Sindy Flores, una migrante hondureña, se reúne con su hija de 17 meses, Juliet, luego de un mes de estar separadas. A Juliet la separaron de su padre luego de que fueron detenidos al cruzar la frontera entre EEUU y Calexico. Su padre sigue detenido.

En abril de 2018, después de que la administración de Trump implementara un orden de ‘tolerancia cero’ a la inmigración, que derivó en la separación de cientos de niños de sus padres o tutores que cruzaron ilegalmente la frontera, la comunidad se unió en una sola voz para protestar contra esta política inhumana.

Muchos tuvimos conocimiento, desde entonces, de que tales atrocidades atacan a víctimas reales, personas cuyos nombres y rostros siguen siendo desconocidos. La semana pasada, tuve la oportunidad de conocer a una de esas víctimas y lo que sigue es un vistazo a su historia.

Sindy Flores es una hondureña, migrante, solicitante de asilo y madre. Su bebé, Juliet, fue arrancada de los brazos de su padre mientras estaba en un centro de detención después de haber sido detenidos por ICE tras cruzar en Calexico el 28 de diciembre de 2018. Sindy cruzó la frontera por separado y fue liberada el 2 de enero.

El padre de Juliet, Kevin Ventura Corrales, compartió su historia de cómo terminaron en ‘la nevera’, un centro de detención donde solo se alimentaban con dos burritos al día, y cómo, después de un par de días, vinieron a quitarle a Juliet a la fuerza. Los agentes no ofrecieron ninguna información sobre su paradero. En realidad, en los documentos de Ventura Corrales omitieron los detalles sobre la separación familiar y fueron ocultados a la corte y al público, dejando a la familia sin la menor idea del paradero de Juliet, quien en ese momento tenía solo 16 meses de edad.

Con la ayuda de diferentes grupos y organizaciones como Mijente, pudieron rastrear a la pequeña en la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que está a cargo del procesamiento de menores inmigrantes y refugiados. Pero la ORR se negó a liberar a Juliet hasta que su madre pudiera proporcionar una tarjeta de crédito con la cual pagar dos boletos de avión para que un agente y la menor viajaran a California. Sindy no tenía tarjeta de crédito.

Sindy Flores, una migrante hondureña, se reúne con su hija de 17 meses, Juliet, luego de un mes de estar separadas. A Juliet la separaron de su padre luego de que fueron detenidos al cruzar la frontera entre EEUU y Calexico. Su padre sigue detenido.

Finalmente, la pesadilla terminó el 29 de enero cuando, luego de dos meses de incertidumbre, Sindy se reunió con su bebé Juliet en la puerta de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de San Francisco. Me uní a Carolina Morales, de la oficina del Supervisor del Distrito 9, Hillary Ronen, y a muchos miembros de la comunidad y diferentes organizaciones que ofrecieron apoyo a Sindy.

Cuando la devolvieron con su madre, Juliet lloró confundida y su grito resonó con fuerza en los oídos y corazones de todos en el aeropuerto. Era el sonido de la injusticia y el terror. Uno no puede comenzar a imaginar el daño psicológico que tanto Sindy como Juliet han experimentado tras esta separación. Y su viaje en busca de asilo apenas está comenzando, ya que Sindy ahora está obligada a usar un monitor en el tobillo, y Kevin todavía está detenido en Arizona. Esta es una familia que viene de Honduras, desplazada por la violencia y las dificultades económicas extremas.

Es importante mencionar que todo esto ocurrió meses después de que el presidente Trump firmara una orden ejecutiva el 20 de junio de 2018 supuestamente poniendo fin a la política de separación familiar, y luego que un juez federal ordenara a su administración reunir a todos los niños separados de sus padres.

El número de niños separados de sus padres o tutores se desconoce aun. Juliet es solo uno de estos menores que han sido separado de sus familias por una agenda extremista de la administración actual que ha criminalizado y castiga a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo.

La menor Juliet debe convertirse en símbolo de indignación hacia la práctica de esta administración de separar a los niños de sus padres detenidos por cruzar la frontera. No podemos guardar silencio mientras esta administración continúa infligiendo violencia y terror a las comunidades que buscan refugio en los EEUU. ¡Exigimos que el gobierno deje de separar a las familias de una vez por todas! #FreeOurFuture