Ilustración: JuanLudd

La selva amazónica de Brasil está ardiendo en su índice más alto desde 2013. ¿La razón? El gobierno brasileño está permitiendo que suceda.

La administración de extrema derecha del presidente Jair Bolsonaro ha aflojado las estrictas políticas ambientales y no se ha preocupado mucho por los números recientes que muestran una creciente deforestación.

Desde el principio de 2019, el Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE por sus siglas en portugués) ha reportado 72,843 incendios a través de todo el país, y más de la mitad de ellos se encuentran en la región amazónica. Esto significa que el equivalente a más de un campo y medio de fútbol de la selva amazónica se está destruyendo cada minuto de cada día, según ese instituto.

Bolsonaro ha descartado los informes realizados que también mostraron un aumento del 80 por ciento en la deforestación en lo que va del año en comparación con el año pasado –y despidió al director del INPE, Ricardo Galvao. Sin ningún tipo de evidencia que respalde sus acusaciones, Bolsonaro afirmó que la razón de estos incendios masivos en el Amazonas podría haber sido por parte de organizaciones no gubernamentales (ONG) hostiles a su presidencia.

“Le quitamos dinero a las ONG”, dijo. “Ahora están sintiendo el pellizco por la falta de fondos. Entonces, tal vez los tipos de las ONG están llevando a cabo estos actos criminales para generar una atención negativa contra mí y contra el gobierno brasileño”.

Sin embargo, las organizaciones ambientales han dicho anteriormente que los incendios comenzaron con un aumento a la explotación forestal que fue incentivado por el presidente pro-empresarial. Cuando enfrenta los datos y números de estos estudios, Bolsonaro frecuentemente miente, culpando y acusando a otros para cubrir su falta de conocimiento sobre muchos temas.

Durante la presidencia de Bolsonaro, el Ministerio del Medio Ambiente de Brasil facilitó la deforestación con la cancelación de multas, el despido de servidores y el debilitamiento de las garantías de áreas protegidas. Desde su elección, Bolsonaro ha reducido el presupuesto de la agencia de cumplimiento ambiental de la nación por 23 millones de dólares.

El Ministro del Medio Ambiente de Bolsonaro despidió a 21 de los 27 superintendentes del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) a principios de este año el 21 de febrero, y anunció un “núcleo de conciliación ambiental”, creado en abril para revisar las multas de la agencia.

Cuando se le preguntó cuáles serían sus próximas acciones para disminuir los daños, Bolsonaro dijo que está considerando enviar tropas del ejército para ayudar a combatir los incendios en la Amazonia. La acción ejecutiva para desplegar tropas solo está disponible cuando se han agotado las medidas tradicionales de seguridad pública, según las directrices del Ministerio de Defensa. Los estados amazónicos de Acre y Amazonas ya han declarado un estado de emergencia.

Por qué la Amazonia es importante y por qué debe ser preservada

El bosque tropical más grande del mundo, la Amazonia, abarca ocho países y cubre el 40 por ciento de América del Sur, un área que es casi del tamaño de dos tercios de los EEUU, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. Más de 30 millones de personas viven en ella, que también alberga la mayor diversidad de mamíferos, aves, anfibios y reptiles del planeta, la mayoría de ellos únicos en la región. Allí se descubre una nueva planta o animal cada dos días. La selva amazónica, que produce alrededor del 20 por ciento del oxígeno de la Tierra, a veces se conoce como “los pulmones del planeta”.

Cuando hablamos de lo importante que es preservar la Amazonia, tenemos que referirnos a un líder notable que inició el movimiento para mantener y proteger la Amazonia de los peligros de las deforestaciones y los incendios. El activista ambiental Chico Mendes fue pionero en la primera iniciativa de conservación de bosques tropicales del mundo, promovida por los propios pueblos del bosque. Su trabajo condujo al establecimiento de las reservas extractivas de Brasil (áreas forestales protegidas) que están habitadas y administradas por las comunidades locales. Chico Mendes y sus colegas eran una pequeña minoría marginada en la década de los ochenta, pero sus esfuerzos los llevaron al poder en partes de la Amazonia brasileña a fines de esa década. Trágicamente, Mendes se hizo mundialmente famoso solo cuando fue asesinado a tiros por su trabajo en 1988.

Al cierre de esta edición, los incendios de la Amazonia, persisten..