Víctima de una confusión de identidad, Teodora Aparicio está luchando contra su deportación. Porta una tobillera electrónica para que el ICE conozca su paradero. Foto Nina Menconi

Veinticuatro años después de emigrar a los EEUU, la lucha de Teodora Aparicio por la seguridad y amparo permanece sin resolverse mientras combate su deportación.

“Soy de Arteaga, Michoacán. Vine porque mi novio fue asesinado. Tenía 15 años y estábamos pensando en casarnos”, relata Teodora Aparicio la experiencia traumática que la obligó a emigrar a los EEUU.

El 13 de diciembre de 2012, Aparicio estaba de voluntaria en una reunión de Alcohólicos Anónimos cuando entró la policía: “Les mostré mi licencia y luego la doblaron tirándola a la basura. Después me dijeron que yo era otra persona: Valeria Contreras. ¿Cómo podía ser Valeria Contreras?”, sostuvo.

Más tarde, la policía examinó sus huellas dactilares y las envió al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus sigla en inglés). Esto está permitido onforme al programa Comunidades Seguras (S-Comm), puesto en marcha en 2009 por el Departamento de Seguridad Nacional, que permite el intercambio de información entre el ICE y el sistema de justicia.

“Comunidades Seguras es una manera sencilla y de sentido común para llevar a cabo las prioridades del ICE”, según declara la página web de la entidad gubernamental.

Más de 1,5 millones de personas fueron deportadas durante el primer mandato de Obama, al mismo tiempo que se puso en marcha S-Comm.

Foto Nina Menconi

En el caso de Aparicio, el uso de S-comm exacerbó un simple caso de confusión de identidad. Debido a ello, Aparicio estuvo detenida durante once días antes de permitírsele salir en la víspera de Navidad para estar en casa con su marido y sus cuatro hijos: “Mi hijo de cuatro años lloró tanto. Siempre me buscaba para decirme ‘mamá, ¿dónde estás?”.

Aún falta que la policía y el sheriff reconozcan su equivocación respecto a la identidad de Aparicio. Pese a que pudo regresar con su familia, debe portar una tobillera electrónica —para que el ICE en San Francisco conozca su paradero— y reportarse semanalmente, en lo que se resuelve su caso de deportación.

A unos meses de desarrollarse los planes de reforma migratoria, poco se ha hablado de poner fin a S-Comm: la transferencia de información de la policía al ICE, tengan o no tengan cargos penales los arrestados.

Cuando se le preguntó acerca de una posible reforma, Aparicio respondió: “Con la reforma, lo único que quieren hacer es alimentar la propaganda de los medios y ocultar el hecho de que las personas están sufriendo abusos y siendo deportadas constantemente”.
Para obtener ayuda con asuntos de inmigración contacte a Causa Justa. www.cjjc.org.

Esta obra es parte de la serie editorial UndocuLove dedicada a la migración y las relaciones. Para compartir una historia, por favor escríbanos a: comments@eltecolote.org

—Traducción Emilio Ramón