OPINIÓN INVITADA

Cientos de niños, jóvenes , familias enteras sufren en El Salvador la terrible violencia que se ha desatado en pueblos, ciudades, barrios y colonias; cada día un promedio de 14 personas mueren en El Salvador, y en su mayoría los asesinados son jóvenes. El terror que se vive es tal que los padres de familia no dejan ir a sus hijos solos a las escuelas, en las calles estos son asediados, asaltados, asesinados. Familias enteras huyen de pueblos y ciudades, abandonan sus casas por temor a la violencia.

Como humano, como salvadoreño, esta situación me llena de tristeza, me da rabia. Está muriendo la esencia de un país, estamos perdiendo toda una generación, esto es inconcebible.

Durante la guerra civil en los 1980 más de 80,000 salvadoreños fueron asesinados; quizás no exista una sola familia salvadoreña que no haya sido afectada por esa sangrienta guerra civil. Ahora, a más de veinte años de los acuerdos de paz y apenas a un mes de la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, la violencia, la muerte indiscriminada y la injusticia social viven en las calles de El Salvador. Recientemente, un joven de 14 años se quitó la vida, después de que pandilleros asesinaron a su mejor amigo.

En vista de estos hechos de barbarie, del dolor y angustia en la que viven mis hermanos y hermanas salvadoreños yo, Jorge Argueta Pérez, denuncio, exijo y pido a las autoridades gubernamentales y no gubernamentales se manifiesten ante estos hechos criminales. Exijo protejan a la población civil, demando se busquen alternativas para que nuestros jóvenes y niños se alejen del crimen, exijo la creatividad y destreza de la ley. Exijo la creación de verdaderos programas educativos y soluciones a largo y corto plazo, que brinden a nuestros niños y jóvenes verdaderas oportunidades para recrearse y crecer sanamente en una sociedad justa y productiva.

Basta de excusas que denuncian el narcotráfico y el crimen organizado. Es cierto, el problema es profundo y tiene tentáculos en distintos estratos de nuestra sociedad; pero mientras tanto no se buscan soluciones inmediatas nuestros jóvenes y niños se están matando y la población sigue sufriendo. Basta de culpas a otros gobiernos, necesitamos soluciones ya, necesitamos que todos y cada uno de los salvadoreños haga pública su inconformidad. Todos exijamos y demostremos que amamos El Salvador, la paz, la dignidad y la justicia social.

Jorge Argueta es un poeta salvadoreño, premiado autor de libros infantiles bilingües, y miembro de la junta de directores de Acción Latina.