Jane Kim habla durante una conferencia de prensa en las escalinatas del ayuntamiento de San Francisco el 14 de septiembre de 2016. Foto: Izar Decleto/The Guardsman

Después de meses de socavar la democracia y la voluntad de la mayoría de los votantes de San Francisco quienes aprobaron la Proposición W, el Alcalde Ed Lee finalmente acordó desembolsar $5.4 millones para que el Colegio de la Ciudad de San Francisco (CCSF) sea accesible para sus residentes.

Su decisión se produjo después de que la Junta de Supervisores aprobara dos veces la iniciativa, tras la creciente presión de activistas comunitarios y de la Junta de Síndicos del CCSF, y de una reciente resolución del Comité Democrático de Campaña del Congreso (DCCC).

Dado que es una de las pocas medidas que tendría un efecto inmediato (y positivo) mensurable —y que el alcalde debe apoyar algo que puede ayudar a enfrentar la crisis de asequibilidad que su administración presidió— es un poco sorprendente que a Lee le haya tomado tanto tiempo para respaldarla y financiarla.

Desde que Lee asumió el cargo en 2011, San Francisco ha cambiado significativamente. La falta de vivienda ha alcanzado altos niveles; los residentes más antiguos han encarado desalojos y parece que los intereses corporativos se cumplen constantemente antes que los de la ciudad en general.

Huelga decir que ya era hora de que el alcalde respondiera a las necesidades de la mayoría de los residentes de San Francisco en lugar de los de las corporaciones. Ya era hora de que demostrara que los principios de nuestra ciudad son tan fuertes como nuestra economía. Es hora de que priorice los servicios públicos que ha prometido a los inmigrantes que buscan el santuario. Y es hora de que el alcalde atienda las necesidades de la gente que le dio el poder que tiene hoy: los residentes de San Francisco.

Free City College, como muchas otras iniciativas progresistas que hacen de San Francisco un refugio político de renombre mundial, políticamente liberal, es el resultado competente y coherente de personas como la Supervisora ​​del Distrito 6 Jane Kim, quien propuso el proyecto de ley en noviembre, de la Junta Directiva del CCSF y de los miembros de la comunidad, quienes en su conjunto lideraron los esfuerzos para la iniciativa.

Pese a la oposición política, somos oficialmente la primera ciudad del país en hacer que la educación del City Colege sea gratuita. Esto es una victoria para los estudiantes, residentes y cualquier persona en la búsqueda de movilidad superior y una mejor calidad de vida. Esperemos que San Francisco no sea un caso aislado y, en su lugar, siente un precedente para que las ciudades de todo el país pronto sigan la pauta.

En una nueva era de escepticismo democrático, y a pesar de la cruda confusión en el proceso político estadounidense, dejemos que esto sirva como un recordatorio de que aun cuando un liderazgo competente no siempre estuvo presente, siempre hay formas colectivas y viables para impulsar un mañana más progresista.