Como todo negocio del barrio, mi objetivo es ser parte integral de la comunidad —ser y sentirme bienvenido, ser también, necesario y vital para contribuir a la calidad de vida de quienes me rodean. Todo acción menor a eso, representa un fracaso en nuestra política de puertas abiertas, en nuestro aprecio y buena voluntad, así como nuestra convicción en el poder de unión que tiene una comida ética y deliciosa.

Cuando Sandy y su familia llegaron al Local´s Corner, no sintieron nada de esto. Por el contrario, se consideraron rechazados y discriminados. Este es un gran fracaso de nuestro compromiso con quienes nos relacionamos —desde los agricultores, nuestro personal, nuestros clientes y vecinos. Estoy profundamente consternado por la experiencia de Sandy esa mañana. Me he reunido con todo mi personal, especialmente con quienes atendieron a Sandy y su familia, y les he recalcado nuestro valor fundamental de atención hacia los demás.

La semana pasada, me reuní con Sandy y su familia en su casa para escuchar lo que pasó. Juntos, hablamos como vecinos —como vecinos que nos preocupamos por nuestro barrio. Hubo momentos duros —sinceros y reales, incluso de enojo. Pero también hubo apertura y corazones generosos y risas. Nos conectamos como personas. Coincidimos en que debemos luchar para fortalecer las relaciones en el barrio y trabajar juntos para mejorar el barrio que tanto queremos.
Como individuos y como barrio, espero que juntos podamos conseguirlo.

Yaron Milgrom, propietario de Local’s Corner

—Traducción Emilio Ramón