Publicada originalmente por el Silicon Valley De-Bug el 6 de junio, en su versión condensada por razones de espacio.

La simpatizante de Trump, Rachel Casey se burla de los manifestantes durante la marcha anti Trump ocurrida el 2 de junio en San José. Casey se grabó a sí misma burlándose y gritándole a la multitud “Regresen a México”, antes de que le fuera lanzado un huevo en la cara. Foto Jennifer Gonzalez/San Jose State University

El jueves 2 de junio, una manifestación anti-Trump convocada en San José ganó los titulares nacionales, la mayoría de ellos enfocados en historias parcializadas sobre partidarios de Trump siendo víctimas de manifestantes violentos. Varios protestantes, que en efecto asistieron a la manifestación, se vieron retratados erróneamente por los noticieros, por lo que optaron por escribir sus propias historias con la finalidad de brindar una imagen más completa y aclarar los hechos.

Mathew Gonzales

El día después de que Donald Trump llevó a San José su gira de retórica de odio, me desperté y vi un mensaje en Facebook de Alan Rappeport del The New York Times. Él quería hablar conmigo de lo que había ocurrido el día anterior durante la protesta que ayudé a organizar, titulada ‘Manda a Donald Trump a la chingada’.

Hablé con él por teléfono durante una media hora. Le expliqué que en mi página del evento estaba promoviendo una protesta pacífica. Le dije que la violencia aumentó cuando un seguidor de Trump golpeó a un adolescente en la cara. Fue después de eso cuando surgieron otros altercados. Después de eso, se puede ver a una mujer a quien se le aventó un huevo en la cara. Pero lo que no se vio es a la misma mujer, gritando a la multitud ‘Regresen a México’.

Después de que terminé mi conversación con Rappeport, el artículo surgió horas más tarde en línea y también apareció publicado al día siguiente en su versión impresa. Estaba bastante nervioso por lo que se iba a escribir sobre mí. Pero estaba confiado al haberme asegurado de hacer hincapié en que muchos de los participantes en la protesta se manifestaron pacíficamente. Hice hincapié en que hubo sólo unas pocas manzanas podridas en ambos lados lo que terminó convirtiéndola en la protesta que se vio en la televisión.

Después leí el encabezado: “Voces Anti-Trump se intensifican en Internet, con resultados violentos”. Quedé decepcionado cuando leí ese titular. Sabía lo que eso significaba. Sentí como si me hubiera equivocado por querer practicar mi derecho de la primera enmienda. Me sentí como todos los manifestantes pacíficos que fueron generalizados porque decidieron acudir a la manifestación.

Tan pronto como salió el artículo, empecé a recibir mensaje tras mensaje: “¡Púdrete en el infierno!” “¡Vuelve a tu país Espalda Mojada!” “¡Espero que te mueras!” “¡Vuelve a México!” “¡Usted es un incitador!”

Fue un día difícil para mí, no a causa de lo que se decía, sino por el odio que todavía existe en este mundo.

Con el debido respeto, debo responsabilizar a los principales medios de comunicación por fabricar este monstruo que conocemos como Donald Trump. No están haciendo esto porque él esté diciendo algo trascendente, sino porque él vende. El problema con los medios de comunicación es que hacen girar la historia para que resulte más atractiva en la televisión o en la prensa. El problema con los medios de comunicación es que hay una gran cantidad de censura y agendas involucradas con ciertas cadenas de noticias o periódicos, por lo que ciertas cosas no se pueden decir o publicar. Sólo se muestra un lado de la historia. Y el mayor problema con los medios de comunicación es que sólo ves lo que quieren que veas, sólo escuchas lo que quieren que escuches.