trash” ocurrió durante unas vacaciones . “Hace cuatro años atrás,  estaba visitando al Perú, y me encontraba caminando por la costa cuando descubrí esta pequeña tapa roja en la playa. La tapa roja resaltaba en contraste con la piedras negras. Esa pieza significó algo para mí. Esto es una tapa de gaseosa. La tapa es un invento del hombre, y es petroleo, que proviene de la Tierra. Es un material antiguo. Yo pensé que esto era una locura, pero es tan hermoso. Es basura hermosa”, afirmó Arias.

De repente, Arias iba por la playa fotografiando pequeñas piezas de plástico.“Para mi ellas son como refugiados, la Diáspora del plástico tratando de conectar con la naturaleza”.

Arias se enteró que en 1997 el oceanógrafo, Charles Moore, había descubierto una gran masa de plástico flotante a la que se le dio a conocer como el Gran Parche de Basura del Pacífico.“Es como una sopa de plástico flotando en el Pacífico Norte. Algunas personas dicen que es dos veces el tamaño de Texas. Pero, el otro día escuché en la radio que es del tamaño de los Estados Unidos”, indicó Arias.

Arias comenzó a cuestionarse acerca de su relación con el plástico. “Comencé a preguntarme por qué  me gusta aquella pieza de plástico. Luego, recordé que cuando tenía alrededor de cinco o seis años tuve un hermoso juguete de plástico, y cuando me cansé de él, éste pasó a ser de mis hermanos y hermanas. El plástico fue algo especial en aquel momento, y se convirtió en parte de nuestra herencia. No como ahora que solo lo desechamos”.

Arias también recuerda a su abuela reciclando botellas y bolsas de plástico que utilizaba una y otra vez.

«Destrucción Creativa» arte y foto Adrián Arias

Según señala un cartel en la exhibición “Beautiful Trash”, la gente en los Estados Unidos utiliza 41.000 botellas de plástico por minuto. “Esto es parte de la contradicción. Cuando coloco todas mis fotografiás juntas, yo digo esto no es solamente arte, también es una herramienta que puede brindar conciencia a la audiencia en relación a lo que esta sucediendo. Esa es mi meta”. “Es tan hermoso. Es basura hermosa,” dijo Arias.

Hace un año, Arias presentó el proyecto al de Young Museum. Luego, le tocó realizar varios encuentros porque el proyecto involucraba el uso de objectos de origen reciclado.

El comenzó a coleccionar objetos de plástico hace nueve meses atrás. Y, al igual que las corrientes del Giro del Pacífico Norte, que reúnen pedazos y piezas de  plástico desechado para crear el Gran Parche de Basura del Pacífico, Arias quiso que su colección de plástico  le llegara vía “corrientes.” Reclutó a su familia y a tres amigos para que lo asistieran en la colección. Una quinta corriente fue la tienda donde adquirió los cubos de plástico. “Parte de mi investigación fue la de sentirme muy mal por ir a la tienda y gastar dinero en plástico.”

“Pienso que es un honor estar aquí, en el de Young, y es una oportunidad para abrirle los ojos a la gente acerca de la comunidad latina, y que  (Latinos) están haciendo arte y haciéndolo muy bien, y presentando arte en otros lugares. Es un buen lugar para crear arte. Es una ventana abierta”.

En su haber, Arias ha expuesto en París, Brasil, Argentina, España, Canadá, y en varias ciudades de Sur América, entre otras. Su fotografiá ha recibido premios en Japón.

“Beautiful Trash” se presenta hasta el 2 de enero del 2011, en la Kimball Education Gallery del de Young Museum. Todos los viernes, a las 3:33 p.m., Arias presenta una escena corta de 10 minutos llamada “Plastic Character Surprise”, basada en siete momentos de su vida en que el plástico tuvo importancia.

El sábado, 18 de  diciembre, Arias será el anfitrión del Día de la Poesía para el Reciclaje, presentando a los poetas de San Francisco Laureate Diana di Prima, Nina Serrano, Francisco Alarcon y Jack Hirschman.

Finalizando, Arias reflexionó sobre la consecuencia de una simple caminata por la playa. “En este momento de mi vida, estoy jugando con plástico como si fuera un niño porque encontré esta pequeña tapa roja mientras estaba de vacaciones en Playa Tortuga, Perú.”

—Traducción Eduardo Alegrett