[su_slider source=»media: 26142,26143,26147,26148,26149″ link=»image» target=»blank» width=»700″ height=»500″ speed=»500″]

Amigos y vecinos del fallecido Amilcar Pérez-López, el inmigrante guatemalteco de 21 años de edad muerto a tiros por oficiales encubiertos de San Francisco —Eric Reboli y Craig Tiffe— le dieron un último adiós el sábado 4 de abril en la Iglesia Saint John the Evangelist Catholic Church en la Misión.

Después de un mes de disputas legales incluyendo una autopsia, el cuerpo de Pérez-López finalmente será regresado a su pueblo natal San José La Arada en el departamento de Chiquimula en Guatemala.

Pérez-López murió el 26 de febrero mientras presuntamente trataba de recuperar su celular, robado por un conocido. Armado con un cuchillo, fue herido a muerte frente a su hogar en las calles 24 y Folsom después de haber sido confrontado por la policía. Los relatos de los testigos difieren de la declaración del SFPD.

El compañero de cuarto de Pérez-López dijo que dejó caer el cuchillo al ser confrontado por policías, dando la vuelta y corriendo en la dirección opuesta antes de ser baleado. La policía dice que Pérez-López atacó a los oficiales antes de ser disparado.

Su vecina, Florencia Rojo, y su compañero de trabajo, Eduardo Román, recolectaron $2,000 para la familia de Pérez-López. Sus padres, quienes viven en una choza en un área rural de Guatemala, hablan una lengua indígena y poco español. Él, mayor de cinco hermanos, era el único proveedor de su familia.